martes, 11 de septiembre de 2012

Responsables...


El artículo del periódico se refería a la relación tecnológica entre padres e hijos y se titulaba: “Aprendiendo a ser padres en la red”. Se explayaba diciendo que “la comunicación por la web mejora los vínculos pero está lejos de ser profunda. La mayoría de los padres familiarizados con la tecnología mejoran la relación con sus hijos. Están más comunicados... pero el rol de los padres se desdibuja al ser compinches...los criterios de autoridad se derrumban cuando los padres se infantilizan y se convierten en amigos de sus hijos y amigos de los amigos de sus hijos”

Bueno...la tecnología podrá acercar a las personas que están distantes geográficamente entre sí, pero realmente no acercan a las familias si cada uno de sus miembros se encuentra enfrascado en una computadora... esto evita el diálogo, la comunicación y en ocasiones hasta el mirarse a los ojos al conversar. Y por supuesto, ¡provoca todos los demás trastornos que enumera el artículo! Y aún mayores...

Los padres tenemos un rol fundamental en la vida de nuestros hijos: debemos traerlos al mundo de la mejor manera posible, cuidarlos y guiarlos, enseñándoles todo lo que deben ir aprendiendo desde la más tierna infancia.

La Biblia no nos impide jugar ni divertirnos con nuestros hijos, pero sí nos enfatiza desde todos los ángulos nuestra responsabilidad y nuestras obligaciones hacia y ante ellos.

Los padres deben:

Enseñar, instruir y dirigir
  • “Oye, hijo... la instrucción de tu padre y... la dirección de tu madre...” (Proverbios 1:8)
  • “Oíd, hijos la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura” (Proverbios 4:1)
  • “Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre... y la enseñanza de tu madre” (Proverbios 6:20)
Aconsejar y disciplinar
  • “Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Proverbios 3:12)
  • “El hijo sabio recibe el consejo del padre...” (Proverbios 13:1)
Actuar con sabiduría
  • “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4)
La recompensa a la tarea se verá con el tiempo:
  • “... el hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre... El hombre que ama la sabiduría alegra al padre...” (Proverbios 10:1; 29:3)
La tecnología es buena, esto no podemos negarlo. Pero la compañía humana, el calor de una palabra acompañada de una mirada de amor y comprensión, un brazo sobre el hombro demostrando cuánto nos importa la persona es incomparablemente más efectivo que unas palabras escritas a la distancia. Nunca olvidemos esto en nuestro rol de padres. Y también de esposos, de amigos, de vecinos.

Recordemos: Los hijos tienen sus propios amigos...los padres deben cumplir a conciencia con su función específica...
TBS

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