miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Envidiamos?


La Biblia nos dice: “Porque nosotros también... en otro tiempo....viviendo en malicia y envidia... aborreciéndonos unos a otros” (Tito 3:3)

La nota, producto de una investigación, decía: "Vida digital. La red de la envidia... para mucha gente facebook es una fuente permanente de frustración y angustia... De todas las características de la naturaleza humana, la envidia es la más desafortunada. El envidioso no solo desea la desgracia ajena, también está entregado él mismo a la infelicidad... La envidia es la emoción universal que, tarde o temprano surge en cualquiera de nosotros... El que se siente disminuido no percibe que lo que ve no es la vida real del otro sino apenas una versión editada de sus mejores momentos...”

Me llevó a preguntarme ¿Por qué envidiamos? Lo hacemos porque no estamos felices con lo que tenemos y deseamos lo que tiene el otro...
  • “No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos” (Proverbios 3:31)
  • “No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos... ni tengas envidia de los impíos...” (Proverbios 24:1, 19)
  • “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor...” (1 Corintios 13:4-5)
¿Por qué envidiamos entonces? Porque no somos agradecidos a Dios por lo que tenemos, que siempre proviene de la bondadosa mano de Dios:
  • “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5)
  • “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia... y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” (Colosenses 3:12-15)
Estos versículos nos confirman que entre los hijos de Dios no puede desarrollarse la envidia, ya que cada uno de nosotros recibe de Dios lo necesario, y el amor debe imperar en nuestras relaciones.

Dios nos promete plenitud de vida, no solamente una versión editada de la vida espiritual, por lo cual debemos vivirla plenamente sin envidiar al que no conoce a Dios y desarrollando el amor y la generosidad entre los hermanos...
  • “Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento... Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, según los rudimentos del mundo, y no según Cristo” ((Colosenses 2:2-8)
Recordemos: Dios nos da a cada uno lo que necesitamos para cumplir con Sus Propósitos en nuestras vidas...
TBS

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