jueves, 20 de septiembre de 2012

Pesada Carga...


El titular en grandes caracteres decía: “Con la muerte al hombro” y expresaba la forma en la cual una persona sentía que llevaba sobre sí el hecho de haber matado a un ladrón que ingresó a su casa para robar, amenazar y disparar a su familia y a él mismo. Dice que esa situación “le quita el sueño, lo lleva a sentirse incomprendido, a afirmar que no volverá a tener armas para defensa en su casa”

¡Difícil situación con la cual deberá vivir el resto de su vida!

La Biblia nos dice que llevamos sobre nosotros una responsabilidad:
  • “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado...” (Mateo 28:19-20)
  • “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20)
¿Cómo nos sentimos ante ella? El Apóstol Pablo sentía su peso sobre las espaldas y lo expresaba así:
  • “Pues si anuncio el evangelio no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16)
  • “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique...?” (Romanos 10:13-15)
¿Pesan sobre nuestros hombros las almas perdidas, nos quitan el sueño, nos hacen esforzarnos más para llevar la Palabra de Dios?

La intensidad de ese peso llevaba a decir a los enviados de Dios:
  • “Entonces volvió Moisés a Jehová y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito” (Éxodo 32:31-32)
  • “Pero tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos...” (Romanos 9:2-3)
Dios realiza su Obra a través de nosotros:
  • “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida... con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo” (2 Corintios 2:14-17)
No podremos abarcar el mundo entero, pero sí un círculo de influencia acorde a nuestras funciones y estamos allí precisamente para ello. No hay otro que lo haga a menos que Dios lo coloque en nuestro lugar o a nuestro lado, como bien lo entendió la reina Ester en su momento:
  • “Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte... mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:14)
Recordemos: Debemos caminar por la vida sin pesos extra que nos agobien.
TBS 

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