La nota hablaba sobre “recuperar
la paz interior” y uno de los ejemplos que proponía era “permitir que
la paz interior anide y aflore. Muchas personas no logran tener paz interior
porque están tan ocupadas que no dejan un espacio dentro de su ser para el
bienestar... basta con quedarnos quietos unos minutos para poder sentir la paz
que vive en nuestro interior, pero que no dejamos que se
manifieste”
Si acudimos a la Palabra de Dios
encontraremos que en realidad no es posible dejar aflorar de nuestro interior
ninguna sensación de paz debido a que el ser humano no tiene paz en sí mismo, y
la que puede ofrecerle otro ser humano no es para nada sólida:
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“No me arrebates juntamente con los malos, y con los que hacen iniquidad, los cuales hablan paz con sus prójimos pero la maldad está en su corazón” (Salmos 28:3)
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“Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros” (Jeremías 23:17)
No puede anidar y florecer lo que no
se construye o se siembra:
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“No hay paz para los malos, dijo Jehová... No conocieron camino de paz... Ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz...” (Isaías 48:22; 59:8)
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“...Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación y he aquí turbación” (Jeremías 14:19)
Sin embargo podemos gozar de
verdadera y profunda paz si acudimos a Aquel que nos da esta Promesa:
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“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27)
En Cristo, podemos tener una paz
real, duradera y eterna, que no se verá afectada por circunstancias externas ni
por conflictos internos:
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“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)
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“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” (Colosenses 3:15)
Si bien la paz no es algo natural
para el ser humano, sí es cierto que se obtendrá en quietud... quietud ante la
Presencia de Dios, quien obrará en el ser interior y producirá la paz
necesaria:
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“Porque así dice Jehová el Señor, el Santo de Israel: en descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza...” (Isaías 30:15)
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“Estad quietos y conoced que yo soy Dios… nuestro refugio es el Dios de Jacob” (Salmos 46:10-11)
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“Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras” (Isaías 26:12)
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“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11)
Recordemos:
Solamente en Dios encontraremos Paz Verdadera y Eterna...
TBS
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