lunes, 13 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Alegría…


Leer Salmos 126

“En este Salmo no se mencionan el autor ni la ocasión. Sin embargo, el versículo 1 señala a un tiempo de regreso de la cautividad. Probablemente esto se refiere a la cautividad babilónica, desde la que hubo tres regresos separados… La ocasión podría ser 1) cuando se echaron los cimientos para el segundo templo (Esdras 3:8-10) o 2) cuando se reinstauró la Fiesta de los Tabernáculos (Nehemías 8:13-14)” (John Mac Arthur)

Una Razón para Su Alegría…

  • “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres” (Salmos 126:1-3
El versículo 1 puede traducirse literalmente: “Cuando el Señor hizo volver a Israel a los cautivos fue como un sueño”. Algunos comentaristas mencionan que “hizo volver” implica que “cambió la suerte” de Israel, ya que, como recordamos, por causa de su desobediencia, habían sufrido un destierro nacional de setenta años que llegó a su fin gracias a un decreto del rey Ciro. El haber estado durante tanto tiempo esperando el retorno a la Tierra les hacía parecer como si estuvieran viviendo un “sueño” por su concreción

Las “grandes cosas” que eran su experiencia personal, pero también una evidencia para las “naciones”, les producían “risa”, “alabanza” o “júbilo” y “alegría”. El Apóstol Pablo luego de reflexionar sobre diferentes aspectos de la vida cristiana con los creyentes de Filipos y en base a todo lo aprendido les recomendaba enfáticamente: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). En este caso vale hacerle dos preguntas a este pasaje: 1) ¿Cómo debemos regocijarnos?, y, 2) ¿Cuándo debemos regocijarnos?... la respuesta es simple y directa: “En el Señor… siempre”

Una Respuesta para Su Anhelo…

  • “Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev” (Salmos 126:4)

Aparentemente, aunque la ocasión era festiva, por diferentes razones algunos no estaban aprovechando esta bendición, por lo cual el Salmista clamaba por ellos. Es como si dijera: “Haz que quienes han regresado a su país se vean libres de las cargas que todavía pesan sobre ellos, y haz que quienes quedan aún en Babilonia se sientan estimulados, como nosotros, a aprovecharse del beneficio de la libertad que se nos ha concedido” (Mathew Henry). Los “arroyos del Neguev” hacen referencia a una región seca en verano, pero cuyos arroyos crecen rápidamente en Primavera, así esperaba que Dios obrara con quienes aún no disfrutaban de esta gracia tan especial… 

Un Remedio para Su Aflicción…

  • “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán…” (Salmos 126:5-6)

El escritor Mathew Henry hace un precioso comentario de los versículos 5 y 6 que considero por demás adecuado copiar íntegramente para nuestra reflexión personal:“Todos los hijos de Dios deben consolarse con esta confianza: Que sus lágrimas terminarán ciertamente en una cosecha de gozo (v.5-6). El llanto no ha de impedir la siembra; hemos de esmerarnos en obrar bien, incluso cuando lo estamos pasando mal. Así como el terreno es preparado por la lluvia para recibir la semilla, así se prepara muchas veces el alma por medio de lágrimas para recibir bendiciones. Hay lágrimas que son semillas que nosotros mismos debemos sembrar: Las lágrimas de dolor por el pecado, propio y ajeno; las lágrimas de simpatía por los hermanos que están afligidos o perseguidos; las de ternura en la oración y en la meditación de la palabra de Dios. Job, José, David, y muchos otros, tuvieron cosecha de gozo tras la siembra de lágrimas. Quienes siembran con lágrimas de santa contrición cosecharán con el gozo de un perdón completo y de una paz asegurada”

Recordemos: “Estaremos alegres”… Tenemos motivos suficientes…

DECH

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