Leer Salmo 118
Aunque existen diversos puntos de
vista en referencia al autor de este Salmo, seguramente podemos identificar a
Moisés como el responsable de componer esta canción de contenido esencialmente
mesiánico, por lo cual es el más citado en el Nuevo Testamento. Históricamente,
el Pueblo de Israel ha entonado este cántico en la celebración de la Pascua
junto con los Salmos 115 al 117. Este conjunto de alabanzas es conocido como el
“Gran Hallel” o “Aleluya” y seguramente al Salmo que nos ocupa
se refiere Mateo cuando dice: “Y después de cantar un himno, salieron al
monte de los Olivos...” (Mateo 26:30) ¿Qué conceptos destaca este cántico
que fue entonado por el mismo Señor antes de salir para Getsemaní y el
Calvario?
En primer lugar nos enseña el origen
de Su Perdón…
-
“Alabad a Jehová, porque Él es Bueno; porque para siempre es su misericordia” (Salmos 118:1-4)
Como bien lo expresara Charles
Spurgeon: “…pero esto es absolutamente cierto, que Jehová es bueno; sus
dispensaciones pueden variar, pero su naturaleza es siempre la misma y siempre
buena. No es sólo que Él fue bueno y será bueno, sino que Él es bueno; sean
cuales sean sus disposiciones y providencias. Por tanto, demos gracias a su
nombre, aunque en el momento presente los cielos estén sombríos y
nublados”
Por tres veces el salmista enfatiza
que el tiempo para proclamar Su Misericordia es “ahora”. Concretamente
“no hay ocasión como la presente para dar alabanzas a Dios” (Spurgeon).
Como exclamara Jeremias: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido
consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23)
La palabra “misericordia” en
el idioma original es muy amplia de tal manera que podría traducirse como
“favorecer, ser benigno, levantar la cabeza”, etc, pero algunos
comentaristas consideran que “amor” sería la explicación más adecuada,
ya que concretamente al darla Dios decide no hacer pagar por sus faltas a los
receptores de la misma…
En segundo lugar nos recuerda Su
Protección…
-
“Desde la angustia invoqué a Jah, y me respondió Jah poniéndome en lugar espacioso… Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre…” (Salmos 118:5-14)
El Salmo 118:8 es el versículo
central de toda la Biblia, ya que hay 31.174 y este es el número 15.587. Quien
está satisfecho en Dios nunca cesa de tener una esperanza viva, incluso cuando
no encuentra ayuda en la tierra.
Luego nos enseña Su
Propósito…
-
“Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos… No moriré, sino que viviré…” (Salmos 118:15-20)
El salmista combina la “voz de
júbilo” con el obrar de la “diestra de Jehová”. La certeza
mesiánica expresa claramente: “No moriré, sino que viviré”. Es
impactante pensar que en aquel Aposento Alto antes de salir al Getsemaní nuestro
Señor cantó estas palabras tan significativas…
Finalmente nos anima al afirmarnos Su
Presencia…
-
“Te alabaré porque me has oído y me fuiste por salvación…” (Salmos 118:21-29)
La expectativa del Día Victorioso del
Señor llena de esperanza y alegría a sus elegidos. Ese es el día que “hizo
el Señor” y cada jornada de nuestra vida debe vivirse con tal seguridad de
tal manera que podamos “gozarnos y alegrarnos en él”
Recordemos: La
Bondad de Dios expresada en Su Misericordia llena nuestros días de gozo y
esperanza…
DECH
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