miércoles, 10 de octubre de 2012

Muerte... ¡VIDA!


En referencia a una conocida artista ya fallecida el artículo decía: “...vuelve de la muerte... Dos nuevas canciones inéditas aparecen en la banda de sonido de... por lo pronto ni su muerte logró el milagro... la burbuja se desinfló... No a todos la muerte les sienta bien”

Más allá de lo irrespetuoso de los comentarios, ¡cuánta ignorancia manifiestan!

Por un lado, la muerte es una consecuencia directa del pecado del ser humano, del primer hombre Adán, por lo tanto no puede sentarle bien a nadie:
  • “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán... por la transgresión de aquel uno murieron los muchos... porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación... por la transgresión de uno solo reinó la muerte... por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres... porque así como la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores.... El pecado reinó para muerte...” (Romanos 5:12-21)
Por otro, la Biblia también nos dice que esa muerte, junto con el pecado fueron vencidos por Jesucristo:
  • “Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación... mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia... De la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida... por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos... cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia... así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo Señor nuestro” (Romanos 5:14-21)
Entonces, podemos estar seguros que aunque moriremos y ello en principio, en apariencia, no sería nada bueno, tendremos vida por la Gracia de Dios en Jesucristo.
El sentir del Apóstol Pablo podría hacerse el nuestro:
  • “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí, en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros” (Filipenses 1:21-23)
Recordemos: El Señor Jesucristo cambia todo, aún la muerte y sus consecuencias eternas.
TBS

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