lunes, 7 de octubre de 2013

Ciencia bien dirigida...

En la Biblia leemos: “El alma sin ciencia no es buena...” (Proverbios 19:2)

La pregunta era: “¿Hemos evolucionado tecnológica y espiritualmente de manera simétrica  o hemos crecido técnica pero no humanamente? La cultura, ¿nos ha ido agregando capas de barniz, civilizándonos y esa cáscara se fisura y permite salir toda la bestialidad que nos retrotrae a la época de las cavernas?”

El encargado de dar respuesta, dijo: “Algunos piensan que no puede haber progreso científico y tecnológico al margen de la moral. Otros piensan que la ciencia y la técnica son incapaces de autolimitarse”

Son interrogantes humanos, que de esta manera no reciben la respuesta adecuada a la inquietud que presentan... Sin embargo, La Biblia es categórica al decirnos:
  • “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia... toda carne se había corrompido su camino sobre la tierra” (Génesis 6:11-12)
  • “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables...” (Salmos 14:1-2)
La ciencia y el conocimiento provienen de Dios, siendo otro de sus regalos para el ser humano:
  • “...he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte...” (Éxodo 31:3; 35:31)
  • “sabiduría y ciencia te son dadas...” (2 Crónicas 1:12) 
  • “...porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia” (1 Corintios 1:5)
Sin embargo, ninguna ciencia y ningún conocimiento, alejados de Dios darán buenos resultados:
  • “...sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil” (Salmos 107:26-27)
  • “Los ojos de Jehová velan por la ciencia; mas él trastorna las cosas de los prevaricadores” (Proverbios 22:12)
  • “Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más” (Isaías 47:10)
Los que confiamos en Dios debemos cuidar de no dejarnos llevar por estos desvíos:
  • “Como fuente turbia y manantial corrompido, es el justo que cae delante del impío” (Proverbios 25:26)
  • “...guarda lo que se te ha encomendado,  evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe...” (1 Timoteo 6:20-21)
En Romanos 11:33 y 36 leemos: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus  juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?...  Porque de él, y por él, y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”

La oración del Apóstol Pablo era: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor...” ((Filipenses1:9-10)

Recordemos: Crezcamos en ciencia y conocimientos... ¡Pero que ellos nos lleven a un mayor acercamiento al Señor que nos dio estos dones!
TBS

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