Leer Salmo 115
El Salmo 115, al igual que los otros
pertenecientes al “Hallel” (Aleluya), el grupo de canciones especiales
para cantar en festividades como la Pascua, es de autor desconocido aunque
posiblemente fue compuesto después del exilio babilónico y podría haber sido
cantado durante la dedicación del Segundo Templo (Esdras 6:16). Su
característica más destacada es que se trata de un canto de naturaleza antifonal
que seguía la siguiente pauta de interpretación: 1) El Pueblo (v.1-8), 2) Los
Sacerdotes (v.9-11); 3) El Pueblo (v.12-13); 4) Los Sacerdotes (v.14-15) y 5) El
Pueblo (v.16-18). Su tema es la Superioridad de Dios sobre los hombres, sus
creencias y sus circunstancias…
Dios está sobre las
Personas…
-
“No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria…” (Salmos 115:1-2)
Como lo explicara Charles Spurgeon:
“La repetición de las palabras “No a nosotros”, parece indicar un deseo muy
intenso de renunciar a la gloria que habrían podido atribuir a sí mismos, y
expresa e modo vehemente el deseo de que Dios, a toda costa engrandezca Su
Nombre”. Como bien decía el Apóstol Pablo: “Si pues, coméis o bebéis, o
hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios
10:31)
Charles Swindoll en su libro “La
esposa de Cristo” presenta las siguientes sugerencias para dar Gloria a
Dios con nuestras vidas:
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Cultivando el hábito de incluir al Señor Dios en todos los aspectos de la vida. Pregúntese constantemente: ¿Le estoy dando la gloria a Dios? ¿Estoy glorificando a Dios en este momento?
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Negándose a esperar o aceptar parte alguna de la gloria que pertenece a Dios.
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Manteniendo con Dios una relación prioritaria que sea más importante que ninguna otra sobre la tierra.
Dios está sobre lo Pagano…
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“Nuestro Dios está en los cielos… Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres…” (Salmos 115:3-8)
Este pasaje marca un contraste
absoluto entre el Dios que “está en los cielos” y soberanamente
“todo lo que quiso ha hecho” con los dioses muertos que eran resultado
de la mano de hombres caídos y por lo tanto a su semejanza. En un sentido, el
ídolo y el pagano se reflejan mutuamente ya que finalmente el adorador de
esculturas se convierte como ellas en un ser espiritualmente inútil.
Expresamente dice el salmista que estas imágenes “no hablan… no ven… no
oyen… no huelen… no palpan… no andan…”, lo cual no tiene nada que ver con
Aquel que dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia” (Juan 10:10)
Dios está sobre los
Problemas…
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“Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo… Aumentará Jehová bendición sobre vosotros…” (Salmos 115:9-18)
“Su naturaleza es bendecir; su
prerrogativa es bendecir; su gloria es bendecir; su deleite es bendecir; Él ha
prometido bendecir y, por tanto, podemos estar seguros de esto, que Él bendecirá
y bendecirá y bendecirá sin cesar” (Charles Spurgeon)
El salmista nos enseña que Dios tiene
el Control y por lo tanto los creyentes podemos en Él…
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Confiar: “confía en Jehová” (v.9-11) “Así como es una insensatez confiar en los ídolos es prueba de gran sabiduría confiar en el Dios vivo, pues Él es ayuda y escudo, socorro y defensa” (Mathew Henry)
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Contentar: “Jehová se acordó de nosotros…” (v.12-15)
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Celebrar: “Nosotros bendeciremos a Jah desde ahora y para siempre” (v.16-18)
Recordemos:
Glorificar a Dios es sencillamente dejarlo reflejar en nuestras vidas la
Grandeza de Su Obra…
DECH
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