viernes, 4 de octubre de 2013

Hoy... Para Mañana...

En la Biblia leemos: “Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron...” (Juan 17:8) 

La nota decía: “En economía es urgente dejar la complacencia... los costos y la productividad deben ser compatibles con los valores oficiales... no se puede enfrentar los problemas reales con desequilibrios fiscales... es necesario el reconocimiento del desastre económico para poder enfrentar el futuro... Para lograrlo es necesaria una buena educación, con personas que se capaciten suficientemente para actuar como corresponde y no ser engañados con circunstanciales momentos de abundancia”

Los hijos de Dios no somos economistas, pero la Biblia nos enseña también acerca de principios similares a los de la Economía para ser aplicados a las relaciones con Dios y con nuestro prójimo...

Necesitamos conocer la Palabra de Dios:

Para ser productivos...
  • “...al  abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (Efesios 6:19)
  • “...para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo...” (Colosenses 4:3)
Para no engañar ni ser engañados...
  • “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2:4-5)
  • “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2:8)
Para tener constancia...
  • “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre...” (1 Corintios 15:58)
  • “Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 1:3)
Para mostrar equilibrio...
  • “...no estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y  de cordura” (Hechos 26:25)
  • “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de ´si que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3)
Debemos capacitarnos correctamente para encarar el futuro con precisión y guía adecuada. Para ello tenemos la Palabra de Dios:
  • “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen” (Proverbios 6:23)
  • “¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará respecto al porvenir?” (Isaías 42:23)
Si escuchamos y obedecemos la Palabra de Dios tendremos compatibilidad, o un mismo sentir, con el Señor:
  • “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús...” (Filipenses 2:5)
Recordemos: Solamente aferrándonos a la Palabra de Dios nuestro porvenir será espiritualmente productivo...
TBS

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