domingo, 14 de abril de 2013

Dios es Nuestra Esperanza…


Leer Salmo 118

Aunque existen diversos puntos de vista en referencia al autor de este Salmo, seguramente podemos identificar a Moisés como el responsable de componer esta canción de contenido esencialmente mesiánico, por lo cual es el más citado en el Nuevo Testamento. Históricamente, el Pueblo de Israel ha entonado este cántico en la celebración de la Pascua junto con los Salmos 115 al 117. Este conjunto de alabanzas es conocido como el “Gran Hallel” o “Aleluya” y seguramente al Salmo que nos ocupa se refiere Mateo cuando dice: “Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos...” (Mateo 26:30) ¿Qué conceptos destaca este cántico que fue entonado por el mismo Señor antes de salir para Getsemaní y el Calvario?

En primer lugar nos enseña el origen de Su Perdón…
  • “Alabad a Jehová, porque Él es Bueno; porque para siempre es su misericordia” (Salmos 118:1-4)
Como bien lo expresara Charles Spurgeon: “…pero esto es absolutamente cierto, que Jehová es bueno; sus dispensaciones pueden variar, pero su naturaleza es siempre la misma y siempre buena. No es sólo que Él fue bueno y será bueno, sino que Él es bueno; sean cuales sean sus disposiciones y providencias. Por tanto, demos gracias a su nombre, aunque en el momento presente los cielos estén sombríos y nublados”

Por tres veces el salmista enfatiza que el tiempo para proclamar Su Misericordia es “ahora”. Concretamente “no hay ocasión como la presente para dar alabanzas a Dios” (Spurgeon). Como exclamara Jeremias: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23)

La palabra “misericordia” en el idioma original es muy amplia de tal manera que podría traducirse como “favorecer, ser benigno, levantar la cabeza”, etc, pero algunos comentaristas consideran que “amor” sería la explicación más adecuada, ya que concretamente al darla Dios decide no hacer pagar por sus faltas a los receptores de la misma…

En segundo lugar nos recuerda Su Protección…
  • “Desde la angustia invoqué a Jah, y me respondió Jah poniéndome en lugar espacioso… Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre…” (Salmos 118:5-14)
El Salmo 118:8 es el versículo central de toda la Biblia, ya que hay 31.174 y este es el número 15.587. Quien está satisfecho en Dios nunca cesa de tener una esperanza viva, incluso cuando no encuentra ayuda en la tierra.
Luego nos enseña Su Propósito…
  • “Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos… No moriré, sino que viviré…” (Salmos 118:15-20)
El salmista combina la “voz de júbilo” con el obrar de la “diestra de Jehová”. La certeza mesiánica expresa claramente: “No moriré, sino que viviré”. Es impactante pensar que en aquel Aposento Alto antes de salir al Getsemaní nuestro Señor cantó estas palabras tan significativas…
Finalmente nos anima al afirmarnos Su Presencia…
  • “Te alabaré porque me has oído y me fuiste por salvación…” (Salmos 118:21-29)
La expectativa del Día Victorioso del Señor llena de esperanza y alegría a sus elegidos. Ese es el día que “hizo el Señor” y cada jornada de nuestra vida debe vivirse con tal seguridad de tal manera que podamos “gozarnos y alegrarnos en él”

Recordemos: La Bondad de Dios expresada en Su Misericordia llena nuestros días de gozo y esperanza…
DECH

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