domingo, 6 de octubre de 2013

Belleza para Siempre...

En la Biblia leemos: “El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” (Proverbios 15:13)

La nota decía: “Dime tus hábitos y te diré como atentan contra tu belleza... ¿Lo que hacemos en  nuestra vida cotidiana, puede resultar contraproducente y perjudicar de alguna manera nuestro cuerpo? La respuesta  es sí. Los malos hábitos como... dañan más de lo que pensamos... ¿Qué elecciones boicotean tu estética...?”
Así es... Tenemos la posibilidad de ser magníficamente “hermosos, bellos, resplandecientes” y la mayoría de las veces nos conformamos con ser del montón, feos o directamente producir espanto a quien nos mire.

¿Cómo es esto? ¿Debemos hacernos una cirugía estética? ¿Debemos correr tras el desenfreno de aquellos que hacen cualquier cosa por ser jóvenes y bellos? Pues... no... Solamente debemos seguir los Consejos de Dios para embellecer nuestro interior, lo cual se reflejará en nuestro exterior.

La Belleza verdadera la provee el Señor, y sin mezquindades...
  • “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad... Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación” (Salmos 96:9; 149:4)
  • “Como está escrito ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncia la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:15)
Caminar con el Señor nos permite disfrutar del reflejo de su Persona, y al mismo tiempo nos da una belleza y una fortaleza inigualables:
  • “Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad... De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido” (Salmos 29:2; 50:2)
  • “Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre” (Salmos 111:3)
  • “Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará” (Proverbios 4:9)
  • “El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas” (Proverbios 11:28)
  • “Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba...” (Isaías 66:14)
Nos ofrece una luminosidad que solo se obtiene en comunión con El:
  • “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” (Daniel 12:3)
  • “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:15)
Los malos hábitos que atentan contra esta belleza provienen del pecado, que oscurece y afea la vida:
  • “Aféenlo tinieblas y sombra de muerte...” (Job 3:5)
  • “Porque se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma... oscuro más que la negrura es su aspecto...” (Lamentaciones 4:6,8)
  • “Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro...” (Daniel 3:19)
No permitamos que la perfección que obtenemos en Dios se desperdicie siguiendo prácticas mundanas...
  • "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios" (2 Corintios 7:1)
Recordemos: La juventud y la belleza se hacen eternas en la Presencia de Nuestro Dios y Señor...
TBS

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