La nota hablaba acerca de varias
cosas, de tener un sueño... de cumplir los sueños... de alcanzar objetivos... Y
nombraba a dos personas de la Biblia; una que lo tuvo todo y fracasó en el
intento: Lot que se acercó, se rodeó y permaneció entre hombres pecadores y
alejados de Dios... Y la otra a quien todo parecía salirle pésimo y sin embargo
alcanzó objetivos increíbles: José, quien, a pesar de ser vendido, esclavizado,
encarcelado, afectado por acusaciones mentirosas tuvo las reacciones correctas
que lo llevaron a la victoria...
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“Subió, pues, Abram de Egipto... y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro... También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos... Y alzó Lot los ojos y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego... escogió para sí toda la llanura... y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera...” (Génesis 13)
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“...le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto... Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio... aconteció después de esto que la mujer de su amo puso los ojos en José... y tomó su amo a José y lo puso en la cárcel... pero Jehová estaba con José, y le extendió su misericordia...” (Génesis 37-39)
La diferencia en las actitudes de
ambos hombres hacia los demás, hacia el pecado y hacia Dios mismo hizo que sus
vidas tuvieran resultados tan distintos. Lot dejó que las cosas ocurrieran y no
hizo nada por impedirlas. José aceptó el infortunio, hizo lo mejor que podía,
ayudó a quienes tuvo a mano, esperó confiadamente la Obra de Dios, perdonó
cuando hizo falta y devolvió bien por mal, como leemos en Génesis capítulos 40
a 50.
Cada circunstancia que Dios nos
permite vivir tiene un propósito, y si tenemos claro esto podremos alcanzar todo
lo que Dios haya preparado para nosotros. Sus promesas no son que todo nos irá
bien, sino que estará con nosotros siempre, en lo “bueno” y en lo que
pensamos que es “malo”
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“...el que sostiene a los justos es Jehová... cuando el hombre cayere no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano” (Salmos 37:17, 24)
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“Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré” (Lamentaciones 3:24)
Cuando Jeremías tenía una misión e
intentó desligarse de ella, Dios le dijo:
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“...no digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande” (Jeremías 1:7)
No podemos oponernos a los Planes
Soberanos de Dios, pero podemos decidir como los viviremos. Que podamos
proclamar y actuar como el salmista:
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“Compañero soy yo de todos los que te temen, y guardan tus mandamientos” (Salmos 119:63)
Podemos y deberíamos tener sueños,
metas y objetivos... Y debemos actuar con sabiduría de Dios para
alcanzarlos...
Recordemos: Cada
día, cada momento y cada cosa que nos ocurra son oportunidades para alcanzar las
metas que Dios nos da...
TBS
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