jueves, 9 de mayo de 2013

Dios es Nuestra Unidad…


Leer Salmos 122

“David expresó su gran gozo sobre Jerusalén que él había establecido como su capital tras derrotar a los jebuseos (2 Samuel 5:6-10) y llevar allí el tabernáculo y el arca en forma permanente (2 Samuel 6). El deseo/oración de David fue cumplido temporalmente en el reinado de Salomón (1 Reyes 4:24-25)… Proféticamente, el deseo de David no se cumplirá en su plenitud hasta que venga el Príncipe de Paz (Isaías 9:6) para reinar en forma permanente (Zacarías 14:9, 11) como el prometido rey davídico (2 Samuel 7:12, 13, 16)” (John Mac Arthur)

Este Salmo que se describe como: “Las sensaciones del peregrino mientras está dentro del recinto del Templo” (Mathew Henry) es un canto de David para celebrar el establecimiento del Tabernáculo en Jerusalén. En él expresa su anhelo profundo de amor y esperanza por el futuro de la Ciudad Santa…

Es un Canto de Alegría…

“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos…” (Salmos 122:1-2)

David se refiere al Tabernáculo y no al Templo que edificaría Salomón, porque el término que utiliza (“casa de Jehová”) sólo se aplica a la tienda que era el centro de adoración del Pueblo de Israel desde su peregrinar en el desierto (Éxodo 23:19; 34:26). De todas maneras el concepto era aplicable para los peregrinos de todas las épocas que marcharan hacia Jerusalén…

Es interesante que el versículo 1 está en tiempo pasado (“me decían… iremos…”) pero el Salmista se ve ya “con los pies dentro” de la casa de Dios. Esto implica una sana expectativa por la Presencia de Dios, ya sea en la Gloria Futura como en la Congregación Presente, ya que como dice Hebreos 10:24-25, mientras marchamos camino al Cielo “no dejamos de congregarnos como algunos tienen por costumbre”

Es un Canto de Armonía…

“Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad que está bien unida entre sí…” (Salmos 122:3-5)

La Armonía se ve expresada en tres conceptos diferentes:

1. La Comunión: “Jerusalén se ha edificado como una ciudad bien unida entre sí” (v.3). Mathew Henry dice que esta frase se refiere a los edificios que eran “un conjunto perfecto” pero también que el vocablo “se usa en hebreo para designar asociación de personas”. Esta unidad deben ser una característica esencial del Pueblo de Dios…
2. El Compromiso: “Y allá subieron las tribus…” (v.4). Una referencia a la fidelidad del Pueblo en cumplir el mandato de subir a Jerusalén para las Tres Fiestas Anuales…
3. La Consagración: “Porque allá están las sillas del juicio…” (v.5). Una referencia a los tribunales de justicia que desde los días de David buscaban la “excelencia” de un Pueblo consagrado por medio de la aplicación de sabias advertencias

Es un Canto de Amor…

“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman…” (Salmos 122:6-9)

El Amor es el hilo conductor de esta porción que tiene como consecuencia la Paz que solo puede venir del accionar de Dios entre su pueblo… Ese Amor es hacia:

1. El Cuerpo: “Por amor de mis hermanos y mis compañeros…” (v.8). Nos relacionamos con personas de carne y hueso con quienes debemos conformar una unidad homogénea, para lo cual se requiere primero Amor y en consecuencia Paz…
2. La Casa: “Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios…” (v.9). Esa relación tiene una “localidad”. La “iglesia del Dios viviente” (el Cuerpo) se desarrolla en la “casa de Dios” (1 Timoteo 3:15)

Recordemos: Amor + Paz = Comunión Sincera
DECH

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