sábado, 21 de septiembre de 2013

Reverdecer...

En la Biblia leemos: “Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido...” (Cantares 2:11-12)

La contratapa del diario decía: “Llegó Septiembre, luminoso y prometedor de mejores días. Por lo menos uno siente que las oscuridades del invierno se están yendo rumbo a la primavera”

Es verdad, la primavera representa brotes, nacimientos, flores, luminosidad. Todo reverdece y se llena de color, alegría, vida...
  • “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca...” (Mateo 24:32; Marcos 13:28)
Y la oscuridad y el frío invernales van quedando atrás, al acercarnos a nuestro Salvador:
  • “El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan” (Proverbios 4:19)
  • “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad... Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos... a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:18-24)
También Dios nos asegura que nuestra luz va en aumento, que la primavera ha llegado a nuestras vidas...
  • “El justo florecerá como la palmera: crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aún en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes. Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia” (Salmos 92:12-15)
  • “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas” (Isaías 44:3-4)
Pero cuidemos que los brotes traigan fruto bueno y no mala raíz:
  • “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30)
  • “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:15)
  • “...y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego” (Mateo 3:10)
El salmista nos dice:
  • “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, nii estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que  en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará” (Salmos 1:1-3)
Recordemos: Por la Misericordia de Dios tenemos la oportunidad de florecer y dar buenos frutos...
TBS

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