domingo, 23 de septiembre de 2012

Genuino Amor


La nota decía: “Acerca del amor. Existen varios tipos de amor. Uno es egoísta, mezquino, ruin, motivado solo por la vanidad... El otro es el desbordamiento de todo lo bueno que hay en uno: generosidad, consideración y respeto, el reconocimiento de que la otra persona es valiosa y única. El primero puede enfermarte. El segundo libera tu fuerza, tu valentía, tu bondad e incluso tu sabiduría, que no sabías que guardabas en tu interior”

Sonaba bastante bien al leerlo... aplicable a las personas... si es que no conocemos lo que Dios ES y lo que El dice acerca de nosotros.

En la Biblia encontramos las siguientes descripciones acerca del ser humano:
  • “Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno... No hay quien haga bien... Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno” (Salmos 14:3; 53:1,3)
  • “Porque habrá hombres amadores de sí mismos... Sin afecto natural... aborrecedores de lo bueno...” (2 Timoteo 3:2-3)
  • “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos... todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre” (Marcos 7:22-23)
En cambio el Verdadero Amor solo puede venir de fuera de nosotros, producido por Dios mismo:
  • “... el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios... porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados... Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros... Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él... en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor... Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero... Y nosotros tenemos este mandamiento de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Juan 4:7-21)
Con esto podemos comprender que lo que naturalmente nos sale del corazón es muy ajeno al Amor. Y que para Amar verdaderamente necesitamos a Dios y la decisión de obedecer su mandamiento de amar al otro.
  • “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:22-23)
Recordemos: Solo Dios puede producir y manifestar en nosotros verdadero Amor...
TBS 

No hay comentarios:

Publicar un comentario