miércoles, 24 de abril de 2013

Dios es Nuestro Creador…


Leer Salmos 119:73-80

Acerca de esta porción del Salmo reflexionaba Charles Spurgeon: “Su tema parece ser la experiencia personal y su influencia sobre los demás. El profeta se halla en una profunda aflicción, pero espera ser librado y hacer de ello una bendición”

Es evidente que el Salmista en medio de un proceso doloroso se enfoca en asuntos esenciales que le permiten superar airosamente una situación que de otra manera le hubiera afectado profundamente…

Comprensión de la Providencia de Dios…
  • “Tus manos me hicieron y me formaron… Los que te temen me verán, y se alegrarán…” (Salmos 119:73-74)
La reflexión del Salmista comienza con un regreso a la fuente de toda providencia sobre la vida humana… Dios es el Creador no sólo a un nivel universal, sino que lo es a título personal, por lo cual nos conoce desde el vientre de nuestra madre y tiene un plan concreto sobre cada vida desde la Eternidad…
  • “No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas” (Salmos 139:15-16)
En base a este conocimiento es necesario crecer en nuestro entendimiento de los Propósitos Santos de Dios. Como bien apuntara Charles Spurgeon: “Los necios pueden pecar, pero sólo los que son enseñados por Dios pueden ser santos”

Consuelo en los Propósitos de Dios…
  • “Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste…” (Salmos 119:75-77)
“La aflicción y la tribulación no sólo son compatibles con el amor que Dios nos promete en el pacto de gracia, sino que son partes y ramas de la administración del nuevo pacto. Dios no sólo es fiel, a pesar de las aflicciones, sino que es fiel al enviarlas. Hay una diferencia entre estas dos cosas; la una es como una excepción de la regla, la otra la hace parte de la regla. Dios no puede ser fiel sin hacer todas las cosas que tienden a nuestro bien y bienestar eterno” (T. Manton)

Fue el mismo Salmista quien había afirmado poco antes: “Bueno me es haber sido humillado” (v.71), lo que implica que un Dios Justo y Amoroso, muchas veces, como el Padre con sus hijos nos corrige para nuestro bien (Hebreos 12:10-11) ya que el mismo que disciplina es Aquel que nos consuela con Su Misericordia…

Consistencia en la Palabra de Dios…
  • “Sean avergonzados… Vuélvanse a mí los que te temen… Sea mi corazón íntegro…” (Salmos 119:78-80)
En base a su experiencia el Salmista establece una manera cierta de relacionarse con quienes interactúan con él, y cual debe ser su conducta privada…
  1. Su Defensa: “Sean avergonzados los soberbios porque sin causa me han calumniado” (v.78)
  2. Su Dependencia: “Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios” (v.79) “David tenía dos frases descriptivas para los santos: los que temen a Dios, y los que conocen a Dios. Los dos poseen devoción e instrucción; tienen el espíritu y la ciencia de la verdadera religión. No nos importan los tontos devotos ni los intelectuales glaciales” (Charles Spurgeon)
  3. Su Disciplina: “Sea mi corazón íntegro…” (v.80). Una persona con integridad no divide su lealtad, ni finge ser de otra manera. La gente con integridad tiene una sola manera de pensar. No es tanto lo que hace, si no lo que es. Y lo que es, a su vez determina lo que hace.
Recordemos: Conocer la Palabra nos permite conocer a Dios…
DECH

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