viernes, 19 de octubre de 2012

Victoriosos... pero en Él...

La editorial decía: “Tentaciones peligrosas... no es fácil ser buen perdedor, pero mucho más difícil es aprender a ser buen ganador... Quizás la soberbia explique esta manía que puede malograr un ‘tanto con pelota dominada’ según la jerga tenística... complicar escenarios poco problemáticos... descalificación... No basta con marcar otros atropellos... antes hay que revisar la tentación autoritaria de..... que por naturaleza… debe subordinarse a la autoridad...”

Se refería a un ámbito específico, que no viene al caso, pero... ¡que bueno aplicarlo a nuestra condición ante el Señor y la relación que mantengamos con Él!

Vivimos bajo tentación y una naturaleza pecaminosa. Nos cuesta asumir, entender y aceptar que somos perdedores por nosotros mismos:
  • “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios... sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido...” (Santiago 1:13-14)
  • “...estabais muertos en vuestros delitos y pecados... siguiendo la corriente de este mundo... vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne... estando nosotros muertos en pecados... no por obras para que nadie se gloríe” (Efesios 2)
No llegamos a comprender o tomar conciencia que nuestra actitud debería ser la de rendición ante Dios, y eso nos puede llevar a caer y equivocarnos vez tras vez:
  • “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12)
  • “...deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (Santiago 4:16)
Es necesario que no miremos alrededor a otras personas, sino directamente al Señor y nos aferremos a su Fortaleza, Victoria y Autoridad:
  • “Mas gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57)
  • “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4)
Si olvidamos esto y nos apoyamos en nuestras capacidades, podremos “complicar una pelota dominada”... como nos lo previno el Señor Jesús:
  • “Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:4-5)
Podemos llegar a pensar que somos vencedores, sin recordar que esa victoria no es nuestra:
  • “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9)
Recordemos: Seamos objetivos al mirarnos y dependamos del Señor y de la fuerza que El nos provee...

TBS

No hay comentarios:

Publicar un comentario