lunes, 25 de febrero de 2013

Belleza


La Biblia afirma: “Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible...” (1 Pedro 3:4)

La nota hablaba de los “secretos” de belleza de varias estrellas de cine y cada una de ellas por separado compartió el mismo método: “Piel limpia, con un producto de limpieza suave... apenas se despierta limpia su cara... Usa mascarilla ultra hidratante... procedimiento de microdermoabrasión para afinar la piel... tomar dos libros de agua... Leche de coco para hidratar” Y una de ellas agregó: “tener una mirada diáfana”

¡Interesante! La Biblia nos recalca la necesidad de una limpieza profunda:
  • “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmos 119:9)
  • “Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron” (Jeremías 33:8)
  • “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14)
También nos habla sobre los ojos:
  • “Dame, hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos” (Proverbios 23:26)
  • “Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley” (Salmos 119:18)
  • “Porque Jehová es justo y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro... Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmos 11:7; 34:5)
La limpieza es fundamental para lucir cualquier objeto. Si nos vestimos de oro, plata y piedras preciosas, pero no estamos limpios, si todo nuestro exterior brilla artificialmente pero nuestro interior no lo hace, ello opacará todo lo externo.
  • “El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey” (Proverbios 22:11)
  • “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2)
¿Cómo obtener limpieza y brillo interior? Mediante la obra salvadora del Señor Jesucristo:
  • “... la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado... Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:7, 9)
  • “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1)
Debemos aplicar una buena dosis de sabiduría diaria para obtener belleza duradera:
  • “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría... Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará” (Proverbios 4:5,9)
  • “¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará” (Eclesiastés 8:1)
Recordemos: Dios nos da los recursos necesarios para tener belleza interior, y ella siempre se reflejará en nuestro exterior.
TBS

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