jueves, 13 de septiembre de 2012

Justicia Real...


La nota periodística se refería a un hombre aparentemente acusado injustamente de atropellar y matar a varias personas en medio de un confuso hecho policial y recientemente liberado. Dice acerca de él que: “goza de perspectiva de inocencia, pero la certidumbre judicial no es definitiva... vive para sacar adelante el minuto siguiente... piensa en la dimensión simbólica de la justicia... y surge la pregunta: justicia ¿dónde estás?”

La Biblia nos dice:
  • “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pedro 3:18)
Esta condición no nos da perspectiva de inocencia, sino seguridad absoluta de ser vistos justos e inocentes delante de Dios...

En Hebreos 10:10-12 leemos también:
  • “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”
La Justicia de Dios no permite la incertidumbre ni da lugar a ella, y la condición que adquirimos es eterna...

En Romanos 4:13 encontramos seguridad de la realidad de nuestra justificación:
  • “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”
Podemos responder con absoluta certeza a la pregunta: "Justicia ¿dónde estás?" con estas palabras:
  • “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia” (Romanos 8:10)
  • “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2:21)
  • “Y ciertamente aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe” (Filipenses 3:9)
La pregunta más importante para hacernos no es ¿dónde está la justicia?
  • “Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?” (Malaquías 2:17)
Sino... ¿estamos justificados ante el Señor?
  • “El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra” (Proverbios 21:21)
  • “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24)
Recordemos: Humanamente podremos sufrir injusticia. Espiritualmente... ¡Jamás!
TBS 

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