viernes, 24 de agosto de 2012

Dios es Nuestra Eternidad…


Leer Salmo 102

Aunque no podemos conocer quien fue el autor de este Salmo, ya que no hay referencias a su persona en el título ni en el contenido, se supone que fue escrito en la época de la deportación a Babilonia. El epígrafe hace una breve descripción del ánimo con el que fue compuesta esta canción al decir que es la “oración del que sufre”; “sin embargo, éste que se lamenta no lo hace sin esperanza; tiene fe en Dios y espera la resurrección de la nación a través del favor omnipotente del Señor” (Charles Spurgeon)

El salmista describe su Experiencia…
  • “Jehová, escucha mi oración… Porque mis días se han consumido como humo… Y mis días son como sombra que se va, y me he secado como la hierba” (Salmos 102:1-11)
Más allá de las penurias que estaban sufriendo como Nación, el salmista reclama el favor de Dios y detalla sus propios dolores al decir que se encontraba…
  1. Débil: “Porque mis días se han consumido…” (v.3). Se sentía como un enfermo consumido por la fiebre…
  2. Deprimido: “Mi corazón está herido… me olvido de comer mi pan…” (v.4-5). La idea era que su corazón estaba “marchito como el heno” por lo cual aún había perdido el apetito…
  3. Desolado: “Soy semejante al pelícano en el desierto… como el pájaro solitario…” (v.6-7). Se sentía tan afectado como un ave solitaria, sombría y austera…
  4. Desamparado: “Cada día me afrentan mis enemigos…” (v.8-9). Sus amigos están lejos y sus enemigos cerca para afrentarle
  5. Desesperado: “Mis días son como sombra que se va” (v.10-11). “Las sombras se alargan al atardecer, cuando el sol está a punto de ponerse. Se da cuenta el salmista que su vida pronto va a ser devorada por la oscuridad de la muerte” (Mathew Henry)
El salmista declara su Esperanza…
  • “Más tú, Jehová, permanecerás para siempre… Te levantarás y tendrás misericordia de Sion…” (Salmos 102:12-22)
La esperanza renace al contrastar nuestra debilidad con las virtudes de Dios, Quien “permanece para siempre”. Como explica John Mac Arthur: “El salmista cambia radicalmente su perspectiva de la tierra al Cielo, de su dilema a Dios y se regocija en la naturaleza eterna de Dios y en el resultado eterno del plan redentor de Dios”

“Las oraciones del Pueblo de Dios parecen ahora no ser tenidas en cuenta pero pronto se demostrará que no era ese el caso (v17) “Habrá considerado la oración de los desvalidos”. El vocablo hebreo aquí para “desvalido”… significa “brezo”, un arbusto muy humilde, como el hisopo de la pared. Así también estos se hallaban en miserable estado, enriquecidos con bendiciones espirituales, pero destituidos de bienes temporales. Si consideramos nuestra bajeza… tendremos motivos para sospechar que nuestras oraciones serán recibidas con desdén en los cielos, pero aquí se nos asegura lo contrario, pues tenemos un Abogado con el Padre” (Mathew Henry)

El salmista descansa en la Eternidad…
  • “El debilitó mis fuerzas… acortó mis días… Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán…” (Salmos 102:23-28)
“Tú vives, Señor, déjame vivir también. Una plenitud de existencia contigo; déjamela compartir contigo. Nota el contraste entre el mismo David cuando desfallece y está a punto de expirar, y cuando su Dios vive en él en la plenitud de fuerza para siempre; este contraste está lleno de poder consolador para el hombre cuyo corazón descansa en el Señor. Bienaventurado sea su nombre, Él no nos falla, y por tanto, nuestra esperanza no nos fallará” (Charles Spurgeon)

Recordemos: La visión eternal aplaca el dolor terrenal…
DECH

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