viernes, 3 de agosto de 2012

Dios es Nuestro Camino…


Leer Salmo 81

Este Salmo se compuso para ser cantado en una de las fiestas solemnes de Israel, posiblemente la de los Tabernáculos (Levítico 23:24). Como dice Mathew Henry: “Cuando el pueblo de Dios se reúne en el día de la fiesta solemne (v.3) se les debe decir que tienen algo que hacer, pues no estamos en la Iglesia para dormir ni para holgazanear”

Si bien la ocasión en que se ejecutaba el salmo era festiva y se usaba para acompañarlo un instrumento de cuerdas similar a un arpa (“Gitit” del título), su letra lleva a la reflexión en referencia a los errores cometidos y las posibilidades perdidas por la dureza del corazón de sus antepasados…

Regocijarse en el Presente…
  • “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo…” (Salmos 81:1-5b)
“No debería haber monotonía o sopor en nuestro canto, ni desánimo que nos haga cojear. Cantad bien alto, deudores de la Gracia Soberana. Vuestros corazones están profundamente agradecidos; que vuestras voces expresen este agradecimiento” (Charles Spurgeon)

Tenemos una larga lista de razones para estar gozosos en el día de hoy, y seguramente cada uno de nosotros podría detallar infinidad de motivos que solo promueven la gratitud, pero deberían estar primero en esa lista la Gracia y la Misericordia de Dios sin las cuales nuestra vida no tendría sentido. En la Fiesta de los Tabernáculos el Pueblo de Israel recordaba que habían vivido en tiendas en el desierto y que el Señor les había guardado todo el tiempo y llevado a la Tierra Prometida. Una buena memoria ejercita nuestra gratitud…

Recapacitar en el Pasado…
  • “Oí lenguaje que no entendía… En la calamidad clamaste y yo te libré… Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto… Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí…” (Salmos 81:5c-12)
Como dice William Gurnall: “Nadie pierde a Dios sino el que voluntariamente se aparta de Él”. Ellos debían meditar en los hechos del pasado y aprender la lección: Dios era la Respuesta y ellos no quisieron escucharle… El contraste se ve en dos frases:
  1. La Voluntad de Dios: “Abre tu boca, y yo la llenaré” (v.10)
  2. La Vanidad del Pueblo: “Los dejé por tanto a la dureza de su corazón, caminaron en sus propios consejos” (v.12)
Reflexionar en el Porvenir…
  • “¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel!... Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo, y con miel de la peña los saciaría” (Salmos 81:13-16)
“Dios continúa testificando de la buena voluntad que albergaba hacia ellos (v.13). Veía cuan triste era el caso de ellos, cuan segura su ruina al ser dejados a sus propios consejos, y siente compasión de ellos y muestra la repugnancia con que les había dejado a merced de la insensatez y dureza de sus corazones… De manera semejante se lamentó el Señor Jesús de la obstinación de Jerusalén (Lucas 19:42). Las expresiones son muy emotivas e indican cuan fuerte es el deseo de Dios de que nadie perezca sino que todos vengan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9)” (Mathew Henry)

La frase “si me hubiera oído mi pueblo” manifiesta muchas cosas que nos llevan a mirarnos al espejo de nuestra propia realidad y preguntarnos: ¿Qué cosas serían diferentes en mi vida de aquí en más si simplemente aceptara la Voluntad de Dios para mi vida? ¿Cómo puedo ponerme en sintonía con la Voz de Dios para conocer Sus Caminos y dejar de andar extraviado en mis propios consejos?

Recordemos: El Camino de Dios parece difícil pero es más seguro que nuestro propio camino…
DECH

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