jueves, 5 de septiembre de 2013

Sin Enojos...

Los consejos de Salomón en Eclesiastés 11:9 y 10 tienen ciertos condicionamientos. Debemos alegrarnos, es cierto, pero también es necesario que observemos algunos detalles importantes...

Recordemos el pasaje: “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparte de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad”

Básicamente nos dice... Alégrate:
  • En tu juventud
  • En los caminos de tu corazón
  • Sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
  • Quita de tu corazón el enojo y de tu carne el mal
En otras palabras… Alégrate:
  • Con Plenitud
  • Con Pasión
  • Con Perspectiva
  • Con Prudencia
En el momento que podemos disfrutar de la vida debemos hacerlo plenamente, pero (siempre es necesario un “pero” para ponernos un freno), debemos tener elementos que nos condicionen para que no terminemos abrazando el desenfreno innecesario.

En la primera parte de Eclesiastés 11:10 leemos:
  • “Quita pues, de tu corazón el enojo…”
Este es un verdadero problema a la hora de encarar una existencia pacifica, gozosa y productiva. Muchas personas viven llenas de odio, rencor, amargura, básicamente de enojo, y se encuentran detenidas en la carrera sin saber exactamente por qué… El enojo es el contraste exacto de la alegría. Ambos sentimientos no pueden convivir en un mismo corazón, por ese motivo Salomón, sabiamente, luego de alentarnos enfáticamente a sacarle jugo a la vida, nos recuerda que es necesario librarnos de nuestra carga cotidiana de amargura.

¿Que significa “enojo”? El Diccionario dice: "Un sentimiento de ira o enfado; molestia, disgusto o pesar". También puede describirse utilizando los términos: "berrinche, bufido, bronca, desesperación, enfado, enfurruñamiento, exacerbar, incomodidad, patear, resentimiento, saña", etc.

La Biblia nos dice:
  • “El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente” (Proverbios 12:16)
  • “El de grande ira llevará pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males” (Proverbios 19:19)
El enojo está muy emparentado con el egoísmo, de hecho nace de él, y su fruto siempre son problemas…

Si vamos a aceptar la Propuesta de Dios necesitamos entender que esta incluye velar por nuestro ser interior con la finalidad de librarnos de sentimientos de amargura, porque cuando estos se anidan en el corazón no hay forma de que nosotros y quienes nos rodean podamos vivir placenteramente.

Recordemos: No podremos disfrutar la vida, ¡Si no le quitamos el enojo!
DECH

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