jueves, 25 de octubre de 2012

Vitaminas...


La nota decía: “La falta o la sobreabundancia de vitaminas altera el equilibrio del organismo. Entre ellas, la B1 es fundamental ya que su participación es clave en la asimilación de la glucosa que se transformará en energía. Las vitaminas son esenciales para la vida como nutrientes del organismo. El cuerpo humano no produce ninguna de las vitaminas conocidas, solo las recibe a través de una dieta equilibrada”

La Biblia nos enseña que, como creyentes debemos estar bien alimentados y nutridos espiritualmente:
  • “...todos comieron el mismo alimento espiritual” (1 Corintios 10:3)
  • “Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca” (salmos 63:5)
  • “Nadie os prive de vuestro premio... y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios” (Colosenses 2:18-19)
Es necesario, es un mandato del Señor estar bien alimentados y nutridos... pero también es una responsabilidad “gastar” lo que consumimos. Si solamente “comemos” de la Palabra de Dios, ¡engordaremos! Necesitamos hacer un “desgaste” practicando todo aquello que aprendemos en la Palabra:
  • “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor... compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad” (Romanos 12:11-13)
  • “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos, atesorando para sí buen fundamento para lo por venir...” (1 Timoteo 6:18)
  • “Palabra fiel es ésta y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho... y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto” (Tito 3:8, 14)
  • “...pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado... habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones... por tanto, hermanos...” (Santiago 4:16-17; 5:5,7)
El Apóstol Pablo que tenía mucho para dar, decía sobre sí mismo y sobre los demás:
  • “Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos” (2 Corintios 12:15)
  • “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismo se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios” (2 Corintios 8:5)
En el Salmo 111:10 leemos:
  • “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre”
Recordemos: Recibimos de Dios para dar a nuestro prójimo...
TBS

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