sábado, 31 de agosto de 2013

Elección de Vida...

Nuestra sociedad es salvajemente consumista; cada día surgen novedades que dejan en la condición de trastos viejos aquellas maravillas tecnológicas que compramos hace poco tiempo con mucho esfuerzo y entusiasmo. No es suficiente tener algo para vender, esto debe ser lo suficientemente atrayente como para entrar por los ojos y generar un deseo irresistible por comprarlo…

Desde el comienzo de los tiempos el ser humano ha sido seducido por aquello que le parecía atractivo…
  • “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar sabiduría y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (Génesis 3:6)
En sintonía con este concepto el Apóstol Juan agregaba:
  • “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”  (1 Juan 2:16)
¿Cuál es la secuencia que nos demuestran estos pasajes?
  • Lo VEO – Los deseos de los ojos
  • Me GUSTA – Los deseos de la carne
  • Lo QUIERO – La vanagloria de la vida
Salomón también decía:
  • “No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena” (Eclesiastés 2:10)
Eclesiastés capítulo 2 es un verdadero canto al egoísmo. El uso permanente de expresiones tales como: “mi corazón”, “mi carne”, “mis obras”, “para mí”, “me hice”, “me amontoné”, manifiestan el enfoque egocéntrico de Salomón en esta etapa de su vida. Todo giraba en torno a sus pasiones desenfrenadas. Cuando Salomón construyó el trono de oro y marfil para su palacio simplemente estaba manifestando aquello que sucedía en su corazón…

Pero lo verdaderamente lamentable se encuentra en el verso 11 del Capítulo 2:
  • “Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol” (Eclesiastés 2:11)
No es posible transitar por dos veredas… sabiduría y necedad son opuestos como el agua y el aceite; expresado en un dicho popular sería algo así como pretender “estar bien con Dios y con el diablo”. Salomón lo intentó y su reflexión final fue que todo ello no tuvo sentido…

Santiago nos previene:
  • “…Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia después que ha concebido da a luz el pecado, y el pecado siendo consumado, da luz a la muerte” (Santiago 1:14-15)
Concretamente, el egoísmo llevado al extremo transforma una vida normal en un verdadero peligro…

Recordemos: Podemos hacer de nuestra existencia un arma o una medicina… Es sencillamente una cuestión de como elegimos vivir…
DECH

viernes, 30 de agosto de 2013

El Peligro que enfrentamos...

Aunque nos duela reconocerlo, la maldad no es lo único malo que hay en este mundo… Podemos llevar una larga existencia como verdaderos santos pero a pesar de ello terminar la carrera fallando seriamente a Dios y a quienes confiaron en nosotros. Salomón es un caso paradigmático en este sentido… ¿Cómo es posible que aquel joven rey tan prometedor terminara de la manera en que lo hizo?

Su Comienzo: En los primeros capítulos de 1 Reyes descubrimos como la sucesión al trono de David estaba llena de intrigas palaciegas dignas de una novela de Shakespeare y en medio de esta situación, Salomón fue ungido como nuevo rey en Israel. Tuvo un período de establecimiento en el reinado, en el cual toma fuerza…
  • “Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón” (1 Reyes 2:46)
Su Crecimiento:La frase que describe este tiempo en la vida de Salomón se encuentra en 1 Reyes 3:3:
  • “Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David”
Aparentemente el joven rey había captado el sentir de su padre, un hombre “conforme al corazón de Dios”, y por ese motivo procuró establecer bases sólidas a su reinado.

Su Clímax:Su ascenso fue lento al principio, pero a medida que se dieron las condiciones adecuadas éste tomó un rumbo vertiginoso que lo catapultó a las alturas de la consideración popular.
  • “Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón” (1 Reyes 10:24)
En ese momento, Salomón se encontraba en el punto mas atractivo de su vida; era reconocido, tenía poder, todo sonreía a su alrededor. Fue entonces donde sin querer firmó el acta rendición… A partir de entonces solo le esperaba el fracaso…

Su Caída:Un rey escogido por Dios debía ser celoso en guardar unos pocos requisitos:
  • “Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos… Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia…” (Deuteronomio 17:16-20)
A pesar de haber empezado tan bien, a la hora de la verdad hizo todo al revés… observemos:
  • "Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes” (1 Reyes 4:26)
  • “Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón” (1 Reyes 11:3)
En algún punto Salomón dejó de amar a Dios y comenzó a amarse a sí mismo, y por causa de su egoísmo buscó satisfacción en caballos, mujeres y riquezas… ¿Somos diferentes a Salomón? No, enfáticamente ¡No!… La vida es un peligro para aquel que pierde el objetivo y va tras la satisfacción personal.

Recordemos: “Terminar bien” es la meta de quien desea tener una vida exitosa...
DECH

jueves, 29 de agosto de 2013

El Peligro de la Vida…

Los personajes terribles como Ted Bundy se repiten a lo largo de la historia. Algunos de ellos como Adolfo Hitler o Idi Amín Dada fueron jefes de estados a los que impregnaron de su propia crueldad asesinando a personas inocentes solo para saciar sus ansias de poder.

Debemos considerar que la historia humana, de Caín hasta la fecha, nos presenta innumerables ejemplos de personas aparentemente “normales” que llevaron actos horribles en contra de sí mismos y otros.

En este caso menearemos la cabeza y con un dejo de tristeza afirmaremos… “¡Es horrible lo que hace el pecado y vivir separado de Dios a las personas!”

Podemos reflexionar que la condición humana es tan inestable como la combinación del sodio con el agua; ambos elementos por separado son útiles y beneficiosos, pero juntos reaccionan violentamente. Dentro de cada persona que habita sobre la tierra hay componentes en ebullición que usados convenientemente pueden generar la belleza de un cuadro o la armonía de una sinfonía, pero puestos bajo presión y enfocados desacertadamente traen aparejados dolores imposibles de prever.

Al Apóstol Pablo le preocupaba el Mensaje que debía transmitir en referencia a la Obra de Redención, y la necesidad imperiosa del ser humano de Perdón y Misericordia de Dios. Alguien que piensa que está sano no va a considerar imprescindible, ni urgente acercarse a un hospital. De la misma manera, nadie que no se considere condenado y pecador va a acudir a Dios en busca de perdón.

Para enseñar claramente ese concepto el Apóstol divide a la Humanidad en tres grandes grupos que podríamos describir de esta manera:
  • Los depravados (Romanos 1:21-32)
  • Los moralistas (Romanos 2:1-16)
  • Los religiosos (Romanos 2:17-29)
Y luego de presentar esta semblanza de la condición humana recuerda que “todos están bajo pecado” (Romanos 3:9) tras lo cual afirma con absoluta convicción:
  • “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios” (Romanos 3:19)
Es interesante observar como el argumento de Pablo va delineando la escalera descendente de la depravación humana. En el Capítulo 1 de Romanos, después de decir que la existencia de Dios es una obviedad para quien presta atención a las cosas creadas, se dedica a mostrar hasta donde puede caer un hombre si se deja dominar por sus deseos:
  • “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (Romanos 1:24)
  • “Por eso Dios los entregó a sus pasiones vergonzosas…” (Romanos 1:26-27)
  • “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1:28)
¿Que esperanza tiene entonces la humanidad? La certeza absoluta de esta verdad: “Mas Dios muestra su Amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)

Recordemos: La Vida es un Peligro… Si vamos tras nuestros deseos la caída será libre y sin red de contención…
DECH

miércoles, 28 de agosto de 2013

Salvación para el pecador...

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9)

El 24 de enero de 1989 a las 7:04 a.m. Theodore (“Ted”) Robert Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica. Según se reporta, tuvieron que sacar a Bundy de su celda por la fuerza. Afuera de la cárcel numerosas personas esperaban la noticia y cuando el vocero de la institución declaró la muerte de Bundy se escucharon vítores y aplausos, incluso hasta lanzaron fuegos artificiales.

Este breve informe es espeluznante… ¿Quién podía merecer tanto desprecio como para que su ejecución fuera festejada con fuegos artificiales?

Ted Bundy fue uno de los más crueles y sádicos asesinos en serie de la historia. Cuando fue ejecutado solo tenía 43 años y una larga carrera de terror sobre sus hombros. Más allá de circunstancias adversas en su niñez y juventud, no hay nada que explique como un hombre, que supo destacarse en los estudios de derecho y que recibiera una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado, pudo llegar a tales niveles de sadismo.

La historia humana, de Caín hasta la fecha, nos presenta innumerables ejemplos de personas aparentemente “normales” que llevaron actos horribles en contra de sí mismos y otras personas.

Dentro de cada persona que habita sobre la tierra hay componentes en ebullición que usados convenientemente pueden generar la belleza de un cuadro o la armonía de una sinfonía, pero puestos bajo presión y enfocados desacertadamente traen aparejados dolores imposibles de prever.

Desde este punto de vista debemos reconocer que administramos una carga peligrosa, el menor descuido puede llevarnos al desastre… Por eso es necesario recordar que: La Vida es un Peligro… Potencialmente podemos generar mucho daño a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Dios, de manera Maravillosa y Soberana, estableció un Plan Perfecto para rescatar a la Humanidad perdida en el pecado y separada de El por la Eternidad:
  • “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios”  (Romanos 3:23)
La manera de hacerlo fue por medio de Su Amor expresado en el Sacrificio de Cristo para llevar la culpa generada por nuestra propia maldad:
  • “Mas Dios muestra su Amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)
  • “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de  Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23)
Toda la carta a los Romanos está impregnada de este sentir: La Justicia de Dios es aplicada al ser humano, gracias a la Preciosa Sangre de Cristo, solamente por medio de la fe...
  • “Porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Más el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17)
Recordemos: La Salvación obtenida por el Señor Jesucristo puede alcanzar al corazón más pervertido…
DECH

martes, 27 de agosto de 2013

¿Entendemos la vida?

El Apóstol Pablo decía: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día… No mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16, 18)

No debemos escatimar esfuerzos para aprovechar las múltiples oportunidades de permitir a Dios ser una realidad cotidiana en nuestra vida y en las de quienes nos rodean, porque la Eternidad contempla nuestros hechos y hacia ella vamos.

Si somos sinceros debemos aceptar nuestra:
  • Ignorancia en referencia al “tiempo” y su desarrollo.
  • Indiferencia ante los peligros que desconocemos.
  • Imposibilidad de librarnos de un mal repentino.
Cinco razones por las cuales la vida es una paradoja:
  1. Nos enseña pero normalmente esas lecciones llegan demasiado tarde… Nuestro vocabulario está lleno de expresiones tales como: “Si hubiera sabido”, “¿Por qué no me dijiste?”, “Nunca más lo voy a hacer”, etc. Estas demuestran que la mayoría de nuestros errores nacen de situaciones no previstas o desconocidas.
  2. Aprendemos muchas cosas a lo largo de la vida pero nadie puede enseñarnos a vivir. Esa es la razón por la cual Salomón recomienda que hagamos todo lo que venga a nuestra mano para hacer. Vamos descubriendo como hacerlo de la misma manera en que leemos un pergamino, desenvolviendo cada día para aprender un poco más.
  3. No hay manera que nuestras capacidades, dones o talentos nos garanticen los buenos resultados. Solemos pensar que ya tenemos el camino asegurado, pero esto de ninguna manera es así. En una sociedad que valora de manera superlativa la belleza, la riqueza o el conocimiento, nadie puede asegurar que buena presencia, dinero o sabiduría van a generar una vida dichosa y exenta de dolores.
  4. Los problemas nunca avisan, llegan sin que los esperemos. Un día soleado puede tener agazapada una tormenta de características huracanadas. No sabemos cuando y de donde vendrá la angustia, solo sabemos que esta incertidumbre debe transformarnos en personas más reflexivas. No necesitamos sufrir una pérdida para lamentar el tiempo perdido cuando podemos disfrutar cada día haciendo lo correcto y viviendo plenamente.
  5. Dios es Soberano y permite situaciones que nos descolocan para nuestro bien. Si todo fuera previsible y se encontrara bajo nuestro control nos creeríamos dioses. El en su Bondad sabe lo que necesitamos y cuando lo necesitamos.
Esa era la razón por la que Pablo escribía a los Corintios:
  • “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”  (2 Corintios 12:9-10)
Recordemos: Hay una sola manera para prepararse para el “día malo”… Viviendo cada día como “bueno”...
DECH

lunes, 26 de agosto de 2013

Ignoramos el Mañana…

Salomón dice en Eclesiastés 9:12: “Así son enlazados en el tiempo malo”

Expresión que se desliza dentro del siguiente contexto:
  • “...el hombre tampoco conoce su tiempo… como los peces… Y como las aves… Así son enlazados en el tiempo malo... cae de repente sobre ellos”
Todos pensamos que podemos “dominar el tiempo”, pero la verdad es que excepto poner en hora nuestros relojes no estamos en condiciones de hacer mucho más. Solemos llevar agendas detalladas, fijar citas y entrevistas, administrar adecuadamente cada minuto de nuestra vida, pero de ninguna manera tenemos la capacidad de “conocer el tiempo"… Esa ignorancia natural puede jugarnos malas pasadas porque no sabemos (literalmente) lo que nos espera a la vuelta de la esquina…

No existe el hombre que pueda conocer de antemano los imponderables. Hacemos planes, y está muy bien hacerlos, pero nada del mundo puede asegurarnos que podremos llevarlos a cabo. Las situaciones inesperadas están permanentemente acechándonos a pesar de nuestra ignorancia al respecto.

Dicha ignorancia genera indiferencia; si no sabemos que nos puede suceder no nos preocupamos por ello. Esto también es bueno, ya que no podemos estar esperando males que quizás nunca nos lleguen, pero, el problema es cuando la indiferencia nos transforma en imprudentes.

Salomón dice: “Así como los peces caen en la red maligna y las aves caen en la trampa, también los hombres se ven atrapados por una desgracia que de pronto les sobreviene” (NVI)

Los problemas llegan a nosotros de manera sorpresiva, es cierto, pero eso no nos faculta para vivir irresponsablemente… No somos aves o peces que actúan por instinto; conocemos perfectamente nuestra realidad y los peligros del camino, a pesar de ello seguimos actuando como si nosotros y lo que nos rodea fuéramos eternos.
  • “Y un día aconteció…” (Job 1:13)
Podemos identificarnos con esta frase y hacer memoria de muchos detalles dolorosos de nuestra historia que simplemente sucedieron “un día”… Puedo pensar en uno de ellos del cual tengo la fecha registrada a fuego en mi mente y corazón:

Y un día… el 11 de Agosto de 1985 en la Ciudad de Luján, Provincia de Buenos Aires murió a la edad de 62 años un extraordinario señor llamado Juan Ernesto Chevriau, mi papá… Pero, ¿sabe?… el 11 de Agosto de 1985 no es un día que me preocupe en la historia de mi vida. Hicimos todo lo que pudimos por papá durante su enfermedad, tenemos la conciencia tranquila… El día que me preocupa es el 11 de Agosto de 1984. Quizás usted piense que pasó algo malo, que tuve una discusión con él… no, nada de eso. Me preocupa esa fecha porque faltaba exactamente un año para que muriera mi padre y yo… no lo sabía...

La verdad es que no hay manera de saber lo que nos espera, pero si de vivir intensamente como si mañana mismo pudiera suceder... Es HOY… Es lo que tenemos a mano, son nuestros seres queridos, es Dios y Su Obra Maravillosa…

Recordemos: La vida es una paradoja porque nos enseña tarde y suele no darnos revancha…
DECH

domingo, 25 de agosto de 2013

¡Olvidemos el Pasado!

Leemos: “Tiempo y ocasión acontecen a todos” (Eclesiastés 9:11)

Esto se menciona después que Salomón se refiere a situaciones sumamente paradójicas:
  • “ni es de los ligeros la carrera”
  • “ni la guerra de los fuertes”
  • “ni de los sabios el pan”
  • “ni de los prudentes las riquezas”
  • “ni de los elocuentes el favor”
Si observa con atención esta lista se dará cuenta que habla de virtudes altamente valoradas en nuestra sociedad elitista y que normalmente van asociadas con el éxito…

Pero Salomón sabiamente afirma que ninguna de esas cualidades puede asegurarnos la victoria… ¿Por qué?… Simplemente, “a todos les llegan buenos y malos tiempos” (NVI)
Tenemos en nuestros recuerdos elencos deportivos que con su sola presencia debían adjudicarse algún torneo. La prensa suele llamarlos “Equipo de los Sueños”, “Los Fantásticos” o cosas por el estilo… Se daba por hecho que el camino a la victoria estaba asegurado y el título de campeón sería solo asunto de “coser y cantar”. En la mayoría de los casos la caída resonó demasiado fuerte, porque cuando nadie lo esperaba fueron superados por jugadores de menor jerarquía pero unidos por un gran sentido de equipo y mucha motivación…

El Apóstol Pablo daba su testimonio personal en referencia a este asunto de la siguiente manera:
  • “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago; olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”  (Filipenses 3:12-14)
Tener la capacidad de “olvidar lo que queda atrás” es esencial para vivir plena y maduramente.

Solemos considerar que debemos dejar las cosas malas, lo cual es aconsejable, pero Pablo no habla solo de ellas, sino de muchas virtudes, hechos o victorias que pueden confundir nuestra visión haciéndonos creer que ya sea porque hemos sido ligeros, fuertes, sabios o prudentes no tendremos inconvenientes en salir airosos ante los diferentes desafíos que tenemos por delante.

¡No podemos hacer nada que nos asegure un buen resultado!, por lo tanto es fundamental olvidar el pasado (sea bueno o sea malo) y vivir el presente plenamente sabiendo que en el día a día construimos un futuro venturoso…

Recordemos: No nos quedemos dormidos en los laureles… Se secan demasiado rápido y no sirven como almohada…
DECH

sábado, 24 de agosto de 2013

Todos los ámbitos…

Ayer dijimos que Salomón se enfoca en el área personal y en la laboral o profesional cuando habla del “todo” que debemos procurar hacer...

Siempre me ha llamado la atención la tendencia humana a priorizar unos acontecimientos sobre otros, como si en algunos hubiera una categoría superior de vida y los demás merecieran ser atendidos con apatía o desencanto. En este sentido, solemos “abrir un paréntesis” a nuestra existencia, por ejemplo, cuando salimos de nuestra casa hacia el trabajo y esperamos con ansias el momento en que cerraremos ese ciclo a la hora de retornar al hogar. No podemos despreciar largos períodos de existencia solo porque disfrutamos más de ciertas actividades.

Lo personal: ¿Cómo anda la familia? Salomón dice sin muchas vueltas: “Goza de la vida con la mujer que amas…” (Eclesiastés 9:9), concepto que está relacionado con otros pasajes en relación a la vida matrimonial y familiar.

En el Salmo 128 se describe la dicha familiar como el momento en que el hombre puede sentarse a la mesa y compartir una comida con su esposa e hijos y tener la posibilidad de llegar a ver a sus nietos correteando por allí. Estoy seguro que esto es lo “máximo” que podemos soñar, concepto que comparten conmigo muchas personas de edad avanzada que dan crédito de ello. Una relación satisfactoria de pareja, afecto filial, relaciones estrechas con los hijos y poder ver la extensión del hogar en las futuras generaciones… No hay dudas, ¡No hay nada mejor!…

Lo Laboral: ¿Bendición o Maldición? Dice también Salomón en Eclesiastés 9:9… “porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”.
Nuestra tendencia a no poner el máximo empeño en esa área nebulosa de nuestra vida llamada “trabajo” suele llevarnos a desaprovechar oportunidades maravillosas de relacionarnos con personas, desarrollar capacidades y dejar marcas trascendentes en la sociedad.

¿Por qué menoscabamos tanto el tiempo laboral?… bueno, creo que en el inconciente colectivo hay una mala interpretación de Génesis 3:17-19

Como suele suceder, tomamos algunas partes de la Escritura fuera de su contexto y sacamos conclusiones apresuradas. La frase: “Comerás el pan con el sudor de tu frente” suele aplicarse al trabajo y se concluye que este es la maldición aplicada al hombre, mientras que para la mujer el castigo fueron los dolores de parto.

Siendo concreto, puedo afirmarle que La Biblia NO dice que el trabajo sea una maldición, sino que la tierra fue considerada maldita, por lo cual los frutos que produce deben ser extraídos con singular dedicación.

Lo perpetuo: ¿Pensó en la Eternidad? Salomón explica de esta manera la razón para que dediquemos especial atención al presente: “porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (v10)

Dice el Apóstol Pablo en 2 Corintios 6:2, “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”

Aunque no lo entendamos cabalmente cada día que pasamos en esta tierra aportamos nuestro granito de arena a las cosas eternas. Una decisión esencial es relacionarnos con Dios por medio de Jesucristo como Nuestro Salvador Personal, y a partir de allí vivir de tal manera que cada aspecto de la existencia tenga un efecto más allá de lo temporal.

Recordemos: Hagamos “todo” lo que podamos hoy… Mañana… Será otro día…
DECH

viernes, 23 de agosto de 2013

El “Todo” de la Vida...

Cuando Salomón dice: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…” (Eclesiastés 9:10) se está expresando dentro de un contexto que habla de:
  • Amor
  • Ocupaciones
  • Eternidad
Repasemos sus dichos:
  • Amor: “Goza de la vida con la mujer que amas…” (v9)
  • Ocupaciones: “Porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol” (v9)
  • Eternidad: “Porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (v10)
Charles Swindoll en su libro “Palabras sabias para gente ocupada” refiriéndose a estos pasajes los interpreta de la siguiente manera:

"Lo que está diciendo es: “Lánzate por completo a vivir la vida; no retengas nada de ti; no reserves tus fuerzas; no pospongas el vivir para cuando te jubiles. ¡Diviértete de lo lindo! ¡No te tardes!” “Porque en el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (v10b) Si usted está esperando hasta encontrarse bajo tierra para divertirse, ¡amigo, se va a llevar una buena desilusión! El tiempo de vivir es ahora"

Básicamente lo que expresa Salomón es que las actividades que componen y dan sabor a la vida deben llevarse a cabo precisamente mientras estamos vivos… Cuando dice: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño” (NVI) se está refiriendo a dos grandes divisiones que incluyen todos los hechos de nuestra existencia:
  • Lo Personal
  • Lo Profesional
Dar y recibir amor, establecer relaciones amistosas que perduren por los años, disfrutar de nuestra familia, o desarrollar capacidades laborales, esforzarnos en el estudio o trabajo, ser íntegros y responsables son todas cosas que necesariamente tenemos que hacer con dedicación y empeño… ¿Por qué? “Porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría” (NVI)

Solemos vivir basándonos en especulaciones… "Esto puede esperar, aquello lo haremos el año entrante, más adelante consideraremos lo otro… Miles y miles de buenas intenciones pospuestas en esa lucha inconciente pero encarnizada entre lo urgente y lo importante… Todo puede esperar, para todo habrá tiempo algún día… Ahora debemos fruncir el ceño, agachar la cabeza y pensar en otra cosa"… Pero, la vida manifiesta la siguiente paradoja: Nos da lecciones, pero normalmente estas llegan demasiado tarde…
¿Qué quiero decir con esto?… Bueno, algo muy simple: cuando aprendemos la lección, esta es como el peine para el calvo; seguramente ya no nos será de mucha utilidad…

Como mencionamos, Salomón se enfoca en dos áreas principales: Aquellas cosas que están dentro de nuestro ámbito estrictamente personal y las que podríamos calificar dentro de nuestras responsabilidades laborales o profesionales. La idea es que debemos procurar hacer “todo” lo que esté a nuestro alcance para que esas actividades sean plenas y satisfactorias...

Recordemos: Es importante repasar nuestra vida, y ver si le estamos dando el sentido que merece...
DECH

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Urgente o Importante?

Para aprender a manejar el tiempo es necesario diferenciar entre lo urgente y lo importante. Básicamente sabemos que lo urgente es un síntoma de pensar a corto plazo o bien, falta de planeación previa.

Dijimos que cada día viene lleno de oportunidades para hacer de nuestra vida una bella obra de arte, especialmente si logramos alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto… ¡pero!… Oscuros nubarrones nos acechan cada mañana sin que nosotros seamos concientes de ello, los cuales pueden dar a nuestra jornada el carácter de desastre si no les prestamos la debida atención y permitimos que se instalen en nuestra vida sin permiso. Me refiero por supuesto a las urgencias… En el 90% de los casos dichas urgencias no lo son para nosotros sino para otras personas que nos reclaman que salgamos de nuestra agenda y corramos donde sea para sostener la suya…

Existen tres acciones metódicas que favorecen al buen uso del tiempo:
  1. Dar prioridad a unos asuntos frente a otros (es decir distinguir entre lo importante y lo urgente).
  2. Elaborar un plan de trabajo (anual, semestral, mensual, semanal y diario).
  3. Crear hábitos analizando lo que se consigue y lo que está pendiente.
Algunos principios para hacer hoy lo que debemos hacer hoy:
  • No pierda de vista el valor de las cosas. Una urgencia puede tapar de su vista lo importante.
    “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”  (Salmos 5:3)
  • Entre lo bueno y lo mejor elija siempre lo mejor
    “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra…” (Colosenses 1:10)
  • Solo podemos hacer un puñado de cosas cada día, no podemos tener todo lo que deseamos. Enfoquemos nuestra atención en aquello que está a nuestro alcance y que nos corresponde hacer... “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una es necesaria…” (Lucas 10:41-42)
  • Defina sus prioridades. No es posible tener muchas prioridades porque si no éstas nos paralizan. Cada cosa debe tener un lugar en nuestra escala de valores para poder tomar decisiones sabias al planear cada día... “Gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo” (Colosenses 2:5)
  • Dedicar demasiado tiempo a las pequeñas cosas suele traer grandes problemas... “Mirad, pues con diligencia como andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16)
  • Los plazos vencidos nos obligan a establecer prioridades. El principio de Parkinson dice: “Si usted tiene que escribir una sola carta, le tomará el día hacerlo. Si usted tiene que escribir veinte cartas, las hará todas en un día”... “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34)
Recordemos: ¡No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy!
DECH

miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Valoramos la Vida?

Podemos enumerar cinco Razones por las cuales sabemos que la vida es un Privilegio:
  1. La muerte es segura… Nos guste o no entenderlo, la única certeza que traemos al nacer es que un día vamos a morir…
  2. Aunque decidiéramos no hacer ninguna otra cosa, no podemos dejar de vivir… Cada segundo de nuestra existencia es precioso en sí mismo como una joya inapreciable
  3. Todos tenemos una misión en la vida… Puede ser grande o pequeña, destacada o insignificante, trascendente o ignorada… no importa cual sea; mientras tengamos aliento solo nosotros tenemos el increíble honor de llevar a cabo la razón por la cual estamos en este mundo…
  4. Nadie más tiene lo que nosotros tenemos… Nuestra familia, amigos e iglesia, posesiones, mascotas o vacaciones, nuestros talentos y dones… Si contamos en detalle todo lo que hemos recibido a lo largo de nuestra vida seguramente nos daremos cuenta cuan enriquecidos somos… Es posible que muchas de esas cosas no tengan un gran valor económico, pero nada supera su valor afectivo… Y eso también es inigualable…
  5. Por último, y quizás como principal, no tenemos que olvidar a Dios obrando silenciosamente a nuestro favor…
Cito el Salmo 103 ya que por sí solo nos plantea un hermoso desafío en este sentido…
  • “Bendice, alma mía a Jehová; Y bendiga todo mi ser su santo nombre; Bendice alma mía, a Jehová. Y no olvides ninguno de sus beneficios; El es quien perdona todas tus iniquidades; El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida; El que te corona de favores y misericordia; El que sacia de bien tu boca; De modo que rejuvenezcas como el águila” (Salmo 103:1-5)
También podemos leer el siguiente versículo:
  • “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él” (Eclesiastés 7:14)
Consideremos: ¿Por qué no reaccionamos antes que sea tarde y damos el verdadero valor a cada aspecto de nuestra vida? ¿Por qué seguimos cayendo en el error de priorizar lo urgente sobre lo importante? ¿Por qué dedicamos tiempo de tan baja calidad a nuestros seres queridos buscando alcanzar logros para ellos quienes solo necesitan de nuestra presencia?… ¿Por qué se nos va la vida en asuntos intrascendentes y despreciamos lo que es verdaderamente trascendente?… La respuesta es muy sencilla, tanto que supo decirla un pobre boxeador, Ringo Bonavena, que murió a los 33 años víctima de sus propias paradojas… “La experiencia es un peine que te da la vida cuando te quedas pelado”.

Salomón dijo, como podemos leer en Eclesiastés 9:1-12...
  • “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en el lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos”
Recordemos: ¡Aprendamos a vivir antes que sea tarde!
DECH

martes, 20 de agosto de 2013

Nuestro Tiempo…


Conocemos el dicho: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.

Peter Drucker dijo: “El tiempo es el recurso más importante; quien no lo sabe administrar no sabe administrar nada”.

Salomón refiriéndose al tiempo escribe en Eclesiastés una página memorable:
  • “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar; Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; Tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz; ¿Qué provecho tiene el que trabaja de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen de él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”  (Eclesiastés 2:1-11)
Entender que cada aspecto de nuestra vida tiene un espacio asignado de tiempo es esencial para darle a cada día el valor que le corresponde. Hay momentos donde debemos descansar y otros donde necesariamente trabajaremos; de la misma manera cuando corresponde la risa no la retengamos, ni censuremos el llanto cuando llega. Visitar a un enfermo o un descarriado no parece ser una actividad muy excitante, pero hay tiempo también para esas cosas… Por eso dice Salomón: “Todo lo hizo hermoso en SU tiempo…”

Cada día viene lleno de oportunidades para hacer de nuestra vida una bella obra de arte, especialmente si logramos alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto

Edward Dayton dice:

"Un principio básico para utilizar bien el tiempo es mantener las prioridades debidas. “Lo primero, primero” es un lema que acatamos, pero no siempre cumplimos. Fijar las prioridades, sin embargo no siempre es fácil. El establecer el orden de preferencia exige que primero tengamos metas claras y segundo que las mantengamos en el orden debido"

Recordemos: Cada cosa tiene su tiempo en nuestras vidas… ¡Aprovechemos cada oportunidad!
DECH

lunes, 19 de agosto de 2013

¿Ganancia o Pérdida?

Dijimos esto con respecto a la vida: “Quizás no sea esplendorosa o llena de glamour, pero es NUESTRA VIDA la cual contiene todo, absolutamente todo lo que necesitamos para hacer de nuestra existencia algo significativo…”

Usted puede pensar: “Está bien, es bueno ser positivo, pero mucha gente no encuentra nada valedero en su vida, más aún, quizás para ellos despertar por las mañanas se asemeje más a una tortura que a una bendición”.

Es cierto, demasiadas personas sufren situaciones injustas y no tienen nada bueno esperándoles al inicio del día, pero de todas maneras permítame contarle una historia:

“Una fría mañana de invierno del año 1989 me encontraba en la puerta de nuestra iglesia pensando que a pesar de que teníamos un día despejado, las bajas temperaturas iban a condicionar la asistencia a la Escuela Dominical. No había mucha gente en la calle, seguramente todos estaban disfrutando el permanecer un tiempo más en la cama o del desayuno familiar en el abrigo del hogar. De repente una figura que se movía trabajosamente en medio de la calle a un par de cuadras de la iglesia me llamó la atención. No podía creer lo que estaba viendo… Lentamente, con gran dificultad Rubén Darío se dirigía hacia donde yo estaba con un solo propósito: Dar la clase de mayores como acostumbraba hacerlo cada domingo. El tema es que Rubén Darío no era una persona común y corriente; por causa de una enfermedad degenerativa fue lisiado desde su nacimiento, esto lo obligaba a trasladarse en una silla de ruedas…Lo destacado, justamente ese helado día, era que estaba viniendo a la iglesia sin ayuda desde su casa que se encontraba a más de 30 cuadras de distancia… Era un hombre con muchas limitaciones y cargado de sufrimientos, pero esas no eran razones suficientes como para quitarle el entusiasmo y las ganas de vivir. Era alegre, disfrutaba de estar con personas, se integraba perfectamente a cualquier grupo y por sobre todo tenía bien claro cual era el propósito de su vida… disfrutaba de la vida día por día…”

La sabiduría de enfocarse en el presente es un concepto repetido en La Biblia en muchas ocasiones:
  • “No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día” (Proverbios 27:1)
  • “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmos 118:24)
  • “Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien. Pasaron cual naves veloces: como el águila que se arroja sobre la presa” (Job 9:25-26)
Por ese motivo, vivir plenamente el presente es un tema crucial. Muchos hombres a lo largo de la historia entendieron que esto es posible si Dios ocupa el lugar principal en la agenda cotidiana, siguiendo la línea trazada por el salmista:
  • “Oh, Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmos 5:3)
  • “Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre” (Salmos 145:2)
El presente tiene un valor incalculable, pero no llegamos a entenderlo a menos que miremos hacia atrás y nos demos cuenta si el uso que le dimos a cada día nos agobia o nos llena de sonrisas.

Recordemos: Hoy es un regalo… Mañana puede ser una pérdida…
DECH

domingo, 18 de agosto de 2013

La Vida Hoy…

Mucho se ha escrito sobre el valor superlativo de disfrutar y vivir plenamente el presente, pero a pesar de ello seguimos cayendo en el error de condicionarnos por el ayer, o preocuparnos por el mañana. Si pudiéramos hacer un paralelo de nuestra vida con el uso que damos al dinero, diríamos que hoy es el efectivo real que tenemos en nuestras manos para realizar las compras que necesitamos, ayer es el importe que hemos gastado bien o mal, pero que no tenemos manera de recuperar y mañana son las promesas de pago para los días por venir, sabemos que llegará pero no lo tenemos contante y sonante.

Cuando José, luego de la muerte de Jacob, se presentó delante de sus hermanos, estos estaban temerosos porque pensaban que había llegado la hora de la revancha y que sufrirían las consecuencias del mal obrar en los días de su juventud. Pero, contrariamente a lo que creían, su hermano les dijo estas palabras alentadoras:
  • “Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (Génesis 50:19-20)
Los hermanos de José, como la mayoría de nosotros, estaban demasiado pendientes del futuro y con gran remordimiento por los hechos del pasado; lo que no tenían en cuenta era el valor que Dios mismo da al presente y que el elige hacer cosas significativas en el día de hoy.

¿Qué cosas está haciendo Dios hoy que no podemos percibir? ¿Cuánto nos condiciona el remordimiento por aquello que hicimos en el pasado? ¿Por qué insistimos en enfocar nuestra vida en asuntos que ni siquiera sabemos si llegarán a acontecer?

Pensemos en la siguiente frase popular: “El ayer es pasado, el mañana es incierto, hoy es un regalo, por eso lo llaman presente”

El pueblo de Israel en su periplo por el desierto rumbo a la Tierra Prometida recibió del mismo Dios una lección gráfica acerca de lo que significa vivir...
  • "Y Jehová dijo a Moisés:He aquí yo os haré llover pan del cielo, y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día… Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Más ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió…” (Éxodo 16:4, 17-18)
El alimento aparecía en el campo sin que nadie hiciera nada, simplemente era la provisión diaria que Dios les dio todo el tiempo que anduvieron por el desierto. Ellos debían recoger la cantidad exacta para suplir las necesidades del día y no dejar nada para mañana. Algunos no lo entendieron así y vieron que el maná se echaba a perder cuando se pretendía guardarlo.

El maná se asemeja mucho a la vida; no hacemos nada para merecerla, pero cada mañana la encontramos al abrir los ojos. Quizás no sea esplendorosa o llena de glamour, pero es NUESTRA VIDA la cual contiene todo, absolutamente todo lo que necesitamos para hacer de nuestra existencia algo significativo…

Recordemos: Solo tenemos el hoy, el cual recibimos cada día como una página en blanco donde debemos escribir nuestras vivencias…

DECH

sábado, 17 de agosto de 2013

El Privilegio de la Vida…

En Santiago 4:14 leemos claramente de que la vida: “Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece”

¿Podemos guardar la neblina en una botella para mañana? ¿Se puede usar la neblina para habitar en ella? ¿Tiene la neblina la consistencia de una roca? Nuestra vida, como “penacho de humo” aparece por un breve tiempo y luego se desvanece... Piense en cualquier personaje de la historia a su elección… ¿No creyó, tal vez, Napoleón que su imperio sería indestructible? ¿No pensó Jesse Owens que sus victorias en las Olimpíadas de Berlín, delante de las narices del mismo Hitler, serían imborrables? ¿No supusieron los Beatles que su fama superaba a la del mismo Cristo?… Todos ellos vivieron su tiempo y dejaron un recuerdo, pero el paso de los años les ha colocado en su lugar, el cual es nada más y nada menos que el de personas que marcaron “una” época. Hoy sus hechos no se pueden repetir excepto por el ejercicio de la memoria.

David explica claramente en el Salmo 39 que la vida es pasajera y proclama la necesidad humana de entender este asunto para comprender cabalmente lo que implica vivir…
  • "Hazme saber, Jehová, mi fin. Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto. Y mi edad es como nada delante de Ti. Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Ciertamente como una sombra es el hombre. Ciertamente en vano se afana. Amontona riquezas, y no sabe quien las recogerá" (Salmo 39:4-6)
Sus palabras expresan lo contradictorio de la vida; sabemos que esta es transitoria pero al mismo tiempo nos afanamos procurando cosas que no nos permitirán extenderla más allá de lo establecido, por ese motivo a modo de conclusión él dice: “Y ahora Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en Ti” (Salmo 39:7)

David para referirse a la extensión de la vida dice: “diste a mis días término corto…”, utilizando la palabra "palmo" que era la unidad de medida más pequeña de la antigüedad. Estar demasiados acostumbrados a vivir no nos permite entender el privilegio que tenemos en nuestras manos…

El escritor Charles Swindoll dice: “el secreto consiste en la manera de manejar el hoy, no el ayer o el mañana…”

Ya que vivir es administrar tiempo y para hacerlo cabalmente necesitamos darle el valor que se merece, ¿Podemos administrar adecuadamente lo que no valoramos? ¿Ponemos nuestro esfuerzo y concentración en aquello que pensamos que no vale la pena? ¿Es posible vivir plenamente cuando no conocemos el valor que tiene el hoy y pasamos nuestra existencia lamentando el ayer o esperando el mañana?…

Vale la pena tener siempre presentes las palabras de Moisés:
  • “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmos 90:12)
Recordemos: La vida es un privilegio… Descubrirlo marca la diferencia…

DECH

viernes, 16 de agosto de 2013

El Significado de la Vida...

Entender objetivamente lo que la vida significa no es fácil…

Uno de los problemas que tenemos para darle verdadero valor a la vida es que estamos demasiado acostumbrados a vivir, por lo tanto nuestra existencia hace tiempo que dejó de ser un hecho asombroso que se renueva de día en día. Esto, en sí mismo, es un inconveniente para tener una percepción correcta de aquello que llamamos vida…

En Eclesiastés 9:2-6 leemos:
  • “Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento…un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán su parte en todo lo que se hace debajo del sol”.
Salomón enfatiza ese “suceso” que es común a todos los hombres y delinea una verdad que para algunos puede sonar macabra pero que es nada más y nada menos que la cruda realidad:
  • “Porque los que viven saben que han de morir” (Eclesiastés 9:5)
¿Es necesario hablar de la muerte para referirnos a la vida?, se preguntará usted mientras desliza una risita nerviosa… La respuesta es simple: “Si, es necesario porque solo la muerte nos da el contraste perfecto para que entendamos la vida…” No nos gusta hablar de ella, pero cuando tomemos conciencia de su llegada inevitable estaremos en condiciones de entender de qué se trata la existencia humana.

No tenemos demasiadas certezas, excepto una: Un día partiremos de este mundo, y cuando ese momento llegue, terminará nuestra participación concreta en lo que se realiza cada día. Nuestra existencia se desarrollará a partir de entonces en una dimensión diferente, y nuestros hechos, sin importar si fueron loables o lamentables, solo serán un recuerdo que se disipara con el paso de los años…

Sé que este razonamiento es duro, pero es bíblico, y no debemos asustarnos ante él si nuestra esperanza está puesta en la Eternidad que la Obra de Cristo nos asegura. Pero, debe servirnos para ver la vida desde un ángulo diferente; cada segundo es un regalo, respirar es maravilloso, tener la oportunidad de jugar con nuestros hijos o una mascota es una experiencia insuperable, degustar una rica comida es algo especial… concretamente: ¡Vivir es un privilegio que tenemos SOLO POR HOY!… Como si fuera una oferta imposible de desechar, cada día llega para que le saquemos el mayor jugo posible porque no sabemos si habrá un mañana…

¡Tenemos tanto para aprender acerca de la vida…! ¿Entiende de qué se trata? La vida es un privilegio HOY… Mañana puede ser un recuerdo…

Recordemos: Disfrutaremos mejor de la vida si entendemos su justo valor…

DECH

jueves, 15 de agosto de 2013

El Tiempo de la Vida…

El filósofo Séneca en su escrito acerca “De la brevedad de la vida”, expresaba un punto de vista revolucionario de la siguiente manera: “El tiempo que tenemos no es corto; pero perdiendo mucho de él, hacemos que lo sea, y la vida es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes, si la empleáremos bien”.

En un mundo que lamenta el poco tiempo que se nos ha concedido, Séneca manifiesta una visión extremadamente opuesta, la vida no es corta a menos que la desperdiciemos, concepto que de ninguna manera está alejado al consejo de Pablo en Efesios 5:15-17...
  • “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”
La “Voluntad del Señor” es que le demos buen uso al tiempo que recibimos por pura gracia...

Job en medio del dolor y la confusión que le generaron sus terribles pérdidas, solía dar afirmaciones sobre la brevedad de la vida en su debate con los sabios que pretendían aconsejarle:
  • “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece. ¿Sobre éste abres tus ojos y me traes a juicio contigo?” (Job 14:1-3)
  • “Acuérdate que mi vida es un soplo” (Job 7:7a)
Las expresiones tales como “flor”, “sombra” y “soplo” nos dan una ampliación a la visión de Job sobre este tema. El decía que el hombre es “corto de días” y sus palabras nos dejan ver lo que tenía en mente al momento de expresarlas. Los tres conceptos definen la vida como algo de duración limitada, lo cual es inobjetable.

Jacob ante la pregunta de Faraón, “¿Cuántos son los días de los años de tu vida?”, respondió con un punto de vista similar al de Job:
  • “Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida” Génesis 47:8-9).
El salmista le decía a Dios:
  • “Recuerda cuán breve es mi tiempo” (Salmo 89:47)
Pero, la cuestión esencial y aquello que nos permitirá dar pasos seguros en un mundo lleno de confusión es: "¿Qué es la vida? ¿Podemos definirla de alguna manera?"
  • “¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:13-17)
Recordemos: La duración y calidad de nuestras vidas dependerá de la influencia de Dios sobre ellas…
DECH

miércoles, 14 de agosto de 2013

Vivir como Dios quiere...

En la Biblia leemos: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:11-12)

En la contratapa del diario decía: “Vivir como uno quiere: supremo ideal. Vivir como se puede: la realidad”

Sobre la primera afirmación, la Palabra de Dios nos declara:
  • “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino…” (Isaías 53:6)
  • “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas…  No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas” (Juan 3:19; 7:7)
Sobre la segunda afirmación, nos dice:
  • “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo… gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios pro la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 2:12; 4:18)
Pero, podemos asegurar que hay una tercera afirmación: “Vivir como se debe”

¿Cómo es esto? La Biblia nos enseña que Dios nos hizo, que le pertenecemos y que por lo tanto, deberíamos ser (y vivir) como Él es y según lo que desea para nosotros como sus hijos...
  • “Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado… Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 1:6; 2:10)
  • “Reconoced que Jehová es Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría, venid ante su presencia con regocijo… Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmos 100:3; 103:12)
  • “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas” (Santiago 1:18)
  • “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (1 Pedro 1:3)
  • “…a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro” (1 Corintios 1:2)
  • “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2 Timoteo 2:21)
Dios, Nuestro Señor y Salvador espera de nosotros una vida de santidad, una obediencia constante a Su Palabra y una actitud de dependencia ante Su Soberanía y Poder...

Recordemos: Nuestras vidas serán plenas y felices si las vivimos en la Voluntad de Dios...
TBS

martes, 13 de agosto de 2013

Buscar en Dios...

En la Biblia leemos: “Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmos 23:3)

El título decía: “La gente feliz genera vínculos, la infeliz compra compulsivamente”. Luego se preguntaba: “¿Dónde busca la sociedad de hoy la felicidad? ¿Es posible ser feliz?”. Más adelante analizaba, debatía y explicaba que la felicidad y el bienestar "no han sido medidos adecuadamente, que las desigualdades, la insaciabilidad, la compulsión por tener, lleva a continuar la búsqueda sin fin”

El ser humano busca continuamente:
  • “Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo…” (Eclesiastés 1:13)
Dios espera que le busquemos:
  • “Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios” (Salmos 53:2)
En Dios solamente podemos encontrar la Verdadera Felicidad:
  • “En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación… Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza… Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas…” (Salmos 62:1, 5; 63:1)
  • “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y con mi cántico le alabaré” (Salmos 28:7)
La nota también hablaba de “la pérdida de los valores normales que nos orientaban”. Esto lleva a las personas a “vagar” interminablemente, buscando aquello que no pueden hallar si no lo hacen en el Señor:
  • “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres” (Deuteronomio 4:29-31)
  • “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105)
  • “Guíame, Jehová, en tu justicia… endereza delante de mí tu camino…Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud… Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas. Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío” (Salmos 5:8; 27:11; 43:3-5)
Recordemos: Solamente Dios y Su Palabra nos guiarán saludablemente para no buscar la felicidad donde no puede ser hallada...
TBS

lunes, 12 de agosto de 2013

Transformarnos para bien...

En la Biblia leemos: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)

El personaje decía: “¡Qué lindo es nuestro YO!... pero a veces se pone intranquilo, frustrado, resentido, irrealizado, infeliz... ¿entonces qué hacer? ¿mejorarse? ¿superarse? ¿cambiar? ¡NO! Es mucho más fácil descargar nuestros resentimientos y frustraciones en el OTRO ¡y luego de hacerlo se siente uno mucho más tranquilo!”

En  realidad, aunque lo parezca, no es un chiste sino una actitud demasiado “normal” que asumimos cuando nos sentimos de esa manera... En lugar de reaccionar así, deberíamos aplicar lo que la Biblia nos enseña al respecto:
  • “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21)
  • “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos  a los otros” (Romanos 12:10)
  • “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Pedro 1:22)
  • “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32)
  • Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras... Por lo cual animaos unos a otros, y edificaos unos a otros... Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos” (1 Tesalonicenses 4:18: 5:11; 15)
¿Lo hacemos?... La mayoría de las veces no... Y entonces solo nos queda completar el círculo, pidiendo perdón o perdonando; sabiendo que Dios nos perdonó en nuestra peor condición:
  • “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador” (Tito 3:3-6)
  • “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros  en toda sabiduría...” (Colosenses 3:13-16)
Recordemos: Si aplicamos la Palabra de Dios al principio, no deberemos corregir nuestra conducta al final...
TBS

domingo, 11 de agosto de 2013

Seguros en lo Alto...

En la Biblia leemos: “Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría” (Salmos 55:6)

El escrito, en una de sus partes, decía así: “Quien confunda levantar vuelo con soberbia, en algún momento deberá saber planear, resistir, recuperarse del descenso o de lo que es peor, la caída. Tampoco  sirve de nada insistir con querer tener alas o creer que las alas son las que nos garantizan el poder volar”

Dios nos da la posibilidad de volar alto, muy alto, a veces altísimo, pero nunca perdamos de vista que lo hacemos por El  y no por nosotros mismos... El nos da la oportunidad y las herramientas para hacerlo. El nos lleva consigo para disfrutar de Su Grandeza:
  • “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí” (Éxodo 19:4)
  • “Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos... entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza...” (Eclesiastés 9:11, 16)
  • “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31)
En ocasiones, el pecado nos hará caer, aún de lo más Alto:
  • “Porque desechasteis esta palabra y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente” (Isaías 30:12-13)
Sin embargo, aunque cayéramos, sepamos que podremos levantar vuelo nuevamente, según Proverbios 24:16: “Porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse..."

Dios desea que vivamos en lo Alto; si dependemos constantemente de El, puede ser una condición permanente para nosotros:
  • “Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas... Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar... La santidad conviene a tu casa..." (Salmos 18:33; 93:4,5)
  • “El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras” (Isaías 33:15; 58:14)
Recordemos: Dios habita en las Alturas, y podemos disfrutar de Su Compañía, andando en Sus Caminos y obedeciendo Su Palabra...
TBS