lunes, 8 de octubre de 2012

Estrategias adecuadas...


La nota podía provocar risa, o cuando menos arrancarnos una sonrisa. Se titulaba: “Medidas de protección, estrategias de seguridad para frustrar a los ladrones. Un experto en servicios de seguridad ofrece aquí cinco consejos para que mantenga a salvo su casa y sus pertenencias” Luego las enumeraba: “Guarde sus objetos valiosos en el cajón de medias de sus hijos, no en su mesa de luz... Tenga las llaves del auto cerca de su cama mientras duerme. Si algún ruido extraño lo despierta y sospecha que alguien está tratando de entrar a la casa oprima el botón de pánico y el intruso no tendrá más remedio que huir...”

Suena gracioso ¿no?... Son estrategias defensivas contra ataques de ladrones, aunque su simpleza y el solo hecho de ser pregonadas al mundo, les quitan eficacia.

La Biblia nos enseña que tenemos un enemigo que también emplea diversas estrategias para asaltar nuestras vidas espirituales:
  • “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11)
  • “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor, buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)
Estrategia es sinónimo de “tácticas, maniobras, habilidades” y “maniobras” es también sinónimo de “maquinaciones”. En nuestro andar diario, por lo general no tomamos conciencia del peligro espiritual con el cual nos enfrentamos:
  • “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12)
Las estrategias para desanimar ladrones que presentaba esa nota parecían infantiles, y en ocasiones podemos suponer que, de manera similar, con nuestras propias fuerzas derrotaremos a un enemigo tan poderoso. Sin embargo, el Único que puede derrotar a Satanás es el Señor y el poder de su fuerza, tal como leemos en su Palabra.
  • “Por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes... ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia... ” (Efesios 6:10-18)
  • “...Vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos... para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es al diablo” (Hebreos 2:9, 14)
Recordemos: Para vencer a un enemigo poderoso, debemos emplear las armas adecuadas.
TBS

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