Leer Salmo 82
“Este salmo, como los salmos 2 y
58, se concentra en las injusticias de la tiranía. El salmista describe a Dios
en pie en la asamblea de los gobernantes humanos a los que Él ha delegado
autoridad y condenando las injusticias de ellos. La oración final del salmista
(v.8) es que el mismo Dios asuma directamente el control sobre los asuntos de
este mundo” (John Mac Arthur)
Como un llamado a rendir cuentas,
este canto convoca a los lideres humanos para presentarse delante de Aquel que
es Soberano sobre todas las cosas y tiene la Palabra final sobre los asuntos de
los hombres…
Se declara la Dependencia de
Dios…
-
“Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga” (Salmos 82:1)
Algunos comentaristas han considerado
que al hablar de “dioses” el salmista se está refiriendo a demonios o
dioses paganos, sin embargo, “la mejor interpretación es que estos “dioses”
son dirigentes humanos, como jueces, reyes, legisladores y presidentes. Dios es
el Gran Juez sobre estos jueces menores”
Debemos tener en cuenta que Pablo en
Romanos 13:1 dice: “porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que
hay, por Dios han sido establecidas”. Esto implica que debemos someternos
a las autoridades civiles y orar por ellos, pero nunca debemos perder de vista
que en Daniel 4:25-26 leemos: “el Altísimo tiene dominio en el reino de los
hombres, y que lo da a quien Él quiere… el Cielo gobierna”. Es en este
sentido, sin duda alguna, que finalmente, les guste o no Dios habrá de demandar
aún lo que la Patria eximiera de demandar a los gobernantes
nacionales…
Se describe la Denuncia de
Dios…
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“¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? Defended al débil y al huérfano…” (Salmos 82:2-5)
“Es algo magnífico cuando un juez
puede librar a una víctima como a una mosca de la tela de una araña, y es
horrible cuando el magistrado es a la vez un depredador. La ley con frecuencia
ha sido un medio de venganza en la mano del hombre sin escrúpulos, como el
veneno o la daga” (Charles Spurgeon)
Quienes se encuentran en un lugar de
privilegio deberían pensar en suplir las necesidades y hacer justicia a los
“débiles, huérfanos, afligidos, menesterosos y necesitados”, pero
lamentablemente en muchas ocasiones solo hacen el juego a los “impíos”
en desmedro de sus víctimas. Esto es observado, considerado y denunciado por el
Justo quien dará a cada uno el pago merecido cuando llegue el
momento…
Se detalla el Dictamen de
Dios…
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“Yo dije: Vosotros sois dioses… pero como hombres moriréis… Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones” (Salmos 82:6-8)
Cuando el salmista dice “vosotros
sois dioses” implica que ellos fueron revestidos de prerrogativas divinas
por medio de la autoridad que el Cielo les ha conferido. Cuando el gobernante se
confunde y cree que la autoridad es inherente a su propia persona y méritos,
Dios mismo los enfrenta con la realidad de que son simples seres humanos y que
pueden morir como el más común de los mortales o el más exaltado de los
príncipes. Como dice Thomas Watson: “Andamos en este mundo como un hombre en
un campo nevado: todo parece liso, pero ningún paso es seguro”
Por ese motivo el Salmo termina
ensalzando al Dios de los Cielos y Dueño del Universo porque solo Él es el Único
Juez Soberano y tiene la palabra final sobre los asuntos de los
hombres…
Recordemos: Estamos
seguros… El Dios Soberano juzga y reina…
DECH
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