Voltaire, a pesar de su conocida
postura antireligiosa (ya que se oponía con igual fervor al judaismo, islamismo
y cristianismo), dejó una frase muy interesante: “Todos tenemos errores y
debilidades. Perdonémonos unos a otros. Esta es la ley primera de la
naturaleza”
Es absolutamente cierto que pensamos
de nosotros mismos siempre mucho mejor de lo que somos en la realidad. El mismo
Voltaire es un ejemplo de este error humano tan común, ya que defendió como
principio esencial la "tolerancia" pero sus actitudes eran en extremo
intolerantes hacia aquellos que expresaban algún tipo de creencia
La Biblia nos advierte sobre este
tipo de pensamientos:
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“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más algo concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:2)
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“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (Filipenses 2:3)
Al no cumplir con esta consigna de la
Palabra de Dios, nos exponemos a considerarnos superiores. Y estos pensamientos
nos llevan al mismo tiempo a tener actitudes incorrectas a los Ojos de Dios y a
los de nuestros semejantes:
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“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda...” (Mateo 18:23´31)
¿Cuál debería ser la manera correcta
de pensar y actuar?
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“A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola... el fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano... mas el publicano estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:9-13)
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“Palabra fiel y justa de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo 1:15)
Reconozcamos nuestra condición ante
Dios. Busquemos Su Perdón. Y esto nos llevará a aplicar a nuestras vidas diarias
lo que el Señor Jesucristo nos enseñó:
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“Y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12)
Recordemos: Vernos
en el espejo correcto nos dará la imagen real de nuestra condición...
TBS