martes, 30 de julio de 2013

Palabra Segura...

En la Biblia leemos: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones...” (2 Pedro 1:19)

La noticia relataba la “desilusión” sufrida por un conocido y extendido grupo religioso cuando al investigar, uno de sus referentes principales, la información hallada en internet, que contradecía toda la historia y las enseñanzas de su iglesia, descubrió los errores de su fe. Dice así: “Sentí como un terremoto debajo de mis pies... todo lo que me habían enseñado, todo lo que me había sentido orgulloso de predicar, y sobre lo que había dado testimonio se desmoronó...”. Ellos basaban su fe en un montón de papeles que dejaron su fundador y los primeros discípulos que éste hizo, que se contradicen entre sí. Cuando este hombre desilusionado preguntó para disipar sus dudas, le dijeron que “es impertinente preguntar”... Y él se repreguntó “¿Por qué le temen a la verdad?”

En la Palabra de Dios, se nos insta a estudiarla y entenderla:
  • “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación” (1 Pedro 1:10)
  • “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”  (Hechos 17:11)
También se advierte acerca de seguir palabras humanas:
  • “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder” (1 Corintios 2:4)
  • “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15:9)
  • “en conformidad con mandamientos y doctrinas de hombres, cosas que todas se destruyen con el uso” (Colosenses 2:22)
¿En qué se basa  entonces, nuestra fe? En la Palabra de Dios que obra en nuestro interior y transforma nuestras vidas...
  • “...desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:15-17)
  • “Porque la palabra de Dios es viva  y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alama y  el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:12-13)
Nuestra fe tiene bases reales y firmes:
  • “...que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:17-20)
Recordemos: No confiamos en palabras humanas sino en la Palabra de Dios...
TBS

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