sábado, 27 de julio de 2013

No nos olvidemos...

En la Biblia leemos: “Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios” (Salmos 103:2)

La sobreviviente al Holocausto ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, de 87 años, decía: “Cuando veo la situación actual del mundo, los conflictos, odios, los genocidios que se producen, siento mucha pena y vergüenza. Ninguna etapa de la historia se repite y nada parecido a lo que pasamos durante la guerra es imaginable otra vez... una historia así es suficiente. Cada una es una vergüenza en sí. Y es una lástima terrible que la humanidad no aprenda... hay momentos en los que parecemos sumidos en la amnesia colectiva y eso es una tremenda pena”

Lo que ella lamenta es un mal continuo y generalizado del ser humano, que aun habiendo visto milagros y maravillas de parte de Dios, se olvida de Él:
  • “Sino que se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado” (Salmos 78:11)
  • “¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?” (Jeremías 23:27)
  • “En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí” (Oseas 13:6)
  • “Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio...” (Isaías 17:10)
Si el olvido de situaciones de dolor, pena y angustia puede afectarnos al sufrirlas de parte de familia, amigos o superiores, lo cual al mismo tiempo los lleva a repetir esos actos que hieren ¿Cómo pensamos que se siente Dios, que es el Autor de todo lo bueno que recibimos?
  • “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Génesis 6:6)
Sin embargo, el Dolor de Dios por su Creación no lo lleva a la destrucción, sino a proveer los medios para seguir salvándola y ayudándola. El Señor Jesucristo fue el medio ofrecido para ello, y aun Él preguntó:
  • “Y entendiéndolo, Jesús les dijo: ¿Qué discutís... no entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?... ¿Cómo aún no entendéis?” (Marcos 8:17-21)
En Isaías 51:12-15 leemos:
  • “Yo, yo soy vuestro consolador, ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová, tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir... Porque  yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos”
Recordemos: Dios siempre está atento a lo que nos ocurre, y obra a nuestro favor... No nos olvidemos de El...
TBS

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