viernes, 14 de septiembre de 2012

Sin fanatismos...


En diferentes notas periodísticas se trató un tema importante referido a las militancias o a la falta de ellas. También se presentaba a algunas personas que esgrimían “pertenencia a...” para evitar consecuencias indeseadas debido a sus conductas desordenadas o incorrectas. El periodista que desarrolló este tema decía: “detrás de... aparece el fanatismo, que siempre hace peores a las personas... son inyecciones de miedo masivo para convencer de...”

Este tipo de actitudes se pueden observar en diferentes ámbitos, y son esgrimidas por personas de toda procedencia, actividad, liderazgo y aún profesión de fe.

La Biblia nos habla acerca de militancia, nos advierte sobre el fanatismo, nos enseña a quién temer y ante quien no intimidarnos.

Veamos lo que nos enseña:
  • “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-4)
  • “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2:2-4)
Según el Diccionario, "fanatismo" es sinónimo de "obstinación", sobre la cual encontramos lo siguiente:
  • “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación...” (1 Samuel 15:22-23)
Dios nos dejó muy en claro a quien temer y respetar...
  • “A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos...” (Deuteronomio 6:13-14)
  • “Ahora, pues, temed a Dios y servidle con integridad y en verdad...” (Josué 24:14)
  • “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de m vida, ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1)
  • “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia” (Romanos 13:3-5)
  • “Honrad a todos. Amad a los hermanos, Temed a Dios, Honrad al rey” (1 Pedro 2:17)
Pablo resume magistralmente cuál es el espíritu de nuestra “lucha”:
  • “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios” (Filipenses 1:27-28)
Recordemos: Si atendemos la Palabra de Dios, estaremos seguros de la conducta a seguir.
TBS 

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