lunes, 4 de febrero de 2013

Creer a Dios...


La Biblia nos dice: “...creed en vuestro Dios... y estaréis seguros...” (2 Crónicas 2:20)

La nota, aparecida en el suplemento Ciencia y Tecnología del diario decía: “Sudáfrica. Hallan pistas prehistóricas sobre la potencial altura de las mareas. Una expedición buscó en playas antiguas kilómetros tierra adentro de la costa moderna... encontraron docenas de conchas fosilizadas... fue una pista importante para determinar qué tan alto podrían elevarse los océanos en un mundo más cálido... el interrogante adquirió nueva urgencia luego del huracán que causó inundaciones en...”

Esta es una preocupación de todos los tiempos, unida al asombro de los científicos por hallar restos marinos en lugares insólitos como la cumbre de una alta montaña.

En Génesis capítulo 6 y 7 se nos relata la razón por la cual hoy en día pueden encontrarse restos marinos en donde supuestamente nunca hubo agua:
  • “...vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón... Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo... Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová... Dijo, pues Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos... Hazte un arca de madera.... y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo...”
  • “En el año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches... y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra... y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos...Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra... Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días”
En Génesis capítulo 9 se nos asegura que ésta no debe ser una preocupación futura pues nunca más Dios destruirá la tierra mediante el agua:
  • “Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron al cabo de ciento cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat. Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo... se descubrieron las cimas de los montes... Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca... esperó aún... Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra... y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra... Entonces habló Dios a Noé: Sal del arca... no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio... esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra... cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes...”
Recordemos: Si le creemos a Dios, tendremos varios motivos menos de preocupación...
TBS

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