Leer Salmo 81
Este Salmo se compuso para ser
cantado en una de las fiestas solemnes de Israel, posiblemente la de los
Tabernáculos (Levítico 23:24). Como dice Mathew Henry: “Cuando el pueblo de
Dios se reúne en el día de la fiesta solemne (v.3) se les debe decir que tienen
algo que hacer, pues no estamos en la Iglesia para dormir ni para
holgazanear”
Si bien la ocasión en que se
ejecutaba el salmo era festiva y se usaba para acompañarlo un instrumento de
cuerdas similar a un arpa (“Gitit” del título), su letra lleva a la
reflexión en referencia a los errores cometidos y las posibilidades perdidas por
la dureza del corazón de sus antepasados…
Regocijarse en el
Presente…
-
“Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo…” (Salmos 81:1-5b)
“No debería haber monotonía o
sopor en nuestro canto, ni desánimo que nos haga cojear. Cantad bien alto,
deudores de la Gracia Soberana. Vuestros corazones están profundamente
agradecidos; que vuestras voces expresen este agradecimiento” (Charles
Spurgeon)
Tenemos una larga lista de razones
para estar gozosos en el día de hoy, y seguramente cada uno de nosotros podría
detallar infinidad de motivos que solo promueven la gratitud, pero deberían
estar primero en esa lista la Gracia y la Misericordia de Dios sin las cuales
nuestra vida no tendría sentido. En la Fiesta de los Tabernáculos el Pueblo de
Israel recordaba que habían vivido en tiendas en el desierto y que el Señor les
había guardado todo el tiempo y llevado a la Tierra Prometida. Una buena memoria
ejercita nuestra gratitud…
Recapacitar en el Pasado…
-
“Oí lenguaje que no entendía… En la calamidad clamaste y yo te libré… Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto… Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí…” (Salmos 81:5c-12)
Como dice William Gurnall: “Nadie
pierde a Dios sino el que voluntariamente se aparta de Él”. Ellos debían
meditar en los hechos del pasado y aprender la lección: Dios era la Respuesta y
ellos no quisieron escucharle… El contraste se ve en dos
frases:
-
La Voluntad de Dios: “Abre tu boca, y yo la llenaré” (v.10)
-
La Vanidad del Pueblo: “Los dejé por tanto a la dureza de su corazón, caminaron en sus propios consejos” (v.12)
Reflexionar en el
Porvenir…
-
“¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel!... Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo, y con miel de la peña los saciaría” (Salmos 81:13-16)
“Dios continúa testificando de la
buena voluntad que albergaba hacia ellos (v.13). Veía cuan triste era el caso
de ellos, cuan segura su ruina al ser dejados a sus propios consejos, y siente
compasión de ellos y muestra la repugnancia con que les había dejado a merced de
la insensatez y dureza de sus corazones… De manera semejante se lamentó el Señor
Jesús de la obstinación de Jerusalén (Lucas 19:42). Las expresiones son muy
emotivas e indican cuan fuerte es el deseo de Dios de que nadie perezca sino que
todos vengan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9)” (Mathew Henry)
La frase “si me hubiera oído mi
pueblo” manifiesta muchas cosas que nos llevan a mirarnos al espejo de
nuestra propia realidad y preguntarnos: ¿Qué cosas serían diferentes en mi vida
de aquí en más si simplemente aceptara la Voluntad de Dios para mi vida? ¿Cómo
puedo ponerme en sintonía con la Voz de Dios para conocer Sus Caminos y dejar de
andar extraviado en mis propios consejos?
Recordemos: El
Camino de Dios parece difícil pero es más seguro que nuestro propio camino…
DECH
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