jueves, 31 de enero de 2013

Esperanza Real...


En la Biblia leemos: “...las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Romanos 15:4)

La nota, referida a un terrible hecho de violencia ocurrido en un país que se caracteriza por ese tipo de acciones que siempre quedan impunes, decía: “Una multitud se reunió en... para protestar por... los carteles que llevaban decían... queremos justicia... las palabras están atrapadas en mi corazón... se destacaba uno que llevaba un hombre mayor afirmando que es la primera vez en mucho tiempo que tengo esperanza...”. El autor terminaba la nota diciendo: “la esperanza era un sentimiento inusual, en medio de la expresión de rabia y dolor”

¡Cuánta gente nace, vive y muere sin esperanza! Y aún aquellos que quizás la tienen al nacer, mientras viven la van perdiendo...
  • “Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza” (Job 7:6)
  • “La esperanza que se demora es tormento del corazón...” (Proverbios 13:12)
¿Qué es la Esperanza?

El Diccionario dice de ella: “La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir de un sustento lógico o en base a la fe, quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro”
La Biblia nos dice:
  • “Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro” (Job 11:18)
  • “Porque ciertamente hay fin, y tu esperanza no será cortada” (Proverbios 23:18)
  • “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios... la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:1-2,5)
No podemos vivir sin Esperanza. Y es necesario que lo que esperamos, tenga posibilidades de concretarse. Humanamente esto fallará muchas veces, pero espiritualmente, Dios nos da seguridad absoluta en la Esperanza que El provee:
  • “Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento: para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firma ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:17-20)
La Palabra de Dios y la Obra del Señor Jesucristo nos aseguran la Esperanza si nuestra fe está puesta en ello...
  • “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza” (1 Timoteo 1:1)
Recordemos: Solamente la Esperanza correcta nos llevará al final esperado...
TBS

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