La Biblia nos dice: “Mirad y
guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15) y “El que turba su
casa heredará viento; y el necio será siervo del sabio de corazón”
(Proverbios 1:29)
Hoy en día abundan seriamente las
preocupaciones debidas a ciertas acciones que van surgiendo de actividades
aprobadas y fomentadas en el pasado.
Una nota hablaba acerca de
“vender la idea de comprar menos... cuando las economías mundiales colapsan,
comienza la preocupación por conseguir que la gente sea manos consumista.”
Sin embargo, durante años las
publicidades incentivaron el consumo desmedido de todo. Alguien afirmaba:
“El consumo excesivo nos está destruyendo, pero comprar es nuestro solaz,
nuestro sedante... el consumo es el opio de los pueblos”
Otra nota se refería a cómo se
relacionan los videojuegos y las armas y explicaba que quienes consumen
películas y juegos violentos serán los más propensos a comprar armas en el
futuro. Y surgía allí la preocupación por los extremos de violencia a los que
conducen algunos de estos videojuegos.
En la Biblia encontramos
instrucciones acerca de la educación desde temprana edad:
-
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6)
Una buena explicación de este texto
asegura que si instruimos correctamente al niño, él tendrá siempre herramientas
y recursos para tomar buenas decisiones en el futuro.
También en Proverbios 29:17
leemos:
-
“Corrige a tu hijo y te dará descanso; y dará alegría a tu alma”
El Apóstol Pablo enseñaba la
necesidad de hacer hábitos, crecer sobre ellos:
-
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados...” (Colosenses 2:6-7)
-
“Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más” (1 Tesalonicenses 4:1)
Si los cimientos, si lo que sostiene
nuestras vidas no es lo correcto, todo lo demás correrá el riesgo de no serlo
también. El Señor Jesucristo fue muy claro cuando enseñó acerca de las bases
sobre las cuales debemos apoyarnos:
-
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27)
Recordemos:
Construyamos nuestras vidas y las de nuestros niños sobre las bases
correctas...
TBS
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