jueves, 28 de febrero de 2013

Límites...


En la Biblia leemos: “...estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre...” (1 Corintios 15:58)

La extensa nota, detallaba “los límites del crecimiento” y hablaba de los abusos en cierto sentido que no permitían que lo que se pretendía hacer tuviera el desarrollo esperado: “Las empresas constructoras edifican periódicamente más viviendas que las que puede absorber la demanda lo que lleva a vender unidades por debajo del coste y enfrentarse a la posibilidad de quiebra... hay demasiados buques de pesca, las flotas crecen tanto que capturan más del volumen sostenible y los buques deben permanecer en puerto...”
Límites al crecimiento establecidos inadvertidamente por el mismo elemento que desea desarrollarse...

¿Qué límites existen en nuestras vidas? El Señor Jesucristo enseñó lo siguiente:
  • “...He aquí el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto...” (Mateo 13:1-9)
Si hemos creído, si somos hijos de Dios, si su Palabra está arraigada en nosotros, sabemos que tenemos un camino:
  • “¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1 Corintios 3:5-6)
  • “...para que no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, eso es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí, por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:14-16)
El pecado, y la falta de conocimiento de Su Palabra nos alejarán de Dios y limitarán todo desarrollo en nuestras vidas. Es necesario que nos examinemos, que quitemos todo aquello que nos impida alcanzar el grado de crecimiento espiritual que desea el Señor para nosotros:
  • “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo...” (2 Pedro 3:18)
  • “Nadie os prive de vuestro premio... vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios” (Colosenses 2:18-19)
  • “...habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno... Cristo es el todo, y en todos” (Colosenses 3:9-11)
Recordemos: Debemos prestar mucha atención para alcanzar el más alto crecimiento que Dios espera de nosotros...
TBS

miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Envidiamos?


La Biblia nos dice: “Porque nosotros también... en otro tiempo....viviendo en malicia y envidia... aborreciéndonos unos a otros” (Tito 3:3)

La nota, producto de una investigación, decía: "Vida digital. La red de la envidia... para mucha gente facebook es una fuente permanente de frustración y angustia... De todas las características de la naturaleza humana, la envidia es la más desafortunada. El envidioso no solo desea la desgracia ajena, también está entregado él mismo a la infelicidad... La envidia es la emoción universal que, tarde o temprano surge en cualquiera de nosotros... El que se siente disminuido no percibe que lo que ve no es la vida real del otro sino apenas una versión editada de sus mejores momentos...”

Me llevó a preguntarme ¿Por qué envidiamos? Lo hacemos porque no estamos felices con lo que tenemos y deseamos lo que tiene el otro...
  • “No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos” (Proverbios 3:31)
  • “No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos... ni tengas envidia de los impíos...” (Proverbios 24:1, 19)
  • “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor...” (1 Corintios 13:4-5)
¿Por qué envidiamos entonces? Porque no somos agradecidos a Dios por lo que tenemos, que siempre proviene de la bondadosa mano de Dios:
  • “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5)
  • “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia... y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” (Colosenses 3:12-15)
Estos versículos nos confirman que entre los hijos de Dios no puede desarrollarse la envidia, ya que cada uno de nosotros recibe de Dios lo necesario, y el amor debe imperar en nuestras relaciones.

Dios nos promete plenitud de vida, no solamente una versión editada de la vida espiritual, por lo cual debemos vivirla plenamente sin envidiar al que no conoce a Dios y desarrollando el amor y la generosidad entre los hermanos...
  • “Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento... Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, según los rudimentos del mundo, y no según Cristo” ((Colosenses 2:2-8)
Recordemos: Dios nos da a cada uno lo que necesitamos para cumplir con Sus Propósitos en nuestras vidas...
TBS

martes, 26 de febrero de 2013

Renovación...


La Biblia nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” (Romanos 12:2)

La nota hablaba de una cadena hotelera muy importante, y de los millones de... que invierte en el rediseño de un hotel cinco estrellas. La persona encargada de hacerlo decía: “En todos estos años aprendí que la industria hotelera es muy vulnerable; todos los factores externos la afectan en algún momento: guerras, crisis económicas, volcanes o epidemias… pero también sé que nuestro trabajo lo hacen personas para personas, es decir que somos capaces de crear experiencias que van a tornarse inolvidables en la memoria de nuestros clientes”

Como a todas las cosas, a nosotros los hijos de Dios también nos afectan los factores externos, tal como lo describe el Apóstol Pablo:
  • “...en tribulaciones, en necesidades, en angustias... en desvelos... como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos... como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo...” (2 Corintios 6:1-10)
  • “Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores...” (2 Corintios 7:5)
Asimismo existe en nosotros un trabajo muy valioso que hace de nuestra existencia algo invalorable.

Dios trabaja en nuestras vidas:
  • “El cual se dio a sí mismo en rescate por todos...” (1 Timoteo 2:6)
  • “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir... no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19)
  • “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20)
La Palabra de Dios actúa visiblemente en ellas:
  • “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:12-13)
  • “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1 Tesalonicenses 2:13)
Las personas que Dios pone en nuestro camino dejan su influencia imperecedera:
  • “No nos cansemos, pues, de hacer bien... Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gálatas 6:9-10)
  • “Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje” (3 Juan 5-6)
Recordemos: Dios nos restaura, nos renueva y hace de nosotros una herramienta invalorable para su servicio...
TBS

lunes, 25 de febrero de 2013

Belleza


La Biblia afirma: “Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible...” (1 Pedro 3:4)

La nota hablaba de los “secretos” de belleza de varias estrellas de cine y cada una de ellas por separado compartió el mismo método: “Piel limpia, con un producto de limpieza suave... apenas se despierta limpia su cara... Usa mascarilla ultra hidratante... procedimiento de microdermoabrasión para afinar la piel... tomar dos libros de agua... Leche de coco para hidratar” Y una de ellas agregó: “tener una mirada diáfana”

¡Interesante! La Biblia nos recalca la necesidad de una limpieza profunda:
  • “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmos 119:9)
  • “Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron” (Jeremías 33:8)
  • “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14)
También nos habla sobre los ojos:
  • “Dame, hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos” (Proverbios 23:26)
  • “Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley” (Salmos 119:18)
  • “Porque Jehová es justo y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro... Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmos 11:7; 34:5)
La limpieza es fundamental para lucir cualquier objeto. Si nos vestimos de oro, plata y piedras preciosas, pero no estamos limpios, si todo nuestro exterior brilla artificialmente pero nuestro interior no lo hace, ello opacará todo lo externo.
  • “El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey” (Proverbios 22:11)
  • “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2)
¿Cómo obtener limpieza y brillo interior? Mediante la obra salvadora del Señor Jesucristo:
  • “... la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado... Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:7, 9)
  • “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1)
Debemos aplicar una buena dosis de sabiduría diaria para obtener belleza duradera:
  • “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría... Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará” (Proverbios 4:5,9)
  • “¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará” (Eclesiastés 8:1)
Recordemos: Dios nos da los recursos necesarios para tener belleza interior, y ella siempre se reflejará en nuestro exterior.
TBS

domingo, 24 de febrero de 2013

Vivir con plenitud


En la Biblia leemos: “Me gozaré y me alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias... pusiste mis pies en lugar espacioso” (Salmos 31:7-8)
En la contratapa del diario, un escritor suizo se preguntaba: “¿Qué es la vida?... Una sucesión de cambios y arrepentimientos” y un anciano de 92 años aseguraba: “A veces pienso cuánto tiempo de mi vida he malgastado en inútiles discusiones, impulsos de bronca, problemas mínimos que yo convertí en problemotes” Luego expresaban un canto de la siguiente manera: “Y porque todo pasa... gozo de este día y lo celebro en las cosas bellas y buenas de la vida”

En la Palabra de Dios encontramos una clara definición de lo que es nuestra vida terrenal y como nos conviene desarrollarla y disfrutarla:
  • “... Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14)
  • “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.... Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:2, 6)
  • “... Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3)
Hay cosas que nos llenarán de amargura y nos harán malgastar nuestros días:
  • “Por tanto, no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma... Y este otro morirá en amargura de ánimo, y sin haber comido jamás con gusto” (Job 7:11; 21:25)
  • “Su boca está llena de maldición y de amargura” (Romanos 3:14)
Pero la Biblia también nos guía a alejarnos de aquello que no edifica nuestra existencia:
  • “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes” (2 Timoteo 2:14)
  • “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados... No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas” (Hebreos 12:15; 13:9)
Y muy especialmente nos dice que todo lo que nos ocurre entra en el plan de Dios para nosotros, por lo cual la mejor actitud que podemos mostrar es depender en todo del Señor y disfrutar y agradecer cada circunstancia que debamos atravesar.
  • “... ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?... en todo esto no pecó Job con sus labios” (Job 2:10)
  • “Con todo yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar” (Habacuc 3:18-19)
Recordemos: La vida terrenal es breve, y podemos vivirla con plenitud y gozo, esperando la llegada de la eternidad que pasaremos con Cristo.

TBS

sábado, 23 de febrero de 2013

Lenguaje


La Biblia nos asegura: “Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras...” (Salmos 19:4)

La nota sobre música hablaba de un joven guitarrista y decía: “En busca de un lenguaje propio... me ayudaron mucho mis maestros, me hablaron de la conexión con la música... Del concepto musical, de encontrar un mundo sonoro... Esos consejos me ayudan mucho para encontrar un lenguaje musical propio”

Lenguaje sonoro... Música... Lenguaje propio... ¡La Biblia nos enseña sobre todas estas cosas!

La Creación alaba al Señor:
  • “Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios...” (Job 38:7)
  • “Alabad a Jehová desde los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotros todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; porque él mandó y fueron creados...” (Salmos 148)
Su Pueblo alaba al Salvador:
  • “El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios...” (Deuteronomio 10:21)
  • “... para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tus alabanzas” (1 Crónicas 16:35)
  • “Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia...” (Esdras 3:11)
Alabamos a Dios porque El lo merece y nos dio un nuevo lenguaje:
  • “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11)
  • “... el Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza... y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos...” (Apocalipsis 5:12,14)
Como Pueblo de Dios, tenemos un lenguaje en común, recibido mediante la obra del Señor Jesucristo:
  • “... también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu...” (1 Corintios 2:13)
  • “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos... Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación” (2 Corintios 4:13; 12:19)
  • “Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos, no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1 Tesalonicenses 2:4)
Por 1 Pedro 2:9 sabemos que: “... vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

Recordemos: Todo la Creación nos lleva a alabar a Dios con el nuevo lenguaje del Evangelio de Cristo.
TBS

viernes, 22 de febrero de 2013

Sencillos


La Biblia nos dice: "Jehová guarda a los sencillos..." (Salmos 116:6)

La nota decía: "La sencillez producida. El estilo de la temporada es austero, pero exige planificación... como nunca la simpleza en el atuendo ha sido tan fashion... con la ropa más sencilla y sin que se note que el atuendo "informal" llevó horas de estrategia y planificación... la sencillez es regla, aunque quien la luzca posea millones en su cuenta bancaria... el mayor error es producirse muy por debajo de las expectativas del evento...la sencillez está de moda, pero no hay que tomarse la regla tan en serio..."

La moda que se impone es "parecer sencillo" luego de horas de preparación, cuando en verdad no se lo es. No hay verdad en ello, solo apariencias.

Dios nos enseña a ser sencillos, y que esto sea una actitud del corazón y no una estrategia planificada:
  • “Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad... vanamente hinchado por su propia mente carnal” (Colosenses 2:18)
  • “... con sencillez de vuestro corazón...” (Efesios 6:5)
  • “No juzguéis según las apariencias...” (Juan 7:24)
  • “Y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa” (1 Corintios 7:31)
¿Cómo lograr ser sencillos realmente sin fingimientos? Pues, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, de la Palabra y de los primeros creyentes:
  • “.. aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón..” (Mateo 11:29)
  • “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo” (Salmos 19:7)
  • “... comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo...” (Hechos 2:46-47)
La verdadera sencillez se traduce en humildad puesto que ambas son sinónimos, y ésta es agradable al Señor:
  • “El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y a la honra precede la humildad” (Proverbios 15:33)
  • “Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes” (Lucas 1:52)
Los amigos de Job argumentaban queriendo convencerlo de su sabiduría:
  • “Mis razones declararán la rectitud de mi corazón” (Job 33:3)
El Apóstol Pablo afirmaba con respecto a su conducta y ministerio:
  • “Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros... Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos de Cristo... Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo” (2 Corintios 1:12; 2:17; 10:7)
Tal vez podamos fingir lo que en realidad no somos ante otros seres humanos, pero a nuestro Dios jamás podremos engañarlo.

Recordemos: Dios nos enseña a ser sinceros en nuestras actitudes.
TBS

jueves, 21 de febrero de 2013

Coherentes...


La Biblia nos dice: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo...” (Efesios 4:25)

El artículo llevaba por título “Contradictorio” y decía en referencia a un personaje público: “En efecto, antes de terminar al año, casi sobre el filo de la medianoche... firmó la venta de su empresa... Esta operación fue rápidamente sellada antes que empezara el 1 de enero, para evitar el inexcusable pago de un aumento en los impuestos. Es decir, mientras predica la obligación de que paguen los que más tienen, entre los que se incluye sin titubear, maniobra codiciosamente para escamotear a las arcas fiscales unos... millones de...”

Quienes conocen la operación, dicen que si bien tiene derecho a proteger su patrimonio, hacerlo así evidencia fracturas e hipocresías.

Si no somos coherentes entre dichos y hechos, puede pasarnos lo que dice la Biblia:
  • “Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones” (Ezequiel 36:31)
  • “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16)
En cambio nuestras acciones deberían llevar a otro resultado:
  • “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14-16)
  • “...manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” (1 Pedro 2:12)
Dar al César lo que le corresponde y obedecer a los preceptos de las instituciones debería ser nuestra regla de vida:
  • “Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?... Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario... ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22:17-21)
  • “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernantes, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos... Temed a Dios. Honrad al rey” (1 Pedro 2:13-17)
En lo que dependa de nosotros debemos ser honestos, transparentes y sin contradicciones entre nuestros dichos y nuestros hechos.

Recordemos: Nuestras obras harán que otros glorifiquen a Nuestro Dios...
TBS

miércoles, 20 de febrero de 2013

Disfrazados...


La Biblia nos dice: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan...” (2 Corintios 11:13-14)

La nota hacía referencia a un delincuente peligroso, recién salido de la cárcel que se hizo pasar por un comisario inspector, consiguió una novia con un puesto de jefe policial y participó en actividades importantes como inspecciones a seccionales, revisión de libros, control de calabozos, presentó sus condolencias a los familiares de un policía asesinado, estuvo junto al ministro de Justicia y Seguridad en la graduación de los cadetes en la escuela de Policía, le consiguió un ascenso a su novia y finalmente fue descubierto, no por sus “pares” sino por un empresario asaltado, a quien le hicieron sospechar sus gestiones policiales en el robo.

¡Increíble! Pero real... Aunque es algo que también sucede en otros ámbitos, sobre lo cual la Biblia nos alerta pera que no seamos engañados.

Puede haber engañadores que dicen enseñar la Palabra de Dios:
  • “Pero éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia...” (2 Corintios 11:13-15)
  • “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis...” (Mateo 7:15-16)
Puede haber enemigos de la Palabra de Dios:
  • "He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán... Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros” (Mateo 10:16-20)
Puede haber falsos creyentes en las iglesias:
  • “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1)
  • “Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras...” (2 Timoteo 3:13-15)
Y especialmente están aquellos que niegan directamente a Cristo:
  • "Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. Mirad por vosotros mismos... Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios... Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras” (2 Juan 7-11)
Recordemos: Habrá engañadores... debemos estar atentos para no ser nosotros los engañados...
TBS

martes, 19 de febrero de 2013

La Carrera...


La Biblia nos dice: “Por el camino de tus mandamientos correré...” (Salmos 119:32)

El artículo, cuyo título era, “Hábito saludable. Se duplicó la cantidad de gente que corre” se explayaba diciendo: “Fue en los últimos años... muchos le atribuyen propiedades curativas contra los males actuales de este mundo, como un antídoto contra... al correr, la producción de dopamina hace el ejercicio más placentero y ayuda a que no se quiera parar... quienes corren lo hacen además con insistencia...”

En la Biblia también leemos que nuestra vida cristiana y nuestro servicio al Señor se pueden comparar con una carrera:
  • “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura, de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:24-27)
El artículo sobre los que corren detallaba algunas recomendaciones para llevar a buen término el ejercicio de correr. Podemos aplicar estos principios a nuestra carrera cristiana, mediante lo que la Palabra de Dios nos enseña.

Físicas: Antes de la actividad todos deben realizarse una evaluación de salud y aptitud física.
  • “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado” (Filipenses 2:15-16)
Alimenticias: Nunca se debe hacer actividad física en ayunas.
  • “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:17)
Indumentaria: Conviene abrigarse en capas y con tejidos que no retengan la humedad y evaporen el sudor. Elegir calzado adecuado con asesoramiento.
  • “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo... por tanto, tomad toda la armadura de Dios... ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6:10-20)
Que al final de la Carrera podamos decir, como en 2 Timoteo 4:7-8:
  • “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el señor, juez justo en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
Recordemos: Participamos en una Carrera para la cual debemos estar plenamente preparados...
TBS

lunes, 18 de febrero de 2013

¡No nos olvidemos!


La Biblia nos dice: “En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré” (Salmos 145:5)

La nota, dura y triste sobre una tragedia ferroviaria de la que se cumplirá un año decía: “La indiferencia que mata... los llamados de atención no parecen lograr mucho eco en la sociedad... se sorprenden ante el escaso interés que demuestran los pasajeros... tan parecidos a aquellos otros que abordaron el tren aquella mañana... pasar de largo, dar vuelta la cara frente a un recordatorio...”

Hay cosas que como hijos de Dios debemos olvidar... Otras deben permanecer siempre en nuestra memoria... En cuanto a la vida personal y al pecado del que fuimos rescatados, debemos dejarlo atrás como leemos:
  • “...una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante” (Filipenses 3:13)
Pero, en cuanto a los hechos concretos de Dios, en cuanto a su Palabra y su Poder, es nuestra responsabilidad recordarlos y transmitirlos a los demás:
  • “Por tanto guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos... Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Deuteronomio 4:9; 6:6-7)
  • “Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca” (1 Crónicas 16:12)
  • “Bendice alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios... Me regocijaré en tus estatutos, no me olvidaré de tus palabras” (Salmos 103:2; 119:16)
También tenemos una ceremonia especial, recordatorio de la Obra del Señor Jesucristo a nuestro favor:
  • “Y habiendo tomado la copa, dio gracias y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros... Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:17-19)
Y asimismo debemos recordar algunas actividades que no deben faltar en nuestras vidas:
  • “Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos... y de los maltratados... Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios...Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis...” (Hebreos capítulo 13)
Que el Señor no tenga que decirnos, como en Marcos 8:17-21:
  • “...¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?... ¿Cómo aún no entendéis?”
Todo lo que Dios hizo debe permanecer en nuestra memoria y llevarnos a ser agradecidos y glorificar su nombre.

Recordemos: Si olvidamos su Obra, perderemos de vista su Persona y no difundiremos su Palabra.
TBS

domingo, 17 de febrero de 2013

Cada uno en especial...


La Biblia nos dice: “Te alabaré, porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado” (Salmos 139:14)

Un conocido diseñador de modas, en el reportaje de la revista afirma: “Somos tribus que siguen a las modas... yo hago mi producción, uno de cada uno sin repetirme...”

Salvando las inmensas distancias entre un representante de la moda y la Obra invalorable de Nuestro Dios en la vida del ser humano, me llevó a pensar precisamente en esa obra individual y magnífica que hace Dios:

La Creación del primer ser humano:
  • “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27)
Luego vino cada uno de los demás, nosotros, de los cuales la ciencia moderna mediante las huellas digitales antiguamente, y a través del ADN en la actualidad, demuestra que no hay dos iguales.
  • “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre... no fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” (Salmos 139:13-16)
Pero, más allá de lo genético o físico, a quienes somos sus hijos Dios nos crea espiritualmente en Cristo, a cada uno en particular:
  • “Pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho... Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso... para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros... vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:7,18, 27)
  • “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados” (Mateo 10:29-30)
  • “Porque hechura suya somos, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10)
Y complementando su obra espiritual en nuestras vidas, Dios se relaciona en manera personal con cada uno de nosotros:
  • “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15)
  • “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” (139:2-4)
Por ello, si pensamos con detenimiento en esto, solo podremos exclamar como el salmista:
  • “Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender” (Salmos 139:5-6)
Recordemos: Somos la Obra Personal e Individual de Nuestro Gran Dios...
TBS

sábado, 16 de febrero de 2013

Mentira... Verdad...


La Biblia nos dice: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3:9)

El artículo decía así: “...(nombre de un personaje) y la mentira heroica... las mentiras son para ocultar y engañar. Pero admiten matices. Por caso, la mentira piadosa cuyo fin último no es el ocultamiento o el engaño para obtener alguna ventaja, sino evitar el sufrimiento a otra persona. Igual que la mentira piadosa la de... (dicho personaje) tiene la esencia de todas las mentiras: el engaño, la falta de verdad”

Exactamente así es, todas las mentiras tienen una misma esencia declarada por el Señor Jesucristo:
  • “¿Por qué no podéis entender mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44)
La Palabra de Dios nos advierte, enseña y previene de la siguiente manera:
  • “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda... No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira...” (Apocalipsis 21:8,18)
  • “De palabra de mentira te alejarás...” (Éxodo 23:7)
  • “Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas” (Zacarías 8:16)
  • “Destruirás a los que hablan mentira, al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová” (Salmos 5:6)
  • “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones” (1 Pedro 2:1)
  • “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros” (Efesios 4:25)
Si no hay verdad solo puede haber mentira premeditada según leemos:
  • “Porque no hablan paz; y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas... Agravios maquina tu lengua, como navaja afilada hace engaño. Amaste el mal más que el bien, la mentira más que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perniciosas, engañosa lengua” (Salmos 35:20; 52:1-4)
En la contratapa del periódico afirmaban: “¡Cuántas mentiras sostiene la conducta de los que ocultan sus verdades. Ellas terminan por confundirlo, enredarlo, perturban su discernimiento, obscurecen sus pensamientos”

La Biblia nos enseña con claridad a hablar verdad; solamente debemos seguir sus enseñanzas al pie de la letra, y podremos disfrutar de una vida agradable al Señor y beneficiosa a nuestro prójimo.

Recordemos: Hablemos verdad unos con otros, siguiendo el Ejemplo de Nuestro Señor, Dios de Verdad...
TBS

viernes, 15 de febrero de 2013

Presente y Futuro...


La Biblia nos dice: “Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:19)

La nota, sobre diferentes actitudes de toda una comunidad hacia hechos públicos ocurridos hace mucho tiempo atrás decía: “El pasado debe servirnos para inventar un futuro que el presente necesita con urgencia”

La gran mayoría de las personas ven su presente y su futuro condicionados por su pasado, especialmente si éste fue conflictivo o traumático. Y muchos, no logran vivir dignamente su presente ni soñar su futuro a causa de este hecho.

Para los que confiamos en el Señor, el nos dice acerca de nuestro pasado:
  • “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre... y no olvides ninguno d esus beneficios él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias... No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados” (Salmos 103:1-3, 10)
  • “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19)
  • “Añade: nunca más me acordaré de tus pecados y transgresiones” (Hebreos 10:17)
Al ser perdonados de nuestros pecados, tenemos la oportunidad de cambiar nuestro pasado por una nueva vida en Cristo:
  • “Porque el pecado no se enseñoreará más de vosotros; porque no estáis bajo la ley sino bajo la gracia” (Romanos 6:4)
  • “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, (por gracia sois salvos)... Esto, pues, digo y requiero en el Señor; que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente... En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre... y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 2:5; 4:17-24)
Y precisamente es esta nueva vida la que nos provee un futuro que de otra manera sería inimaginable:
  • “Cuando Cristo, nuestra vida se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Colosenses 3:4)
  • “En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos... aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo... para que justificados por su gracia, viniéramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna” (Tito 1:2; 2:13; 3:7)
De esta manera, se hace palpable lo que dijo el Apóstol Pablo:
  • “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14)
Recordemos: No hay esperanza de futuro sin un presente en Cristo que borre totalmente los pecados de nuestro pasado...
TBS

jueves, 14 de febrero de 2013

No practicamos el pecado...


La Biblia nos dice: “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias” (Romanos 6:12)

La nota, escrita por un ex presidente de un país geográficamente grande decía: “No ocultar la desilusión... no soy propenso a quejas ni desalientos... no obstante pensando en lo que diría este artículo sentí cierta melancolía. ¿Escribir otra vez sobre...? Ya todo se sabe y todo está dicho... no me da gusto escarbar en fechorías y refregar más piedras en quien, en esta materia, ya se desmoralizó bastante...”

Ese hombre hablaba de malas acciones realizadas por gobernantes de su país. Me llevó a pensar en las malas acciones que cometemos los hijos de Dios y como se reacciona ante ellas, tanto a nivel personal como la Iglesia.

¿Qué sucede cuando alguien comete actos indignos de su condición de hijo de Dios? La Biblia nos habla de conductas y disciplinas:
  • “Esto pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles... teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios... se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente... por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo.... airaos, pero no pequéis….el que hurtaba no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno... ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación...” (Efesios 4:17-32)
Cualquier pecado que hubiéremos practicado, debemos dejarlo de lado en el Señor. El perdón de Dios cubre todo nuestro pasado, pero nos instruye para una nueva vida en el presente y el futuro donde no se incluye la posibilidad de pecar y permanecer esclavizados en el pecado...
  • “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios... amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser... cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro... nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo... Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Juan capítulo 3)
Practicar continuamente un pecado, sea nuevo o de los antiguos, solo demuestra que la esencia justa y santa de Dios no permanece en nosotros. Debemos tomar conciencia de este hecho, y examinarnos a nosotros mismos:
  • “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos que Jesucristo está en vosotros a menos que estéis reprobados?... Y oramos a Dios que ninguna cosa mala hagáis...” (2 Corintios 13:5-7)
Recordemos: Si somos hijos de Dios no permaneceremos en el pecado...
TBS

miércoles, 13 de febrero de 2013

La Alegría del Señor...


En la Biblia leemos: “Tú diste alegría a mi corazón...” (Salmos 4:7)

En la contratapa del periódico decía: “Rescato del pasado lo que me dio paz y belleza y me hizo dichosa... No apagará la luz de este día, las sombras de lágrimas ya vertidas” y “Lo importante: no perder el sentido del humor”

Muchas veces, equivocadamente, pensamos que vivir de acuerdo a las enseñanzas de la Palabra de Dios debe ser aburrido, o poco alegre. Tal vez nos llenamos de “obligaciones y preceptos” que parecen una pesada carga y nos olvidamos del gozo y la alegría que nos da el Señor y que significa andar en sus caminos.

Veamos qué nos dice la Biblia sobre nuestro estado anímico...

En toda circunstancia:
  • “Luego ordenó... los oficios en la casa de Jehová... para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos...” (2 Crónicas 23:18)
  • "...no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10)
  • “Me mostrarás la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre... Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío” (Salmos 16:11; 43:4)
  • “Como entristecidos, mas siempre gozosos...” (2 Corintios 6:10)
Como resultado de la Salvación:
  • “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hechos 13:52)
  • “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz... contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22)
  • “Estad siempre gozosos” (1 Tesalonicenses 5:16)
El Señor Jesús nos recuerda que otros verán cómo somos y qué hacemos y creerán en Dios:
  • “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16)
El Señor Jesús era invitado a fiestas, a comer con familias, a bodas. Era bien recibido por sus amistades y la gente deseaba estar en su compañía:
  • “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo... Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente...” (Lucas 15:1-7)
¿Iluminará a alguien una cara amargada y un corazón triste?... No lo creo. Jesús y el cielo se alegran por los pecadores arrepentidos... ¿Viviremos entristecidos nosotros que gozamos de esa Salvación?

Recordemos: El gozo y la alegría de la Salvación no pueden ocultarse...
TBS

martes, 12 de febrero de 2013

Felices...


En la Biblia leemos: “...Bienaventurados todos los que en él confían” (Salmos 2:12)

La nota, de un prestigioso columnista gráfico decía: “La felicidad no resiste el envasado” Luego describía las categóricas afirmaciones de muchas figuras del espectáculo acerca de su maravillosa felicidad actual, y también de algunos desamparados que muestran eternas sonrisas en sus rostros relajados, viviendo en diferentes lugares de la ciudad, a la intemperie. Agregaba: “el menjunje consiste en esa materia llamada autoayuda, cosa amorfa y exitosa mezcla de psicología de entrecasa, lugares comunes y religión devaluada... el genial pensador y escritor... pasó la mayor parte su vida en la pobreza y el abandono... nos podrán decir que quienes viven así padecen de un indecible sufrimiento psíquico y sobrellevan un sinnúmero de penalidades. Pero acaso, de extraña manera conocen felicidades de las cuales no sabemos nada”

No siempre en la pobreza y el abandono se logra esa felicidad que menciona. Pero es verdad que ésta no depende del envase ni de las circunstancias que se viven.

Dios nos asegura:
  • “Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño... Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí... Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza...” (Salmos 32:2; 33:12; 40:4)
La verdadera felicidad consiste en estar en Paz con Dios:
  • “...el rey se alegra en tu poder, oh Jehová; y en tu salvación, ¡cómo se goza! Le has concedido el deseo de su corazón, y no le negaste la petición de sus labios. Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien... grande es su gloria en tu salvación, honra y majestad has puesto sobre él. Porque lo has bendecido para siempre, lo llenaste de alegría con tu presencia. Por cuanto el rey confía en Jehová, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido” (Salmos 21:1-7)
  • “Has cambiado mi lamento en baile, desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría” (Salmos 30:11)
  • “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1)
El Apóstol Pablo no tenía ninguna duda:
  • “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?... antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:38)
  • “No sea, pues, vituperado vuestro bien; porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:16-17)
  • “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:3)
Y si "estamos en Cristo" , debemos seguir esta enseñanza del Señor:
  • “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (2 Corintios 13:11)
Recordemos: Solo Dios nos dará felicidad permanente y duradera...
TBS

Establecidos y Asegurados

En la Biblia leemos: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16)

La nota, realizada a una crítica de arte y narradora, decía: “La pregunta por la identidad obsesiona desde siempre... La literatura intentó respuestas de realismo mágico... hoy el arte propone otros itinerarios... pero las respuestas que podemos hallar en las obras literarias y plásticas son desmedidas, reniegan de... disiente de... y ponen en nuestros hombros un mundo que parece otro... esas obras provocan inestabilidad en lo que sentimos y pensamos”

El ser humano busca identidad, necesita seguridad y estabilidad, y aún aquello que podría ayudar, según esta experta tampoco lo consigue.

La Biblia nos asegura quiénes somos:
  • “Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura” (1 Crónicas 29:15)
  • “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19)
  • “...mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios...” (1 Pedro 2:9)
También nos da seguridad acerca de dónde estamos:
  • “Mas yo en ti confío, oh Jehová... En tu mano están mis tiempos...” (Salmos 31:4-15)
  • “...en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él” (Efesios 3:11-12)
  • “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo... y éramos por naturaleza hijos de ira... Pero Dios, que es rico en misericordia, con su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:1-6)
Y nos enseña que en El tenemos nuestros pensamientos y sentimientos bien afirmados:
  • “Afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud” (Salmos 111:8)
  • “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3)
  • “...para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre...” (1 Tesalonicenses 3:13)
En Efesios 3:14-19 leemos:
  • "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” 
¡Qué maravilloso es saber esto! ¡Y contar con la seguridad que solamente Dios puede darnos!

Recordemos: El Señor es quien nos da nueva identidad y seguridad en Cristo Jesús...
TBS

lunes, 11 de febrero de 2013

Apreciando lo bueno

En la Biblia leemos: “Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo" (Filipenses 2:3)

El artículo decía: “El arte de convivir. Identikit de las distintas generaciones cuando integran un equipo laboral. ¿Cómo conciliar las diferentes visiones del trabajo, la vida personal y el éxito?... cuando en un lugar de trabajo conviven personas de diferentes edades, es probable que haya conflictos o problemas de comunicación”

¡Cuánta verdad! Pero qué bueno es unir experiencias: las de los mayores en años, con más sabiduría y conocimientos y la de los jóvenes con ideas modernas, fuerza y empuje.

Los mayores enseñando lo que saben. Los jóvenes aprendiendo y siendo más sabios: 

  • “Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia... para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio y aumentará el saber” (Proverbios 1:2-4
  • “Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, Aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra...” (Eclesiastés 9:16-18)
Unos pueden ser más prudentes quizás... Otros más emprendedores. Unos más ejercitados por la experiencia…...otros aprendiendo de ella. Pero todos con sabiduría:
  • “Todo hombre prudente procede con sabiduría..." (Proverbios 13:26)
  • “...la gloria de los jóvenes es su fuerza; y la hermosura de los ancianos es su vejez” (Proverbios 20:29)
  • “Aún el muchacho es conocido por sus hechos...” (Proverbios 20:11)
  • “Si se embotare el hierro y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir” (Eclesiastés 10:10)
Permaneciendo en el Señor unos y otros pueden unirse en un mismo objetivo:
  • “Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Corintios 1:10)
  • “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (2 Corintios 13:11)
  • “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste...” (Juan 17:23)
  • “Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:3)
Y esa unión, permitirá que los objetivos se alcancen y que el resultado se obtenga íntegramente:
  • “Sea la gloria de Jehová para siempre; alégrese Jehová en sus obras” (Salmos 104:31)
  • “...y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17)
Recordemos: Dios nos utiliza a cualquier edad... No desperdiciemos lo que otros pueden aportar a nuestras vidas...

TBS