Leer Salmo 83
“Este Salmo, un lamento nacional
que incluye oración e imprecaciones es mejor estudiarlo con un mapa, porque se
señalan diversos enemigos nacionales de Israel. Posiblemente es en 2 Crónicas
20:1 que tenemos el trasfondo histórico específico que suscita este Salmo,
aunque algunos estudiosos de la Biblia creen que las naciones que se mencionan
son solo símbolos de todos los enemigos de Israel. El salmista ruega a Dios que
rescate a Israel de sus enemigos como lo había hecho tantas veces en el
pasado” (John Mac Arthur)
Primeramente el salmista denuncia las
Amenazas…
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“Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni estés quieto… Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente… Contra ti han hecho alianza” (Salmos 83:1-5)
“¿Permanece Dios en silencio?
Entonces no calles tú, sino grita hasta que Él rompa su silencio”
(Starke)
El salmista está urgido por las
amenazas de los enemigos de Israel. Ellos “rugen”, consultan “astuta y
secretamente”, “han entrado en consejo”, “Han dicho: Venid y destruyámoslos” “se
confabulan de corazón a una”… todo esto con el abierto objetivo de borrar a
Israel del mapa, pero la clave de todo este asunto se encuentra en el v.5b donde
dice: “Contra TI han hecho alianza”. El Señor
enfrentó a Saulo cuando iba camino a Damasco detrás de los cristianos
preguntándole: “¿Por qué me persigues?” (Hechos 9:4). La verdad es que
los creyentes no somos el objetivo final de los enemigos de Dios, sino que todos
sus ataques son contra Él mismo; por lo tanto debemos recordar que “no
tenemos lucha contra sangre y carne” (Efesios 6:12) y que para obtener la
victoria debemos dejar al Señor que luche por nosotros… Las amenazas son reales,
el enemigo también es real, pero Dios es Nuestro Protector y nada tenemos que
temer...
Luego el salmista describe a los
Adversarios…
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“Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas… Hazles como a Madián… Que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios” (Salmos 83:6-12)
El salmista llama a los enemigos por
su nombre y apellido y pide para ellos castigos ejemplares de la historia.
Nosotros también podemos identificar a muchos adversarios que de una u otra
manera nos han dañado a lo largo de la vida, pero en este tiempo podemos
comprender que detrás de aquellos que han dañado a los hijos de Dios a lo largo
de las edades se encuentran “principados… potestades… gobernadores de las
tinieblas… huestes espirituales…” es decir el mismo diablo y sus
asechanzas. La receta para estos casos es simple según Santiago 4:7:
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Reconocer a Dios: “Someteos pues a Dios…”
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Resistir al diablo: “resistid al diablo…”
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Recibir el descanso: “y huirá de vosotros”
Finalmente el salmista descansa en el
Altísimo…
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“Dios mío, ponlos como torbellinos… Sean afrentados y turbados para siempre… Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre la tierra” (Salmos 83:13-18)
“Cuando la hojarasca es traída y
llevada por el viento llega, al fin, a descansar en algún rincón, pero el
salmista pide que no solo sean llevados por el viento sino también consumidos
por el fuego (v.14)” (Mathew Henry)
Estamos seguros en el Altísimo,
porque sabemos que “le dio un nombre sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla… y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11)
Recordemos: Si nos
sentimos lastimados recordemos que Él sufrió nuestras heridas para darnos
libertad…
DECH
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