Leer Salmo 105
“Así como el Salmo 103 y el 104
eran un conjunto, también lo es el Salmo 105 y el 106, que contemplan la
historia de Israel desde la Perspectiva de Dios y luego desde la de Israel. Este
Salmo posiblemente se originó por orden de David a Asaf en la ocasión del
traslado del arca del pacto a Jerusalén (2 Samuel 6:12-19). El Salmo 105:1-15 es
una reiteración de 1 Crónicas 16:8-22” (John Mac Arthur)
El Regocijo en las Obras de
Dios…
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“Alabad a Jehová, invocad su nombre… Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová… Buscad siempre su rostro” (Salmos 105:1-4)
Cuando la Ley expresaba el alcance de
la relación del hombre con Dios decía claramente cuál es la responsabilidad del
creyente para llegar a conocerle en profundidad: “Y a amarás a Jehová tu
Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”
(Deuteronomio 6:5). Por medio de una serie de acciones específicas el salmista
nos enseña que creer es más acción que contemplación…
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Celebrar a Dios: “Alabad”. Implica colocarlo en el centro de nuestra atención para reconocer Sus Obras…
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Conocer a Dios: “Invocad”. “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13)
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Compartir a Dios: “Dad a conocer”. Para que otros se unan a nosotros en el conocimiento de Su Salvación…
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Cantar a Dios: “Cantadle”. Para honrarle y dar testimonio de nuestro gozo en Su Presencia…
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Coronar a Dios: “Hablad de todas sus maravillas”. Que Dios sea el tema principal de nuestra conversación…
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Calificar a Dios: “Gloriaos”. Al gloriarnos en Él estamos reflejando lo que opinamos de Su Persona y Obra…
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Contentar en Dios: “Alégrense”. Porque sabemos que nos ha hecho bien y tenemos motivos para estar alegres…
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Confiar en Dios: “Buscad”. Tener la certeza de que si estamos con Él no nos ha de faltar ningún bien…
El Recuerdo de las Obras de
Dios…
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“Acordaos de las maravillas que Él ha hecho… Él es Jehová nuestro Dios, en toda la tierra están sus juicios” (Salmos 105:5-7)
Cita Charles Spurgeon a Folengius en
referencia a esta porción del Salmo 105: “No me interesa saber en qué forma
son afectados los otros. En cuanto a mí, confieso que no hay cuidado ni
aflicción por la cual me sienta tan acuciado como cuando me siento culpable de
ingratitud a mi más Amado Señor. Con frecuencia parece ser una falta tan
inexplicable que me alarmo cuando leo estas palabras, por cuanto las considero
dirigidas a mí, y a otros como yo. Recuerda, ¡oh hombre olvidadizo, irreflexivo,
ingrato!, las obras de Dios que Él ha hecho para nosotros con sus muchas señales
y pruebas de su bondad. ¿Qué más podría haber hecho que no haya
hecho?”
El Relato de las Obras de
Dios…
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“Se acordó para siempre de Su Pacto, de la palabra que mandó para mil generaciones… Porque se acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo…” (Salmos 105:8-45)
El salmista hace un largo relato del
obrar de Dios a favor de Su Pueblo en cumplimiento de Su Pacto con
Abraham…
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Sus Promesas: “Se acordó para siempre de Su Pacto…” (v.8-11). Abraham, Isaac y Jacob recibieron la promesa de parte de Dios que Él sería Su Dios…
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Su Protección: “No consintió que nadie los agraviase…” (v.12-15). Los guardó cuando eran “pocos en número”…
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Su Provisión: “Envió un varón delante de ellos, a José… Envió a su siervo Moisés…” (v.16-37). Proveyó líderes y liberación…
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Su Providencia: “Porque se acordó de su santa palabra” (v38-42). Los cuidó en el desierto cumpliendo Su Palabra…
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Su Propósito: “Sacó a su pueblo con gozo… para que guardasen sus estatutos” (v.43-45)
Recordemos: Un
repaso detallado de nuestra vida es un extenso relato de la Fidelidad de
Dios…
DECH
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