jueves, 25 de julio de 2013

Alimento Fortalecedor...

En la Biblia leemos: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:11)

Un informe mundial advierte sobre la falta de micronutrientes en la alimentación: “...hay carencia de... se come demasiado poco... subnutridos... Se padece sobrepeso y obesidad o se sufre de carencias que afectan el desarrollo cognitivo y el funcionamiento del sistema de defensas”

La Palabra de Dios nos advierte sobre nuestra alimentación espiritual debido precisamente a las necesidades que tenemos, y la etapa de la vida que vivimos:

  • “Guardad, pues todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos… para que sean prolongados los días sobre la tierra…” (Deuteronomio 11:8-9) 
  • “Por tanto, pondréis mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos” (Deuteronomio 11:18)
  • “Desead, como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:2-3)
  • “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:12-14) 

El comentario del Director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación, y profesor de Nutrición en la Universidad... al respecto fue: “Habría que tomar decisiones individuales y gubernamentales”

¡Qué acertada definición!... Pero en referencia a nuestra alimentación espiritual, Dios nos dice lo que nos conviene hacer, que es conocer, asimilar, aprender su Palabra para conocer Su Voluntad. Nosotros debemos hacer el ejercicio de conocerla y estudiarla... es nuestra decisión individual...

  • “Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7)
  • “Tú, pues, hijo mío esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1)
  • “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios, fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria…” (Colosenses 1:10-11)

Tenemos las instrucciones... pero no ponerlas en práctica es como tener alimentos a la mano y morir de hambre o vivir debilitados por no ingerirlos...

  • “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4)

Recordemos: Necesitamos decidirnos a conocer la Palabra de Dios... Ella nos dará la fortaleza necesaria para la vida...

TBS

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