jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Paz? ¡Paz!

En la Biblia leemos: “Diré yo: La paz sea contigo... buscaré tu bien” (Salmos 122:8-9)

Por lo general, la gente se solidariza, asombra y admira de grandes personajes mediáticos  o sociales que piden por la paz mundial. Se suman a los pedidos, campañas o cadenas de oración, lo cual no está mal en sí mismo, pero no llegan a comprender que no es ni suficiente ni totalmente exacto.

La Biblia nos dice:
  • “...cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina... Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas para que aquel día os sorprenda como ladrón” (1 Tesalonicenses 5:3,4)
  • “Sobre todas las alturas del desierto vinieron destruidores... no habrá paz para ninguna carne... Así dice Jehová... yo he quitado mi paz de este pueblo...” (Jeremías 12:12; 16:5)
  • “Destrucción viene; y buscarán la paz,  y no la habrá” (Ezequiel 7:25)
Podemos nombrarla, desearla y pedir por ella, aún podremos provocar guerras intentando conseguirla,  pero solamente la hallaremos de una manera:
  • “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón  ni tenga miedo” (Juan 14:27)
¿Cómo comprenderemos esto? Aceptando que necesitamos hacer la Paz con Dios en nuestros corazones y a la manera ofrecida por Dios:
  • “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)
  • “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría...” (Colosenses 3:15-16)
  • “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno... aboliendo en su carne las enemistades... para crear en si mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios  a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades” (Efesios 2:14-16)
Necesitamos experimentar la Paz de Dios en lo más profundo de nuestros corazones, y allí sí, solo entonces, podremos compartir paz con otros:
  • “No nos arrebates juntamente con los malos, y con los que hacen iniquidad, los cuales hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón” (Salmos 28:3)
  • “No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos...” (Isaías 59:8)
  • “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22)
  • “Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela” (Salmos 34:14)
  • “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14)
Recordemos: Ni los pedidos ni los deseos darán Paz... Solamente la Obra de Dios en nuestros corazones...
TBS

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