lunes, 17 de septiembre de 2012

Renovar...


El titular del periódico era el siguiente: “Gasto enorme para una economía que no crece”. Luego desarrollaba el tema, destacándose frases como: “inversiones escasas o claramente insuficientes han achicado el volumen de las reservas... justamente las que garantizan la producción... siguió siendo la misma durante años... se comprometió la producción futura... consumió capital sin reponer, al final se descapitalizó...”

¡Que buenos consejos para aplicar a la vida cristiana! La Biblia nos dice que:
Debemos crecer cada día:
  • “...para que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual” (Colosenses 1:10)
Necesitamos abastecernos de combustible y reservas:
  • “Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado... Mi porción es Jehová, he dicho que guardaré tus palabras... enséñame buen sentido y sabiduría... mas ahora guardo tu palabra... espero en tu palabra... Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado...” (Salmo 119)
No podemos estancarnos en una etapa de la vida:
  • “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:12-16)
Si no logramos estas cosas, nuestra “producción” o productividad en la vida cristiana será nula, ineficiente, escasa. Y sabemos que la Biblia nos anima a abundar en acciones y obras que son nuestros frutos, la confirmación de la Presencia viva de Dios en nosotros:
  • “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros... Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (San Juan 15:1-5)
  • “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios... revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 1:10; 3:10)
La única manera de avanzar en el crecimiento y abundar en lo que produzcamos es mediante una renovación total:
  • "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:2)
Recordemos: Para ser verdaderamente eficientes, debemos aprovisionarnos de Su Palabra...
TBS 

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