jueves, 2 de agosto de 2012

Dios tiene un Plan…


Leer Salmo 80

“Al músico principal: Sobre Lirios. Esta es la cuarta vez que vemos este título; los demás Salmos son el 45, el 60 y el 69. ¿Por qué se da este título? Es difícil decirlo en cada caso, pero la forma delicadamente poética del Salmo presente justifica muy bien el título encantador. El Salmo es un testimonio de la Iglesia como un “lirio entre espinas” (Charles Spurgeon)

No se sabe cuándo y por qué motivo fue compuesto este Salmo, pero la opinión más difundida es que posiblemente su autor fuera alguien que vivía en Judea antes de la cautividad de Babilonia y que su oración es por las diez tribus del Norte que ya estaban en el destierro bajo la mano de los asirios…

Un Reclamo Esencial…
  • “Oh Pastor de Israel escucha… Despierta tu poder… y ven a salvarnos. Oh Dios, restáuranos… Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos” (Salmos 80:1-6)
“El profeta no empieza su oración de modo abrupto sino que mezcla con ella ciertos títulos, por medio de los cuales se dirige a Dios apropiadamente y presenta su causa. No dice: “Oh, Tú que sostienes y gobiernas todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra, que has colocado tu morada sobre los cielos”, sino que dice: “Tú que pastoreas a José como un rebaño, Tú que estás sentado entre querubines”. Estas dos cosas ensalzan el favor y la providencia de Dios revelada a Israel, y las recuerda para que pueda alimentar y reforzar la confianza en la oración” (Charles Spurgeon)

En medio de la adversidad nuestra primer necesidad se encuentra en establecer un contacto genuino con Dios y alcanzar Sus Favores. El Señor esta siempre atento a nuestras oraciones pero nosotros necesitamos convencernos que fuera de Él no tenemos ninguna respuesta genuina a las dudas y dolores que nos aquejan. El salmista hace el reclamo correcto ante la Persona correcta… “El Señor es mi Pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1)

Un Recuerdo Especial…
  • “Oh Dios de los ejércitos, restáuranos… Hiciste venir una vid de Egipto… E hiciste arraigar sus raíces y llenó la tierra…” (Salmos
    80:7-13)
La imagen del Pueblo de Dios como una “vid” es aplicada tanto a Israel como la Iglesia. Como dice Mathew Henry: “La vid no tiene al principio un aspecto demasiado atrayente que digamos, pero se extiende rápidamente y su fruto es excelente. Tenemos motivos para agradecer a Dios el que haya plantado tal vid en medio del desierto de este mundo y que la haya preservado hasta el día de hoy”. La base sobre la que el salmista espera el favor de Dios es aquello que Él mismo hizo y determinó de antemano… Dios habría de restaurar a Su Pueblo en virtud de Sus Propios Planes y allí radicaba la esperanza…

Un Renuevo Esperado…
  • “Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; mira desde el cielo, y considera y visita esta viña, la planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste…” (Salmos 80:14-19)
“Todavía tiene raíces, algunas ramas están vivas. Empezó al principio del mundo y nunca ha fallado, y nunca fallará. Porque Tú has dicho: “He aquí, yo estoy con vosotros, hasta el fin del mundo” Puede decrecer pero nunca puede fallar por completo. Esta viña es la viña que Tú has plantado. Hay un Espíritu, una fe, un bautismo, un Dios y Señor de todo, que es el todo en todos… Levántala, quita los brotes superfluos, ponle soportes, abónala, refuerza la valla y visita esta viña, como ahora Tú visitas la tierra y la riegas” (Jerónimo Savonarola)

Recordemos: Cuando las circunstancias nos derriban a la tierra la respuesta está en el Cielo…
DECH

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