martes, 28 de agosto de 2012

Dios es Nuestro Perdón…


Leer Salmo 106

“Este Salmo empieza y termina con un “¡Aleluya!” “Alabado sea el Señor”. El espacio entre estas dos exclamaciones de alabanza está lleno de tristes detalles del pecado de Israel y la paciencia extraordinaria de Dios; y, verdaderamente, hacemos bien en bendecir al Señor tanto al comienzo como al fin de nuestra meditación cuando el pecado y la gracia son los temas… Al estudiar este santos Salmo considerémonos nosotros mismos entre el antiguo pueblo del Señor y lamentemos nuestras propias provocaciones al Altísimo, y al mismo tiempo admiremos su infinita paciencia y adorémosle debido a la misma. Que el Espíritu Santo lo santifique para el incremento de la humildad y de la gratitud” (Charles Spurgeon)

El Carácter de Dios…
  • “Aleluya. Alabad al Señor, porque Él es Bueno; porque para siempre es su misericordia…” (Salmos 106:1-5)
Su Esencia se manifiesta en el hecho de que Él es intrínsecamente Bueno, y la expresión práctica de ese atributo es Su Misericordia manifiesta permanentemente hacia un pueblo experto en rebeldías. Como dijera John Gill: “De modo esencial, único y original; comunica y difunde su bondad; Él es el Autor de todo bien y de ningún mal; es misericordioso y clemente e inclinado a perdonar”

La Clemencia de Dios…
  • “Pecamos nosotros, como nuestros padres; hicimos iniquidad, hicimos impiedad…” (Salmos 106:6-39)
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete” (Mateo 18:21-22). Pedro pensaba que estaba siendo muy generoso con sus ofensores al hacer esta proposición, pero él no entendía que el Carácter de Dios es sobre todo misericordioso y se especializa en brindar múltiples oportunidades a quienes optan por ofenderle. El relato del Salmo 106 incluye siete ocasiones históricas de rebeldía, no obstante detrás de todo ello se puede observar la Mano Clemente del Señor. El salmista nos dice que ellos…
  1. Fueron Desconfiados: “Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas…” (v6-12)
  2. Fueron Desagradecidos: “Bien pronto olvidaron sus obras…” (v.13-18)
  3. Fueron Desobedientes: “Hicieron becerro en Horeb… Olvidaron al Dios de su salvación…” (v.19-23)
  4. Fueron Despreciativos: “Pero aborrecieron la tierra deseable…” (v.24-27)
  5. Fueron Desenfrenados: “Se unieron asimismo en Baal Peor… Provocaron la ira de Dios con sus obras…” (v.28-31)
  6. Fueron Débiles: “También le irritaron en las aguas de Meriba; y le fue mal a Moisés por causa de ellos…” (v.32-33)
  7. Fueron Descuidados: “No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo…” (v.34-39)
El Compromiso de Dios…
  • “Se encendió, por tanto, el furor de Jehová… Con todo, Él miraba cuando estaban en angustia… Y se acordaba de su pacto con ellos…” (Salmos 106:40-48)

“Su ira extrema hacia su propio pueblo es sólo una llama temporal, pero su amor arde para siempre como la luz de su propia inmortalidad” (Charles Spurgeon)

El salmista concluye expresando tres ideas principales para que los creyentes podamos reflexionar:
  1. Advertencia: “Se encendió, por tanto el furor de Jehová…”
  2. Ánimo: “Con todo, Él miraba cuando estaban en angustia…”
  3. Alabanza: “Para que alabemos tu santo nombre…”
Recordemos: Un repaso detallado de nuestra vida es un extenso relato de la Misericordia de Dios…
DECH

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