Leer Salmos 119:137-144
Esta es la decimo octava sección del
Salmo 119, y aquí el Salmista se enfoca en la Justicia de Dios en contraste con
la malicia humana. Mathew Henry citando a Yates titula esta porción: “El
desafío de la Justicia”, porque somos confrontados con esta característica
de Dios y Su Palabra para reflexionar acerca de nuestra propia
conducta…
“Cuanto más nos enseña el Señor a
admirar la justicia eterna de su Palabra, y más nos aviva para que amemos esta
justicia, más felices y mejores seremos” (Charles Spurgeon)
Declara su perspectiva del
Señor…
-
“Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios…” (Salmos 119:137-138)
El Señor es presentado en contraste
con los desobedientes del versículo 136 como “Justo” y en consecuencia,
no solo sus actos están impregnados de Justicia sino también Su Palabra, por lo
cual el Salmista la define como:
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“Rectos tus juicios” (v.137)
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“Tus testimonios… son rectos y muy fieles” (v.138)
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“Sumamente pura es tu palabra” (v.140)
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“Tu justicia… es eterna” (v.142)
-
“Y tu ley es verdad” (v.142)
Esta Palabra pura, refinada,
absolutamente perfecta es el espejo en el cual podemos mirarnos para descubrir
aquellas áreas de nuestra vida que deben ajustarse a la Voluntad de Dios. Por
ese motivo más adelante Santiago nos exhorta a ser “hacedores de la Palabra
y no tan solamente oidores” (Santiago 1:22-25) ya que si buscamos de esta
manera vivir a la altura de las Demandas de Dios seremos “bienaventurados”. Es
necesario que comprendamos que el Dios Misericordioso que ha limpiado nuestros
pecados con la sangre de Cristo también es Justo y ama la Justicia, por lo cual
espera de nosotros que aprendamos a caminar en santidad…
Declara su posición de
Siervo…
-
“Mi celo me ha consumido… Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo…” (Salmos 119:139-142)
El Salmista ante su Señor Justo, se
declara un “siervo” que puede describirse como…
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Consagrado: “Mi celo me ha consumido, porque… se olvidaron de tus palabras” (v.139)
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Comprometido: “Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo” (v.140)
-
Consciente: “Pequeño soy, y desechado, mas no me he olvidado de tus mandamientos” (v.141)
Su andar personal es contrastado con
la “justicia eterna” de Dios y “la verdad” contenida en la Ley
Divina. En base a esta posición el toma una actitud de servicio voluntario con
un alto grado de compromiso en la búsqueda de la Voluntad de Dios…
Declara su pasión por la
Sabiduría…
-
“Tu justicia es justicia eterna… Mas tus mandamientos fueron mi delicia…” (Salmos 119:143-144)
“El deleite de las cosas morales
(dice Aquino) es la regla por la cual podemos juzgar la bondad o la maldad de un
hombre. Los hombres son buenos o malos según lo son los objetos de su deleite;
son buenos cuando su deleite está en cosas buenas, y son malos cuando su deleite
está en cosas malas” (T. Manton)
A pesar de que estaba dominado por la
“aflicción” y la “angustia” por causa de los malvados, al amar
la Verdad de Dios, podía deleitarse o “encontrar sabor” en conocer y
entender aquello que el Señor le mostraba en Su Palabra. Cuando ajustamos
nuestra vida a la idea de Dios es más fácil sobrellevar los grandes
interrogantes que ella trae…
Recordemos: La
Voluntad de Dios es que hagamos la Voluntad de Dios…
DECH
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