martes, 21 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Adoración…


Leer Salmos 134

“Este último de los “cánticos del ascenso” parece describir a los adoradores exhortando a los sacerdotes a una continua fidelidad (v.1), mientras los sacerdotes otorgan una final bendición a los fieles al acabar la fiesta y los peregrinos parten de Sion de regreso al hogar (v.3)” (John Mac Arthur)

Cuando los peregrinos debían regresar a sus lugares de origen, a modo de despedida, entonaban este breve cántico lleno de significado. En un buen sentido es una bendición mutua, para aquellos que eran parte del servicio del Templo, y para todos los que dispuestamente se acercaron a la Casa del Señor para adorar, sin perder de vista a Dios, el Creador y Merecedor de toda adoración…

La Participación de los Siervos en la Adoración…
  • “Mirad, bendecid a Jehová, vosotros los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches” (Salmos 134:1)
En los días del Antiguo Testamento existían diversas categorías de “siervos” o “esclavos”. Algunos podían catalogarse como básicamente “empleados” de servicio porque eran libres de elegir el lugar y para quien trabajaban, mientras que otros eran posesión de un amo debido a causas diferentes pero especialmente por ser prisioneros de guerras o por problemas económicos que los llevaban a venderse a sí mismos para pagar sus deudas. Cada siete años los israelitas tenían un beneficio de jubileo, por el cual los esclavos por causa de las deudas eran liberados, pero se daban casos en que algunos elegían mantener su condición de servicio por amor a su familia ya que no querían separarse de ella al quedar en libertad…

En este caso los “siervos” son los levitas y sacerdotes que ministraban al Pueblo en la Casa de Dios. Su tiempo estaba dedicado al cien por ciento a esta tarea de tal manera que ni siquiera tenían parte del reparto de la tierra prometida porque Dios mismo era su “heredad”. En un sentido estricto de la palabra, todos los creyentes somos “esclavos” al “obedecer” el Evangelio (ver Romanos 6:16-18), y por lo tanto debemos considerar seriamente las palabras del Señor Jesucristo: “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando…” (Lucas 12:37)

La Posición del Santuario en la Adoración…
  • “Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová” (Salmos 134:2)
El “Santuario” o “Casa de Jehová” (v.1) se refiere al Tabernáculo hasta los días de David y al Templo de Jerusalén a partir de Salomón, porque este es el sentido de la palabra en su idioma original. A pesar de ello también se le daban dos usos más al concepto “santuario”: Podían referirse al mismo Pueblo, entre quienes moraba Dios, o a un “refugio”, porque allí estaba la Presencia y el Cuidado del Señor…

En el Nuevo Testamento tenemos la idea del lugar de encuentro cuando la Iglesia se reúne, pero el énfasis principal esta puesto en nuestra condición de “piedras vivas” (1 Pedro 2:5) ya que nuestro propio cuerpo es “templo del Espíritu Santo” (1 Corintios 6:19), y es por esa razón que el Padre busca “verdaderos adoradores” que le “adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:23-24)

La Provisión del Soberano en la Adoración…
  • “Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra” (Salmos 134:3)
Mathew Henry explica este texto sencilla y claramente: “Responden (v.3) los ministros oficiantes con un: “Desde Sion (como Centro Religioso) te bendiga (singular colectivo, es decir, a cada uno de vosotros) el Hacedor de Cielos y Tierra. No necesitamos más para ser dichosos que recibir esa bendición del Dios Omnipotente, porque los que Él bendice son de veras bendecidos”

Recordemos: En la Antigüedad el Templo era el lugar para ir a la adoración… en la Actualidad el Templo debe andar en adoración…
DECH

lunes, 20 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Armonía…


Leer Salmos 133

En el poema gauchesco “Martín Fierro”, de José Hernández encontramos una estrofa muy conocida y apropiada, que se destaca entre los consejos que el personaje de la obra deja como legado a sus hijos: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera”

El Salmo 133 habla de la unión entre los hermanos, posiblemente por causa de los innumerables conflictos que David, su autor, había visto no sólo a nivel nacional, sino dentro de su propia familia. El Amor y la Unidad son esenciales en cualquier proyecto comunitario que pretenda tener un largo alcance e influencia…

El Amor en Su Expresión Poética…
  • “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!" (Salmos 133:1)
Más allá de los vínculos familiares, el texto asume que un grupo de personas se consideran amparadas bajo un mismo objetivo y razón de existencia, y que en base a ello deben funcionar como un coro u orquesta que refleja en su coordinación la belleza de una composición musical…

1. El Carácter del Amor: Es “bueno”  o sea “provechoso”
2. La Calidad del Amor: Es “delicioso”, un término  que puede aplicarse a la dulzura de la miel, a la imagen de un campo cubierto de trigo o que un instrumento se encuentre afinado para generar buena música…
3. La Capacidad del Amor: Es en “armonía” lo cual implica una unidad profunda para darle a la música algo más que seguir una melodía a cierto ritmo… La “armonía” es la música como la respiración al ser humano, así el amor es lo que da aliento y vida a una Iglesia…

“Este debiera ser el abogado que terminara las rencillas entre cristianos, recordarse el uno al otro que son hermanos. Y los que han gastado todo lo que tenían en litigios desearían haber tomado este abogado y haber pensado si es apropiado que los hermanos luchen como enemigos” (Henry Smith)

El Amor en Su Expresión Práctica…
  • “Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde sus vestiduras” (Salmos 133:2)
El “óleo” es una referencia al “aceite de la unción” con el cual fue ungido Aarón como Sumo Sacerdote de la Nación (Éxodo 29:7; 30:30), lo cual describía que una rica bendición es la prioridad…

“El amor fraternal viene de la cabeza, pero llega hasta los pies. Su camino es hacia abajo. “Desciende”; el amor a los hermanos condesciende a hombres de humilde condición, no es engreído, sino manso y humilde. Esto es una parte importante de su excelencia; el óleo no ungiría sino fluyera hacia abajo, ni el amor fraternal difundiría su bendición sino descendiera” (Charles Spurgeon)

El Amor en Su Expresión Perpetua…
  • “Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna” (Salmos 133:3)
Mathew Henry cita a Arconada quien explica claramente este pasaje de la siguiente manera: “En la mente popular, por bajar del cielo sin ruido alguno, el rocío es emblema de bendiciones divinas. Aquí, el pueblo de Israel, venido de todas las tribus y reunido densamente en torno al templo de Sion, es como las innumerables gotas de rocío que cubre los montes, y su concordia en la multiforme cantidad es condición y causa de prosperidades materiales, nacionales y religiosas, como don del cielo”

Recordemos: El Amor es el reflejo del Carácter de Dios en nosotros...
DECH

domingo, 19 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Garantía…


Leer Salmos 132

“Un cántico gozoso verdaderamente; que todos los peregrinos a la Nueva Jerusalén lo canten con frecuencia. Los grados o ascensos son muy visibles; el tema asciende paso a paso desde los “desvelos” a la “corona”, de “recuerda a David” a “hará retoñar el poder de David”. La última mitad es como el firmamento inclinándose sobre los “campos y bosques”, que hallamos en las resoluciones y oraciones de la porción anterior” (Charles Spurgeon)

El Salmista expone una Promesa…
  • “Acuérdate, oh Jehová de David, y de toda su aflicción…” (Salmos 132:1-7)
Aunque no se menciona el autor, ni la ocasión en que fue escrito el Salmo, hay comentaristas que consideran que su compositor fue Salomón por causa de la Dedicación del Templo. Una evidencia interesante surge de comparar los versículos 8 al 10 con 2 Crónicas 6:41-42, ya que ambas citas son exactamente iguales…

Se resaltan acerca de David…

1. Sus Desvelos: “Y de toda su aflicción” (v.1). Se refiere a todas las luchas que tuvo que enfrentar para llegar a ser rey sobre Jerusalén y preparar un lugar digno para el Templo del Señor
2. Su Dedicación: “De cómo juró… y prometió…” (v.2). Todas sus victorias eran atribuidas al “Fuerte de Jacob”, por eso estable ante Él un compromiso…
3. Su Disposición: “No entraré… Ni subiré… No daré… Hasta que halle…” (v.3-5). Evidentemente el Salmista de manera poética pone en boca de David diferentes expresiones que no aparecen en otro lugar en la Escritura, pero que tienen su fundamento en las circunstancias mencionadas en 2 Samuel 6 y 1 Crónicas 13-16…
4. Su Deseo: “Nos postraremos ante el estrado de sus pies” (v.6-7). Estando en Belén (Efrata) había escuchado historias referentes al Arca de Jehová y como había sido recuperada de mano de los filisteos en días de Saúl, y ahora anhelaba estar ante lo que consideraban “el estrado de sus pies”. El Cielo es el Trono (Isaías 66:1) y la tierra el estrado (Salmos 99:5), por lo cual adorar delante del Arca era situarse literalmente a Sus Pies… Este era el mayor anhelo de David…

El Salmista explica un Pacto…
  • “Levántate, oh Jehová… Por amor de David tu siervo…” (Salmos 132:8-12)
Dios había hecho un Pacto con David por medio del cual le aseguraba que su hijo “edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino” (2 Samuel 7:12-16). Salomón a la hora de dedicar la Casa que había edificado para el Señor le pedía “por amor de David tu siervo” (v.10), que cumpliera aquel compromiso durante su reinado. Por ese motivo decía. “En verdad juró Jehová a David”, es decir si David “juró” (v.2) y cumplió su parte, ahora esperaba que Dios hiciera lo mismo, ya que Él “no se retractará de ello”

El Salmista exalta un Pueblo…
  • “Porque Jehová ha elegido a Sion…” (Salmos 132:13-18)
El Pueblo de Dios es presentado como el mayor beneficiario de esta relación estrecha y firme entre el Señor, David y su descendencia, porque Él asegura que ellos tendrían…

1. Su Presencia: “ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí… aquí habitaré…” (v.13-14)
2. Su Provisión: “Bendeciré abundantemente su provisión… saciaré…” (v.15)
3. Su Pureza: “vestiré de salvación” (v.16)
4. Su Poder: “Allí haré retoñar el poder de David…” (v.17)
5. Su Protección: “A sus enemigos vestiré de confusión” (v.18)

Proféticamente mira hacia el Día en que Jesús el Hijo de David sea instalado en Su Trono para traer Paz a todas las naciones…

Recordemos: Dios siempre hizo, hace y hará Su Parte del Pacto…
DECH

sábado, 18 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Esperanza…


Leer Salmos 131

“Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18:2-4)

“Está escrito por David y es sobre David; él es el autor y el tema, y muchos incidentes de su vida se pueden emplear para ilustrarlo… Es uno de los Salmos más cortos, pero uno de los que más se tarda en aprender. Habla de un niño, pero contiene la experiencia de un hombre en Cristo. La humildad está aquí en conexión con un corazón santificado, una voluntad sometida a la voluntad de Dios, y una esperanza que aguarda todo del Señor. Feliz el hombre que puede, sin falsedad, usar estas palabras como propias, porque lleva la semejanza de su Señor, que dijo: Yo soy manso y humilde de corazón” (Charles Spurgeon)

El Salmista revela Su Corazón…
  • “Jehová no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron…” (Salmos 131:1)
En Proverbios encontramos una lista de cosas que aborrece el Señor, entre las cuales se encuentran “los ojos altivos”, por ese motivo Santiago 4:6 dice: “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes”. David define su comportamiento fiel como algo que nace de su ser interior y se desarrolla hasta afectar inclusive sus posesiones e intereses materiales…

1. Su Carácter: “no se ha envanecido”. Básicamente se refiere al orgullo sin sentido que producen las cosas que no tienen esencia, ni valor genuino…
2. Su Coherencia: “ni mis ojos se enaltecieron”. No existían motivos para jactarse, por lo cual aún su mirada era pura…
3. Su Comportamiento: “ni anduve en grandezas”. Su propósito de vida no era carnal, sino espiritual…
4. Su Convicción: “ni en cosas demasiado sublimes para mí”. Ir tras ambiciones descontroladas y fuera de las verdaderas posibilidades no es sano y así lo entendía David…

El Salmista recuerda Su Conducta…
  • “En verdad me he comportado y he acallado mi alma…” (Salmos 131:2)
Otra versión traduce este versículo de la siguiente manera: “Pero estoy callado y tranquilo, como un niño pequeño está quieto al lado de su madre. Si, como un niño pequeño es mi alma”. La idea es que librarse de ambiciones implica para el Salmista dejar aquellas cosas que significaban seguridad como puede ser el seno materno para un bebé, simplemente para descubrir que todavía sigue adherido y al cuidado de su madre. Esta es una condición de humildad y contentamiento que trae un estado sin igual de paz para el creyente que descansa en Su Señor…

“Con la misma simplicidad de sumisión deberíamos reposa y depender de Dios. Evitemos el exceso de prudencia y previsión para nosotros mismos, pero confiemos en Nuestro Padre que está en los Cielos y pongámonos en Sus Manos para que nos rija con Su Santo y Sabio Gobierno” (Thomas Manton)

El Salmista reafirma Su Confianza…
  • “Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre” (Salmos 131:3)
En base a su experiencia personal, “David exhorta a la Nación para que siempre abrace su esperanza personal en el Señor” (John Mac Arthur). El Apóstol Pablo en su prisión romana afirmaba: “por la Esperanza de Israel estoy sujeto a esta cadena” (Hechos 28:20), ya que Cristo, el Mesías es la razón para esperar confiadamente en el cumplimiento seguro de las Promesas de Dios…

Recordemos: Las Promesas de Dios son la Fuente de toda Esperanza...
DECH

viernes, 17 de mayo de 2013

Dios es Nuestro Perdón…


Leer Salmos 130

El famoso dramaturgo inglés William Shakespeare dijo en cierta ocasión: “El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe”

“El Espíritu Santo presenta aquí dos pasiones opuestas de modo claro: temor, con respecto a los pecados que merecen castigo, y esperanza, con respecto a misericordias no merecidas” (Alexander Roberts)

El Salmista expresa su Plegaria…
  • “De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo…” (Salmos 130:1-2)
“No importa mucho donde nos hallamos si podemos orar; pero la oración nunca es más real y aceptable que cuando nos hallamos en los peores lugares. Los lugares profundos engendran devoción profunda. Las profundidades de la sinceridad son agitadas por las profundidades de la tribulación. Los diamantes brillan más en la oscuridad. El que ora desde lo profundo no se hundirá en esta profundidad. El que clama desde lo profundo pronto cantará en las alturas” (Charles Spurgeon)

El Salmista espera Su Perdón…
  • “Jah, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón…” (Salmos 130:3-4)
Alguien dijo en cierta ocasión: “En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa; en el Divino, se perdona”. El Salmista sabía muy bien que el Omnisciente Señor conoce cada una de nuestras transgresiones y que ante Su Tribunal nadie puede mantenerse en pie, por lo cual solo por causa de la clemencia de Dios se puede esperar el perdón no merecido. Al decir “contigo está el perdón” implica que al tenerlo como un compañero inseparable Dios obra misericordiosamente con quienes se acercan a Su Gracia…

El Salmista expone su Paciencia…
  • “Esperé yo a Jehová, esperó mi alma…” (Salmos 130:5-6)
“Los que velan esperando la mañana esperan que se levante el sol para que los libre de las tinieblas que impiden la vista; pero yo espero que se levante el Sol de Justicia para que disipe los horrores de la oscuridad que atemorizan mi alma. Ellos aguardan la mañana para tener luz en la que andar; pero yo espero la aurora de arriba para qué de luz a los que están sumidos en la oscuridad y sombra de muerte, y para que guíe sus pies por el camino de paz” (Richard Baxter)

El Salmista entiende Su Propósito…
  • “Espere Israel a Jehová…” (Salmos 130:7-8)
El Salmo termina con una exhortación para que el Pueblo confíe y espere en el Señor como lo estaba haciendo el Salmista. El Propósito de Dios para con los suyos es evidente cuando se considera:

1. Su Carácter: “Porque en Jehová hay misericordia” (v.7b). Literalmente se lee en el idioma original “con Jehová está el amor”. El Apóstol Juan afirmaba que “Dios es Amor” y que, en consecuencia “nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero” (1 Juan 4:8, 19)
2. Su Capacidad: “Y abundante redención con él” (v.7c). Lo cual implica que Él tiene un poder ilimitado para redimir y salvar. La combinación de su “misericordia” y su “redención” son motivo suficiente para que aprendamos a “esperar” en El Señor…
3. Su Compromiso: “Y él redimirá a Israel de todos sus pecados” (v.8). El Salmo comienza con el alma angustiada en las profundidades y termina en las alturas de la redención de toda iniquidad. David decía apropiadamente: “Él es quien perdona todas tus iniquidades… el que rescata del hoyo tu vida…” (Salmos 103:3-4)

Recordemos: La Gracia de Dios nos lleva sin escalas desde las profundidades hasta las alturas a través de Su Perdón…
DECH

jueves, 16 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Justicia…


Leer Salmos 129

El científico afroamericano George Washington Carver, quien naciera antes de la abolición de la esclavitud, y luego enseñara a los ex esclavos nuevas técnicas de cultivo para que no fueran dependientes de nadie, dijo en cierta ocasión: “Nunca dejaré que nadie arruine mi vida llevándome a que le odie”

En un sentido, el Salmo 129 describe un sentimiento similar de parte del Salmista. Aunque se desconoce su autor y ocasión en que fue compuesto, posiblemente sea posterior a la liberación de la cautividad babilónica…

El Salmista presenta una dura Realidad…
  • “Mucho me han angustiado desde mi juventud… mas no prevalecieron contra mí…” (Salmos 129:1-3)
La palabra “angustia” está emparentada con “angostura” o “dificultad”, por ese motivo implica un estado de opresión emocional, espiritual e inclusive con efectos físicos diversos sobre quien sufre. El Salmista asume que esta era su realidad cotidiana desde hacía mucho tiempo, porque no conocía una época donde su pueblo no viviera en estrechez por causa de sus enemigos.

Estar expuesto a un estado de angustia permanente puede ser un motivo para derribar anímicamente a una persona, pero en este caso vemos que el Salmista afirma “no prevalecieron contra mí” (v.2), a pesar de que lo habían tratado con tal brutalidad que sobre “sus espaldas… hicieron largos surcos” (v.3). Como exclamara más adelante el Apóstol Pablo, “estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios 4:8-9); lo cual implica que siempre el creyente sale victorioso aún de las experiencias más adversas, porque el ojo de la fe se enfoca en las cosas celestiales por encima de los dolores terrenales…

El Salmista confirma una Divina Respuesta…
  • “Jehová es justo; cortó las coyundas de los impíos” (Salmos 129:4)
Cuando Dios llamó a Abraham, su Promesa implicaba que su descendencia formaría una gran nación que sería bendita y de bendición a las demás naciones de la Tierra (Génesis 12:1-3). Dios es presentado como “justo” porque Él es Fiel en cumplir aquello que prometió a su pueblo. Cuando el Salmista dice que Él “cortó las coyundas” se refiere a las “ataduras” con que estaban esclavizados y que eran el motivo de su “angustia”

El Salmista espera una debida Retribución…
  • “Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion…” (Salmos 129:5-8)
En la carta a los Romanos el Apóstol Pablo luego de recomendarnos que tratemos de estar “en paz con todos los hombres”, nos anima a dejar la retribución por los males que nos pudieran hacer en las Manos de Dios, procurar el bien aún de nuestros enemigos y no ser “vencidos” por lo malo, sino vencer “con el bien el mal” (Romanos 12:18-21). En este caso el Salmista asume que quienes tan mal le habían tratado debían ser puestos delante del “Justo” quien les dará en pago por su maldad…

1. Vergüenza: “Serán avergonzados y vueltos atrás…” (v.5)
2. Volatilidad: “Serán como la hierba de los tejados…” (v.6-7)
3. Vituperio: “Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros…” (v.8)

“Ve en qué forma son arados los fieles por sus adversarios, y, con todo, resulta de ello una cosecha que permanece y produce bendición; en tanto que aunque los impíos florecen por un tiempo y gozan de completa inmunidad morando, según creen, por encima del alcance de lo que pueda dañarles, al poco tiempo han desaparecido sin dejar rastro” (Charles Spurgeon)

Recordemos: Confiemos, el “Justo” finalmente aplica “Justicia”

DECH

miércoles, 15 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Felicidad…


Leer Salmos 128

“Este Salmo podría titularse: La dicha de los que temen a Dios. Los que así obran, en general, serán bendecidos (v.1, 2, 4). En particular: I. Prosperarán y tendrán éxito en sus trabajos y negocios (v.2) II. Sus familiares contribuirán a la dicha y la prosperidad de la casa (v.3) III. Vivirán para ver el crecimiento de la familia (v.6) IV. Tendrán la satisfacción de ver la prosperidad de Jerusalén (v.5, 6)” (Mathew Henry)

La Sabiduría es resumida en Proverbios 1:7 como “el temor de Jehová”, que implica sencillamente tener una santa reverencia en nuestro andar porque realmente consideramos a Dios como parte presente y esencial de nuestras vidas. Quien así lo entiende, tiene más posibilidades de ajustar su existencia a principios y valores que probadamente sabemos que nos permiten una vida mejor, con un sentido concreto, llena de esperanza y que marca un rumbo sólido para nuestra descendencia…

El Premio a la Fidelidad…
  • “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová…” (Salmos 128:1-2)
La descripción de “bienaventurado” o “dichoso” es para aquel que tiene…

1. Un Concepto: “teme a Jehová”, que implica que para él Dios realmente es Dios. Esta concepción de la vida afecta todo su ser impregnándolo de la Presencia genuina del Señor…
2. Una Conducta: “Que anda en sus caminos”. Esto es sencillamente una consecuencia directa de aquello que es la estructura fundamental de su existencia…

Como más adelante lo expresa el Apóstol Pablo, “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28), por lo cual es apropiada la declaración del Salmista: “Disfrutarás el fruto de tu trabajo; gozarás de dicha y prosperidad”. Y esto implica mucho más que beneficios o progreso material, sino un estado de plenitud del alma que nos permite disfrutar las cosas sencillas de la vida…

El Privilegio de la Familia…
  • “Tu mujer será como vid… tus hijos como plantas de olivo…” (Salmos 128:3-4)
Contrariamente a las tendencias modernas que desprestigian el concepto tradicional de la familia, y que en muchos casos pretenden desvirtuarla o concretamente destruirla, la Biblia es muy clara al decirnos que la Bendición de Dios se encuentra en la unidad familiar consistente en un hombre, una mujer y sus hijos. El hombre es presentado como quien trae provisión al hogar como resultado de su trabajo, la mujer como “vid”, en su condición de madre y los hijos como “renuevos de olivo”, símbolos de juventud, vigor y futuro…

La Perspectiva del Futuro…
  • “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová…” (Salmos 128:5-6)
La Bendición para el justo va más allá de las dichas del hogar en el presente, sino que se proyectan a dos privilegios extraordinarios:

1. Las Promesas: “Y veas el bien de Jerusalén” (v.5b). Este era un deseo de todo buen israelita porque su cumplimiento era garantía de bendición para él y su familia…
2. La Posteridad: “Y veas a los hijos de tus hijos” (v6a) “Este es un gran placer. Los hombres viven sus vidas más jóvenes, podríamos decir, en sus nietos. ¿No dice Salomón que “los hijos de los hijos son la corona de la vejez”? Lo son. El hombre bueno está contento de que su linaje continúe… Esta promesa implica una larga vida, y esta vida es dichosa por el hecho de ser continuada en nuestros descendientes” (Charles Spurgeon)

Recordemos: ¿Hay algo más que podamos esperar de la vida? La Bendición mayor que podemos anhelar es una Familia Feliz…
DECH

martes, 14 de mayo de 2013

Dios es Nuestro Progreso…


Leer Salmos 127

“El título probablemente indica que David escribió esto para su hijo Salomón, en quien tanto se regocijaba, y cuyo nombre Jedidiah o “amado del Señor”, es introducido en el segundo versículo. El espíritu de su nombre, “Salomón, o pacífico”, respira en todo este Salmo encantador” (Charles Spurgeon)

La Necesidad de la Dependencia…
  • “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican…” (Salmos 127:1)
Si David escribió el Salmo como parte de sus consejos a su heredero en el Trono, es probable que el enfoque principal estuviera en la expectativa que él tenía acerca de la gran tarea de levantar un Templo para Dios, cosa que le estaba vedada y correspondía hacer a su hijo. Pero también es cierto, que el futuro Rey de Israel debía cuidarse de no fallar en aquello que David había fracasado, esto es la vida de sus propios hijos y el establecimiento de una descendencia sólida. Fuera cual fuera la labor que debía encarar Salomón, necesitaba tener en cuenta algo que comentaba Charles Spurgeon: “La palabra “en vano” es la clave aquí, y resuena claramente tres veces. Los hombres que desean edificar saben que han de trabajar y, en consecuencia ponen en ello toda su habilidad y fuerza; pero recuerden que si Jehová no está con ellos, sus planes terminarán en fracaso”. Como ejemplo, bien vale recordar a quienes infructuosamente procuraron levantar Babel pero cuando Dios lo determinó “dejaron de edificar” (Génesis 11:8)

1. La Casa: “Si Jehová no edificare la casa” (v.1a). Las palabras “hijo”, “hija” y “casa” tienen una misma raíz en el idioma hebreo, el verbo “edificar”. Sea un edificio o un hogar el principio es el mismo… sin Dios de por medio es una tarea vacía de sentido y sin proyección espiritual alguna…
2. La Ciudad: “Si Jehová no guardare la ciudad” (v.1b). Los mejores intentos de defensa no sirven para nada porque vez tras vez encontramos en la Biblia el concepto de que Dios es Nuestro Protector y en Él debemos descansar…

La Naturaleza del Descanso…
  • “Pues a su amado dará Dios el sueño” (Salmos 127:2)
Al considerar este texto resuenan en nuestra mente las palabras que el mismo David declaraba en el Salmo 4:8… “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me hace vivir confiado”. Es evidente que el buen descanso no llega por acumulación de fatiga sino cuando tenemos paz verdadera, y esto solo puede suceder si literalmente somos “acunados” por la Mano Bondadosa del Señor… “Nótese que Jesús estaba dormido en medio del tumulto de la tempestad en el mar. Sabía que estaba en las manos de su Padre y, por tanto, estaba tan sosegado en el espíritu que las olas eran un arrullo para Él; sería lo mismo para nosotros si fuéramos más como Él” (Charles Spurgeon)

La Nobleza de la Descendencia…
  • “He aquí, herencia de Jehová son los hijos…” (Salmos 127:3-5)
La Bendición de Dios para Adán y Eva incluía el hecho de tener descendencia, y para nosotros no es diferente, porque los hijos son:

1. Prestados: “herencia de Jehová son los hijos” (v.3a). Si bien los disfrutamos, son producto de la Mano Creadora del Señor, Quien los formó y los conoce desde mucho antes que nosotros supiéramos de su existencia. Debemos ser buenos administradores de esta “herencia” y formarlos según Dios…
2. Preciosos: “cosa de estima el fruto del vientre” (v.3b). Debemos estimarlos como lo que son, la posesión más maravillosa que Dios nos dio y lo que da un sentido concreto a nuestra existencia…
3. Proyección: “Como saetas…” (v.4). Por medio de nuestros hijos podemos llegar donde no alcanzan nuestras fuerzas…

Recordemos: Si no lo hace Dios no vale la pena hacerlo…
DECH

lunes, 13 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Alegría…


Leer Salmos 126

“En este Salmo no se mencionan el autor ni la ocasión. Sin embargo, el versículo 1 señala a un tiempo de regreso de la cautividad. Probablemente esto se refiere a la cautividad babilónica, desde la que hubo tres regresos separados… La ocasión podría ser 1) cuando se echaron los cimientos para el segundo templo (Esdras 3:8-10) o 2) cuando se reinstauró la Fiesta de los Tabernáculos (Nehemías 8:13-14)” (John Mac Arthur)

Una Razón para Su Alegría…

  • “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres” (Salmos 126:1-3
El versículo 1 puede traducirse literalmente: “Cuando el Señor hizo volver a Israel a los cautivos fue como un sueño”. Algunos comentaristas mencionan que “hizo volver” implica que “cambió la suerte” de Israel, ya que, como recordamos, por causa de su desobediencia, habían sufrido un destierro nacional de setenta años que llegó a su fin gracias a un decreto del rey Ciro. El haber estado durante tanto tiempo esperando el retorno a la Tierra les hacía parecer como si estuvieran viviendo un “sueño” por su concreción

Las “grandes cosas” que eran su experiencia personal, pero también una evidencia para las “naciones”, les producían “risa”, “alabanza” o “júbilo” y “alegría”. El Apóstol Pablo luego de reflexionar sobre diferentes aspectos de la vida cristiana con los creyentes de Filipos y en base a todo lo aprendido les recomendaba enfáticamente: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). En este caso vale hacerle dos preguntas a este pasaje: 1) ¿Cómo debemos regocijarnos?, y, 2) ¿Cuándo debemos regocijarnos?... la respuesta es simple y directa: “En el Señor… siempre”

Una Respuesta para Su Anhelo…

  • “Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev” (Salmos 126:4)

Aparentemente, aunque la ocasión era festiva, por diferentes razones algunos no estaban aprovechando esta bendición, por lo cual el Salmista clamaba por ellos. Es como si dijera: “Haz que quienes han regresado a su país se vean libres de las cargas que todavía pesan sobre ellos, y haz que quienes quedan aún en Babilonia se sientan estimulados, como nosotros, a aprovecharse del beneficio de la libertad que se nos ha concedido” (Mathew Henry). Los “arroyos del Neguev” hacen referencia a una región seca en verano, pero cuyos arroyos crecen rápidamente en Primavera, así esperaba que Dios obrara con quienes aún no disfrutaban de esta gracia tan especial… 

Un Remedio para Su Aflicción…

  • “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán…” (Salmos 126:5-6)

El escritor Mathew Henry hace un precioso comentario de los versículos 5 y 6 que considero por demás adecuado copiar íntegramente para nuestra reflexión personal:“Todos los hijos de Dios deben consolarse con esta confianza: Que sus lágrimas terminarán ciertamente en una cosecha de gozo (v.5-6). El llanto no ha de impedir la siembra; hemos de esmerarnos en obrar bien, incluso cuando lo estamos pasando mal. Así como el terreno es preparado por la lluvia para recibir la semilla, así se prepara muchas veces el alma por medio de lágrimas para recibir bendiciones. Hay lágrimas que son semillas que nosotros mismos debemos sembrar: Las lágrimas de dolor por el pecado, propio y ajeno; las lágrimas de simpatía por los hermanos que están afligidos o perseguidos; las de ternura en la oración y en la meditación de la palabra de Dios. Job, José, David, y muchos otros, tuvieron cosecha de gozo tras la siembra de lágrimas. Quienes siembran con lágrimas de santa contrición cosecharán con el gozo de un perdón completo y de una paz asegurada”

Recordemos: “Estaremos alegres”… Tenemos motivos suficientes…

DECH

domingo, 12 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Tranquilidad…


Leer Salmos 125

“Este Salmo corto puede resumirse en las palabras del profeta (Isaías 3:10, 11). “Decid al justo que le irá bien. Ay del impío, mal le irá”. Así se presentan delante de nosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición, algo que ocurre con frecuencia en los Salmos, como también en la Ley y los Profetas” (Mathew Henry)

“La fe ha alabado a Jehová por liberaciones futuras y aquí se eleva a un gozo confiado en la seguridad presente y futura de los creyentes. Afirma que estarán seguros para siempre los que confían en el Señor” (Charles Spurgeon)

Comienza confirmando la Seguridad que provee Dios…
  • “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre…” (Salmos 125:1-2)
Martín Lutero comentando este Salmo reflexionaba que “aquí el Salmista nos guía a Dios de modo simple, afirmando que Él es la principal ancla de nuestra salvación; sólo esperar y confiar en el Señor; y declara que el mayor servicio que podemos hacer a Dios es confiar en Él. Porque esta es la naturaleza de Dios, el crear cosas de la nada. Por tanto, Él crea y produce la vida de la muerte; la luz de la oscuridad”

El Salmista asume que el Pueblo de Dios “confía” en Él y los denomina “justos”, “buenos” y “rectos”, por lo cual las consecuencias de su fe son descriptas como:

1. Inamovible: ”son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre” (v.1). Algunas personas son como la arena, otros como el mar, y algunos como el viento, pero solo los creyentes están firmes y estables como el Monte de Sion que permanece para siempre…
2. Inconmovibles: “Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de ella…” (v.2) “Primero, estamos afianzados y atrincherados, y luego, vigilados; hechos como un monte, y luego protegidos como si fuera por las montañas. Esto no es poesía, es un hecho; y no es cuestión de un privilegio temporal, sino que será así para siempre” (Charles Spurgeon)

Continúa explicando la Separación que provee Dios…
  • “Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos…” (Salmos 125:3)
El Apóstol Pablo exhortaba a los Corintios acerca de la necesidad de evitar cualquier tipo de asociación con la maldad al decirles: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque, ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" (2 Corintios 6:14). El Salmista, muchos años antes, había expresado su seguridad en el resguardo de Dios para que el Pueblo Elegido no cayera bajo la influencia de sus enemigos y adoptara las costumbres idólatras de estos.

Concluye demostrando la Serenidad que provee Dios…
  • “Haz bien, oh Jehová, a los buenos… Paz sea sobre Israel” (Salmos 125:4-5)
Hay un marcado contraste entre los que se empecinan en seguir los caminos de “iniquidad” y aquellos que son “rectos” de corazón:

1. El Pago de la Maldad: “los que se apartan tras sus perversidades… los llevará con los que hacen iniquidad” (v.5). Concretamente, el peor juicio de Dios para los incrédulos es darles exactamente lo que quieren… el pecado hereda pecado
2. El Premio de la Fidelidad: “Haz bien… Paz sea…” (v.4-5). La idea es que Dios de “bienes” a los fieles garantizándoles la seguridad que necesitan, lo cual está relacionado con bendiciones materiales; pero al pedir “paz” para ellos se refiere a algo más profundo que tranquilidad social, sino un estado de sosiego del alma ante las adversidades de la vida

Recordemos: En Dios debe estar anclada mi alma para tener paz…
DECH

sábado, 11 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Ayuda…


Leer Salmos 124

“Este Salmo parece representar una situación parecida a la de los anteriores, es decir, el contexto del libro de Nehemías… El Salmista hace ver la gravedad del peligro en que se veían (v.1-5). Da a Dios la Gloria por el escape que han conseguido (v.6-7). De ahí toma ánimos para confiar en Dios (v.8)” (Mathew Henry)

El Salmista declara la Protección de Dios…
  • “A no haber estado Jehová por nosotros… Vivos nos habrían tragado entonces…” (Salmos 124:1-3)
“El Pueblo de Dios se hallaba a punto de ser destruido. Pero, cuanto más grave es la enfermedad, mejor se echa de ver la pericia del médico que la cura” (Mathew Henry)

“Si El Señor no hubiera estado de nuestra parte…”, es un planteo inquietante. Pero es bueno evaluar la situación de acuerdo a la reflexión de Charles Spurgeon: “Imaginémonos lo que sucedería si el Señor nos hubiera dejado; y,  por otra parte, podemos ver lo que ha sucedido por el hecho de que nos haya sido fiel”

El Salmista describe la ferocidad de los enemigos por medio de una figura verbal que manifiesta sus verdaderas intenciones: “Vivos nos habrían tragado entonces”, lo cual según Joseph Caryl, “implica comer con apetito insaciable; todo el que ha de comer ha de tragar, pero el glotón parece más bien tragar que comer. No se entretiene mascando”. La idea es que estaban más enfocados en lograr destruir al Pueblo de Dios que en el proceso o manera de llevarlo a cabo. Por ese motivo se repite dos veces el reconocimiento indudable del aporte de Dios para que pudieran ser guardados de todo mal…

El Salmista declara la Prevención de Dios…
  • “Entonces nos habrían inundado las aguas… Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas” (Salmos 124:4-5)
“Somos como un pequeño arbusto que hace poco crece y no tiene arraigo; pero el enemigo es como el Elba saliendo de madre y con gran fuerza derriba todas las cosas que se le oponen.  Nosotros somos como una hoja marchita pendiente por el rabillo del árbol; él es como el viento del norte que puede derribar los árboles de cuajo. ¿Cómo pues, podemos resistir o defendernos con nuestro poder?” (Martín Lutero)

El Salmista ahora enfatiza el poder del enemigo comparándolo con “aguas”, “torrente” y “aguas impetuosas”… Como se preguntara Lutero: ¿Es posible resistir el poder de la maldad?... Humanamente es imposible, pero Isaías 59:19 nos recuerda que “vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”, porque Dios se anticipa a los peligros y prepara las respuestas antes que necesitemos hacer las preguntas…

El Salmista declara la Provisión de Dios…
  • “Bendito sea Jehová… Nuestro socorro está en el nombre de Jehová que hizo el cielo y la tierra” (Salmos 124:6-8)
“Como si el Salmista hubiera dicho: En tanto que veo cielo y tierra, no desconfío. Espero en el Dios que ha hecho todas estas cosas de la nada; y, por tanto, mientras las vea como dos monumentos permanentes de su poder, cielo y tierra, nunca me desanimaré” (Thomas Manton)

Describe también en otra gráfica imagen verbal que la tribulación que les aquejaba se asemejaba a un “lazo” o una “trampa” donde podía caer un ave similar a un gorrión. Para escapar, al ser tan frágil, no lo puede hacer por su propia capacidad sino con la ayuda de “alguien” que le libere de su triste condición… ¿Quién más que Dios puede ser nuestra ayuda en la adversidad? Como bien lo expresara Edmund Calamy: “Los muros de los espartanos eran sus lanzas; los muros de los cristianos son sus oraciones. Su ayuda sigue siendo el nombre del Señor, que hizo los cielos y la tierra”

Recordemos: Su Poder se perfecciona en mi debilidad…
DECH

viernes, 10 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Seguridad…


Leer Salmos 123

“Este Salmo (como vemos) es muy corto, y por tanto un buen ejemplo para mostrar que la fuerza de la oración no consiste en las muchas palabras, sino en el fervor del espíritu. Porque se pueden hacer caber en pocas palabras cuestiones grandes y de peso, si proceden del espíritu y los gemidos indecibles del corazón, especialmente cuando nuestra necesidad es tal que no puede permitir una oración larga. Toda oración es bastante larga si es ferviente y procede de un corazón que entiende la necesidad de los santos” (Martín Lutero)

Plantea la necesidad de Paciencia Sumisa…
  • “A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos que miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora” (Salmos 123:1-2b)
El Salmista alza sus ojos como en el Salmo 121, pero no dirige su mirada a “los montes” sino al mismo Señor que habita “en los cielos”. Esta referencia en este caso simboliza  el poder y protección del Señor más que su gloria y majestad… Esto nos recuerda que como hijos de Dios debemos mirar más allá de las circunstancias pasajeras y mirar hacia el Lugar donde por fe nuestra vida está depositada…
  • “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristi sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:1-3)
“La comparación (v.2) con la mirada de los esclavos y esclavas a las manos de sus amos tiene un doble significado: (A) Atención constante a las órdenes de sus señores, los cuales pueden indicar su voluntad como un simple movimiento de la mano, bien conocido por la servidumbre (B) Expectación para recibir de esas manos el alimento diario (Proverbios 31:15). De las dos maneras hemos de mirar a las manos de nuestro Padre: para cumplir con diligencia y prontitud su voluntad, y para esperar de Él gracia y poder” (Mathew Henry)

Plantea la necesidad de Petición Sostenida…
  • “Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros” (Salmos 123:2c-3a)
El Salmista pide “misericordia” o “favor” de parte de Dios por causa de una situación que él consideraba insostenible y que le hacía sentir extremadamente miserable.  Algunos comentaristas creen que este Salmo fue compuesto en días de Nehemías cuando los enemigos asediaban al Pueblo que procuraba reconstruir la Ciudad Santa…

“Nuestros ojos aguardan, esperan. Hay buenas razones para ello; el aguardar es más que mirar; el aguardar es mirar constantemente, con paciencia y sumisión, sometiendo nuestros afectos, deseos y voluntades a la voluntad de Dios; esto es aguardar” (Richard Holdsworth)

Plantea la necesidad de Protección Suficiente…
  • “Porque estamos muy hastiados de menosprecio. Hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del menosprecio de los soberbios” (Salmos 123:3b-4)
Cuando Nehemías trabajaba arduamente con el Pueblo de Israel para restaurar los muros de Jerusalén, Sanbalat “se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos”. Ante estas amenazas la oración de aquel hombre de Dios fue: “Oye, oh Dios nuestro que somos objeto de su menosprecio…” (Nehemías 4:1-5). Es cierto que muchas veces las personas nos dañan, pero la mejor respuesta es plantear nuestro tema delante de Aquel que conoce el oprobio, lo sufrió por nosotros y puede dar consuelo a nuestra alma dolorida…

Recordemos: No hay respuesta en la tierra para lo que corresponde al Cielo…
DECH

jueves, 9 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Unidad…


Leer Salmos 122

“David expresó su gran gozo sobre Jerusalén que él había establecido como su capital tras derrotar a los jebuseos (2 Samuel 5:6-10) y llevar allí el tabernáculo y el arca en forma permanente (2 Samuel 6). El deseo/oración de David fue cumplido temporalmente en el reinado de Salomón (1 Reyes 4:24-25)… Proféticamente, el deseo de David no se cumplirá en su plenitud hasta que venga el Príncipe de Paz (Isaías 9:6) para reinar en forma permanente (Zacarías 14:9, 11) como el prometido rey davídico (2 Samuel 7:12, 13, 16)” (John Mac Arthur)

Este Salmo que se describe como: “Las sensaciones del peregrino mientras está dentro del recinto del Templo” (Mathew Henry) es un canto de David para celebrar el establecimiento del Tabernáculo en Jerusalén. En él expresa su anhelo profundo de amor y esperanza por el futuro de la Ciudad Santa…

Es un Canto de Alegría…

“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos…” (Salmos 122:1-2)

David se refiere al Tabernáculo y no al Templo que edificaría Salomón, porque el término que utiliza (“casa de Jehová”) sólo se aplica a la tienda que era el centro de adoración del Pueblo de Israel desde su peregrinar en el desierto (Éxodo 23:19; 34:26). De todas maneras el concepto era aplicable para los peregrinos de todas las épocas que marcharan hacia Jerusalén…

Es interesante que el versículo 1 está en tiempo pasado (“me decían… iremos…”) pero el Salmista se ve ya “con los pies dentro” de la casa de Dios. Esto implica una sana expectativa por la Presencia de Dios, ya sea en la Gloria Futura como en la Congregación Presente, ya que como dice Hebreos 10:24-25, mientras marchamos camino al Cielo “no dejamos de congregarnos como algunos tienen por costumbre”

Es un Canto de Armonía…

“Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad que está bien unida entre sí…” (Salmos 122:3-5)

La Armonía se ve expresada en tres conceptos diferentes:

1. La Comunión: “Jerusalén se ha edificado como una ciudad bien unida entre sí” (v.3). Mathew Henry dice que esta frase se refiere a los edificios que eran “un conjunto perfecto” pero también que el vocablo “se usa en hebreo para designar asociación de personas”. Esta unidad deben ser una característica esencial del Pueblo de Dios…
2. El Compromiso: “Y allá subieron las tribus…” (v.4). Una referencia a la fidelidad del Pueblo en cumplir el mandato de subir a Jerusalén para las Tres Fiestas Anuales…
3. La Consagración: “Porque allá están las sillas del juicio…” (v.5). Una referencia a los tribunales de justicia que desde los días de David buscaban la “excelencia” de un Pueblo consagrado por medio de la aplicación de sabias advertencias

Es un Canto de Amor…

“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman…” (Salmos 122:6-9)

El Amor es el hilo conductor de esta porción que tiene como consecuencia la Paz que solo puede venir del accionar de Dios entre su pueblo… Ese Amor es hacia:

1. El Cuerpo: “Por amor de mis hermanos y mis compañeros…” (v.8). Nos relacionamos con personas de carne y hueso con quienes debemos conformar una unidad homogénea, para lo cual se requiere primero Amor y en consecuencia Paz…
2. La Casa: “Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios…” (v.9). Esa relación tiene una “localidad”. La “iglesia del Dios viviente” (el Cuerpo) se desarrolla en la “casa de Dios” (1 Timoteo 3:15)

Recordemos: Amor + Paz = Comunión Sincera
DECH

miércoles, 8 de mayo de 2013

Dios es Nuestro Protector…

Leer Salmos 121

Según Charles Spurgeon: “Es un canto del soldado, así como un himno de viajeros. Hay un ascenso en el mismo Salmo, que se levanta a la mayor elevación de confianza sosegada”.  Mathew Henry considera que es “uno de los más populares salmos del Salterio, perfecta expresión de la confianza en Dios, y ha estado constantemente en labios de innumerables hombres y mujeres a lo largo de las generaciones, cuando han sentido la necesidad de un socorro que los mortales no les podían ofrecer”

Mientras marchaban hacia Jerusalén iban entonando esta canción que era una verdadera declaración de fe y una descripción breve, pero eficaz del Dios a quien estaban adorando…

Primeramente dice que Dios es Su Referencia…
  • “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?...” (Salmos 121:1-4)
Seguramente los “montes” a los que se refiere el Salmista son una mención a Jerusalén que era hacia donde marchaban en su peregrinación ya que sobre ellos estaba edificada la ciudad (Salmos 87:1; 125:2; 133:3).

La pregunta se elabora con la finalidad de dar mayor énfasis a la respuesta, ya que como dice Charles Spurgeon: “Antes destruirá el cielo y la tierra que permitir que sea destruido su pueblo, y las mismas colinas perpetuas se inclinarán antes que Él fracase, cuyos caminos son eternos. Hemos de mirar más allá del cielo y de la tierra hacia Él, que los hizo a los dos; es vano confiar en las criaturas; es sabio confiar en el Creador”

Cuando Elías enfrentó a los profetas de Baal en el Monte Carmelo, burlonamente les decía: “Gritad en alta voz… tal vez duerme, y hay que despertarle” (1 Reyes 18:27), pero el Salmista declara que el Dios de Israel como Pastor de su rebaño no “se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel” (v.3)

Luego dice que Dios es Su Refrigerio…
  • “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha…” (Salmos 121:5-6)
“Los títulos de Dios son virtualmente promesas: es llamado sol, escudo, torre fuerte, escondedero, porción… la fe puede sacar tanto de ellos como de las promesas. ¿Es Señor un sol? Entonces, me influenciará… ¿Es Cristo la vida? Entonces, me vivificará…” (David Clarkson)

Siendo nuestro “Guardián”, se lo define como “sombra a tu mano derecha” lo que implica:
  1. Presencia: “Esto es, siempre presente; o como traduce la versión árabe judía: Más cercana que la sombra de tu mano derecha” (Thomas Fenton)
  2. Protección: “Y será aquel varón como … como sombra de gran peñasco en tierra calurosa” (Isaías 32:2)
Concluye diciendo que Dios es Su Refugio…
  • “Jehová te guardará de todo mal… Jehová guardará tu salida y tu entrada…” (Salmos 121:7-8)
Tres veces se repite la frase “Jehová te guardará”, lo cual nos certifica el cuidado de Dios a nuestro favor, y más aún cuando consideramos que: “La salida y la entrada del versículo 8 indican las actividades ordinarias de cada día. La persona sale de casa para dedicarse a su trabajo; entra a la casa para descansar o para dedicarse a las faenas domésticas. De modo especial, estos términos designan los viajes en los que se necesita especial protección. El final del Salmo nos asegura que esta protección divina es continua y perpetua: desde ahora y para siempre” (Mathew Henry)

Recordemos: No sólo de Él viene, sino que Él ES Nuestro Socorro…
DECH

martes, 7 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Meta…


Leer Salmos 120

Este el primero de una lista de quince Salmos (120-134) que son denominados “Salmos Graduales o de Grados”, que era costumbre cantar en las peregrinaciones o “subidas” a Jerusalén. “Conforme subían los peregrinos al monte de Sion estaban en sus labios estos cánticos” (Cohen). No existe una explicación satisfactoria al motivo por el cual este Salmo en particular se incluyó en esa lista ya que no tiene muchos puntos en común con la temática de los demás, de todas maneras da la impresión que es un llamado a dejar de lado las presiones y enfocarse hacia una búsqueda más profunda del Señor…

Comienza reconociendo Su Presencia…
  • “A Jehová clamé estando en angustia, y Él me respondió” (Salmos 120:1)
“El curso más sabio que podemos seguir. Es de poca utilidad el recurrir a nuestros prójimos en cuestiones de calumnias, porque cuanto más agitamos la cuestión más se extiende. Lo mismo sería rogar a panteras y lobos que a calumniadores con el corazón endurecido. Sin embargo, cuando el clamar a los hombres sería una debilidad, el clamar a Dios será nuestra fuerza. ¿A quién han de clamar los hijos sino a Su Padre?” (Charles Spurgeon)

Nuestra parte en la oración es clamar y esperar… La parte de Dios es responder en Su Santa Voluntad… “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14)

Continúa reclamando Su Protección…
  • “Libra mi alma… del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta…” (Salmos 120:2-4)
La “mentira” y el “engaño” de sus enemigos se entremezclaban en una combinación de lisonjas, con la finalidad de hacerle caer en sus sus trampas, y traiciones diversas, con falsas acusaciones. Ante esta situación tan compleja su oración era “Libra mi alma” “Han disparado contra el Salmista saetas verbales para difamarle (comparar con Jeremías 9:7), y han encendido contienda. Dios disparará contra ellos saetas de verdad, y los consumirá con las ascuas de su furor” (Mathew Henry)

Concluye recordando Su Paz…
  • “Con los que aborrecen la paz. Yo soy pacífico” (Salmos 120:5-7)
“El Salmo termina como con un largo suspiro. Invierte el orden corriente de salmos similares, en los que la descripción de la necesidad precede a la petición de liberación. Así pone de relieve de la forma más patética el sentido de la discordancia entre una persona y su ambiente, lo que urge al alma a buscar una morada mejor. Así, este es un verdadero salmo de peregrino” (Maclaren)

Al describir su lugar de residencia como “Mesec” y “Cedar” se está refiriendo a su condición de extranjero en medio de un pueblo contencioso y que amaba las querellas, mientras que él se describe como pacífico. Salir de ese lugar y marchar para adorar en Jerusalén era un bálsamo para su alma…

Los hijos de Dios somos “extranjeros y peregrinos” (Hebreos 11:13; 1 Pedro 2:11) que nos dirigimos hacia nuestra Patria Celestial. En ese camino marchamos en Paz porque El Señor nos prometió: “La Paz os dejo, mi Paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27)

Por lo tanto, Su Paz, “que sobrepasa todo entendimiento” guarda nuestros corazones como un centinela (Filipenses 4:7), y nos anima a elegir el mejor andar a pesar de las circunstancias o las personas que nos rodeen.  Por ese motivo 1 Pedro 3:11 nos exhorta: “Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala”

Recordemos: El camino puede ser angosto, lleno de piedras y espinas… ¡Pero termina en La Gloria!
DECH

lunes, 6 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Libertad…


Leer Salmos 119:169-176

Al meditar en esta porción estamos cerrando las últimas estrofas de este canto dedicado a poner en alto la Palabra de Dios. Hemos visto que el Salmista acosado por diferentes enemigos y detractores afirma su corazón en las Verdades de Dios, y en consecuencia declara un compromiso absoluto con aquello que sabe que sólo dará bien a su alma atribulada… El título de esta octava podría ser: “Una resolución de firmeza” según Mathew Henry, pero también podríamos considerar adecuado titularla: “En la Verdad se encuentra la Libertad”

Comienza declarando que la Libertad es un tema del Corazón…
  • “Dame entendimiento conforme a tu palabra… Líbrame conforme a tu dicho…” (Salmos 119:169-170)
“El entender las cosas espirituales es el don de Dios. El tener el juicio iluminado por la luz celestial y conformado a la verdad divina es un privilegio que sólo puede conceder la gracia. Muchos que se cuentan por sabios según el mundo son necios según la Palabra del Señor. Que nos hallemos entre estos hijos dichosos que serán enseñados por el Señor” (Charles Spurgeon)

En su clamor el Salmista pide “entendimiento” y “libertad”. Ambas cosas espera que estén basadas en la “palabra” y los “dichos” de Dios. Santiago al exhortarnos a ser “hacedores de la Palabra y no tan solamente oidores”, también decía: “Mas el que mira atentamente a la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:22-25), dando a entender que la verdadera libertad se encuentra en conocer y aplicar la Verdad de Dios a nuestra vida. Es necesario darnos cuenta que no hay mayor esclavitud que el pecado ni mayor enemigo que nuestra propia rebeldía; por eso exclamaba el Apóstol Pablo: “¡Miserable de mi! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Y como él podemos decir: “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor Nuestro” (Romanos 7:25)

Continúa declarando que la Libertad es un tema del Carácter…
  • “Mis labios rebosarán alabanza… Hablará mi lengua tus dichos…” (Salmos 119:171-172)
Una vez que encontramos Libertad en el Señor podemos descubrir que el fin principal del ser humano es alabar a Dios, por eso el Señor Jesucristo le dijo a la mujer samaritana que “el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4:23). Mathew Henry lo explica de esta manera: “Este objetivo es el que impulsa al Salmista a desear ardientemente vivir: que Dios le salve la vida y le reanime, a fin de poder alabarle. Y, para que su vida sea una alabanza continua, ruega a Dios que sus juicios (u ordenanzas) como principios que regulan la conducta moral humana, le ayuden para ese fin”

Concluye declarando que la Libertad es un tema de la Conducta…
  • “He deseado tu salvación… Y tu ley es mi delicia…” (Salmos 119:173-176)
Su clamor por la Misericordia de Dios tiene como finalidad producir un efecto concreto en su conducta tal como él mismo lo declara…
  1. Su Decisión: “Tus mandamientos he escogido” (v.173). Como antes de conocerle elegíamos el camino errado ahora voluntariamente anhelamos Su Voluntad. Implica una resolución seria y decidida…
  2. Su Deseo: “He deseado tu salvación” (v.174). Anhela la liberación completa de aquellos obstáculos que le impiden obedecer fiel y libremente a Su Salvador…
  3. Su Delicia: “Y tu ley es mi delicia” (v.174). Para el Salmista la Palabra de Dios no es una atadura sino una delicia, porque por experiencia propia sabía el horror de estar “descarriado” y necesitado de la Mano Protectora de Su Pastor (v.176)
Recordemos: En la Verdad se encuentra la Libertad…
DECH

domingo, 5 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Paz…


Leer Salmos 119:161-168

Un buen título para esta porción podría ser: “La Paz que viene por el Amor”, teniendo en cuenta principalmente como emblemático el v.165. Es interesante que ese sentir se refleja en el hecho de que el Salmista no eleva ninguna petición como suele hacer en otros casos dentro del mismo Salmo.

“Un asombro sincero y regocijo en la Palabra de Dios produce no sólo aborrecimiento de las mentiras y falsedades, sino también una alabanza continua, gran paz personal y percepción de la Omnisciencia de Dios” (Gerard Chrispin)

La primera y la última frase de esta octava nos ponen en contexto acerca de la situación del Salmista; si las leemos corridas podemos comprender mejor sus expresiones. El dice: “Príncipes me han perseguido sin causa (v.161)… Porque todos mis caminos están delante de ti (v.168)”, lo que implica que aunque los hombres le acusaban y perseguían realmente Dios sabía todo acerca de Él y en un sentido concreto es el Único que podría acusarlo o condenarlo…

Comienza explicando su Relación con la Palabra de Dios…
  • “Me regocijo en tu palabra…” (Salmos 119:161-163)
El Salmista considerando su situación personal experimenta una relación profunda con Dios por medio del conocimiento de Su Palabra, lo que puede verse claramente en…
  1. Su Reverencia: “Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras” (v.161). “Los que tiemblan al ser redargüidos por la Palabra pueden triunfar en las consolaciones de la misma” (M.Henry)
  2. Su Regocijo: “Me regocijo en tu palabra” (v.162) “Así como el guerrero se goza cuando alcanza un gran botín en el campo de batalla, el botín del salmista es el gozo y la felicidad que el cumplimiento de la ley de Dios le proporciona” (M.Henry)
  3. Su Respuesta: “Tu Ley amo” (v.163). En contraste con la “mentira” que aborrece declara su amor por la Palabra de Dios y “así debe ser, el corazón ha de tener algún objeto más santo para llenar el vacío, o no habrá seguridad de no recaer en el pecado” (Barton Bouchier)
Continúa expresando su Reposo en la Palabra de Dios…
  • “Mucha paz tienen los que aman tu ley…” (Salmos 119:164-165)
“Entre las tormentas y tempestades del mundo hay una calma perfecta en el pecho de los que no sólo hacen la Voluntad de Dios, sino que la hacen con amor” (Oliver Heywood)

Evidentemente cuando el Salmista declara “Siete veces al día te alabo” está demostrando una relación tan estrecha con Dios y Su Palabra que se nos hace sencillo comprender porque lo embargaba la paz en medio del peligro. Como dice John Mac Arthur: “Siete se emplea quizás en el sentido de perfección, de lo que es completo, significando aquí una actitud continua de alabanza que caracteriza la vida del salmista”

Concluye exponiendo su Responsabilidad por la Palabra de Dios…
  • “Tu salvación he esperado, oh Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra…” (Salmos 119:166-168)
Nuevamente demuestra que una relación estrecha con Dios implica una respuesta adecuada a Su Palabra por lo cual podemos ver…
  1. Su Reacción: “Tus mandamientos he puesto por obra” (v.166)
  2. Su Respeto: “Mi alma ha guardado tus testimonios y los ha amado en gran manera” (v.167)
  3. Su Renovación: “He guardado tus mandamientos y tus testimonios” (v.168)
Creer y confiar sin obedecer no tienen lógica en la matemática de Dios, porque Él mira al “pobre, humilde de espíritu y que tiembla a su palabra” (Isaías 66:2)

Recordemos: “Y el efecto de la Justicia será Paz…” (Isaías 32:17)
DECH