domingo, 8 de septiembre de 2013

El Eje Centrado…

Manfredini o “Manfre” era un excéntrico de los que nunca faltan en una ciudad del interior. Su pasión número uno era el fútbol. No había partido, picado o lo que fuera en el cual no se sumara. para Manfredini cualquier cancha o partido servían… No importaba si era dos por dos, de once, con buzos y bolsos como arcos, con césped, tierra o parquet… De cinco, seis, ocho o veintitrés… Todo era válido en la búsqueda de una efímera gloria…

¡Un personaje Manfredini!… pero además de esta tenía otras extravagancias, una de las cuales no le permitía pasar inadvertido. Su bicicleta tenía el eje de la rueda trasera fuera del centro y daba la sensación que cuando andaba en ella estaba “cabalgando”. ¿Se lo puede imaginar?… obviamente lograba con creces su objetivo, “¡Ahí va Manfre!” era la reacción lógica que conseguía ante su paso raudo como un Quijote venido a menos montado en un flaco Rocinante…

Muchas veces he pensado en la bicicleta de Manfredini para evaluar mi vida. Cuando el eje está fuera del centro la sensación al principio puede ser divertida pero las consecuencias a largo plazo necesariamente tienen que ser malas…

Salomón aconsejaba: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12:1)

Dios es la razón de toda existencia, por lo tanto si El ocupa el lugar que le corresponde será más sencillo que cada cosa tenga el valor que se merece. Cuando eso sucede lo que vivimos está enfocado de acuerdo a los valores y principios de Quien nos creo y sabe que es lo mejor para nosotros.

¿Por qué nos cuesta tanto acordarnos de Dios?

Pienso que son muchas las razones, pero posiblemente estas sean las más importantes:
  • Dudamos o directamente descreemos de su existencia.
  • Tememos que sus demandas sean esclavizantes y no podamos vivir en libertad.
  • Vimos demasiados “creyentes” a lo largo de la historia que nos han dado suficiente argumento como para pensar: “Si así viven los que creen en Dios mejor me quedo como estoy”.
  • Somos religiosos y por lo tanto estamos tan acostumbrados al concepto de Dios que sin darnos cuenta lo hemos reemplazado por rituales que nos dejan satisfechos.
  • Creemos que Dios existe pero pensamos que es tan abstracto y lejano que verdaderamente nunca podremos conocerle de verdad.
No importa si usted asiste a una Iglesia o no, tampoco si se considera creyente, agnóstico o ateo, seguramente sea cual sea su condición se puede identificar con alguna de estas cinco variantes. Dios puede estar muy lejano en su andar cotidiano y le cuesta acordarse de El a menos que una desgracia golpee su puerta y surja de su interior un grito desgarrador pidiendo ayuda.

La Biblia nos dice:
  • “Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son verdad” (Salmos 119:151)
  • “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras” (Salmos 145:18)
  • “Busqué a Jehová y el me oyó, y me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4)
Recordemos: Nuestra vida necesita que Dios sea su Eje Central… ¡Acerquémonos a El!

DECH

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