lunes, 29 de octubre de 2012

Decidir bien...


La editorial de la revista decía: “En el transcurso de una vida debemos tomar ciertas decisiones que pueden afectar nuestro bienestar físico, sin marcha atrás. La salud se sabe, es lo más preciado que debiéramos resguardar de todo... la información siempre ha sido la mejor arma que hemos tenido para actuar en libertad... Asumir una posición activa en el cuidado de la salud exige, sin dudas, conocer favores y consecuencias de nuestras decisiones. Sin marcha atrás”

Está muy bien cuidar la salud, porque sin ella se complica todo en la vida. Pero... ¿y el alma? En Lucas 12:16-21 leemos:
  • “También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo... derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”
No solamente debemos informarnos bien lo que Dios dice en cuanto a nuestra salvación sino tomarlo en serio:
  • “Cuando... llegaron a Cesarea... presentaron también a Pablo delante de él... Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió... que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; teniendo esperanza en Dios... de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos... Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó diciendo: cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro asunto... Algunos días después... llamó a Pablo y le oyó acerca de la fe en Jesucristo... Félix se espantó y dijo: ahora vete, pero cuando tenga oportunidad te llamaré... esperaba con esto que Pablo le diera dinero para que lo soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él” (Hechos 23-24)
Y debemos con seguridad, ser conscientes del peligro de desechar las indicaciones del Señor:
  • “Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto... pondré mi rostro contra vosotros...” (Levítico 26:14-17)
  • “Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación” (Hebreos 3:14-15)
Hagamos nuestras las palabras de Pablo:
  • “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2:20-21)
Recordemos: Debemos cuidar con esmero nuestro cuerpo, pero lo más importante es la salvación de nuestra alma... En esto verdaderamente no hay marcha atrás...
TBS

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