“No es fácil poner título a esta
sección. Yates la titula: Seguridad que procede de la oración. Lo cierto es que
la oración o, mejor, el clamor de la oración, domina toda la estrofa”
(Mathew Henry)
“Esta sección está dedicada a
recuerdos de oración. El Salmista describe las ocasiones y maneras de sus
devociones y ruega a Dios que le dé liberación de sus tribulaciones. El que ha
estado con Dios en la cámara secreta, va a hallar a Dios con él en el horno. Si
hemos clamado, Él nos contestará. Las respuestas demoradas pueden llevarnos a la
importunidad; pero no hay motivo para que temamos el resultado final, puesto que
las promesas de Dios no son inciertas sino que están fundadas para siempre”
(Charles Spurgeon)
El Salmista expresa Su
Clamor…
-
“Clamé con todo mi corazón, respóndeme, Jehová…” (Salmos 119:145-147)
“Dios no mira la elegancia de tus
oraciones para ver lo esmeradas que son, ni la geometría de tus oraciones para
ver lo largas que son, ni la música de tus oraciones, ni la dulzura de tu voz,
ni la lógica de tus oraciones, sino la sinceridad de tus oraciones, si proceden
del corazón” (Thomas Brooks)
Su oración es la expresión de un alma
afligida que clama como Lutero quien en la Dieta de Worms pasó la noche entera
orando en alta voz a la espera de su llamado ante esa asamblea. El Salmista
reclama delante de Dios…
-
Su Petición: “Clamé… respóndeme…” (v.145)
-
Su Protección: “Clamé… sálvame…” (v.146)
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Su Prevención: “Me anticipé al alba, y clamé” (v.147)
Esta oración estaba enfocada no en
vanidades ilusorias, ni en fetichismo pagano, sino en una plena confianza en la
Palabra de Dios, porque se apoya en sus “estatutos” y
“testimonios”, mientras espera en su “palabra”
El Salmista explica Su
Compromiso…
-
“Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche para meditar en tus mandatos…” (Salmos 119:148-149)
“El Señor Jesús permaneció toda
la noche en oración, no que necesitara su ayuda, sino para darnos un ejemplo que
debemos imitar. Él pasó la noche en oración por ti, para que tú pudieras
aprender a pedir por ti mismo. Devuélvele, pues, lo que Él pagó por ti”
(Ambrosio)
El Salmista expone Su
Confianza…
-
“Cercano estás tú, oh Jehová…” (Salmos 119:150-152)
Mathew Henry explica este pasaje de
una manera muy clara y práctica: “Cercano estás tú, Jehová, para salvarme,
como mis enemigos están cercanos (v.150), para atacarme, pero no tengo miedo,
porque ellos están alejados de tu ley (v.150b), mientras que yo amo tu ley
(v.140), ella es mi delicia (v.143). Yo llevo las de ganar pues ellos se apoyan
en la falsedad (v.118b), mientras yo me apoyo en la verdad (v.151b), porque
desde antiguo conozco por tus testimonios que los estableciste para siempre
(v.152)”
“Que los intelectos cultivados
inventen otro dios, más delicado y contemporizador que el Dios de Abraham;
nosotros estamos adorando a Jehová, que es eternamente el mismo. Las cosas
establecidas desde siempre y para siempre son el gozo de los santos
establecidos. Las pompas de jabón complacen a los niños, pero los hombres
aprecian las cosas que son sólidas y sustanciales con un fundamento y un fondo
en ellas que no cambian con el paso de las edades” (Charles
Spurgeon)
Recordemos: La
oración que sienta sus bases en la Palabra surca los Cielos como una flecha
certera hasta el mismo Trono de Dios…
DECH
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