viernes, 9 de noviembre de 2012

Camino a la Perfección


La entrevista al escritor de un "best-seller" encabezaba la nota con las palabras: “siempre debemos estar vigilantes y al acecho de cualquier pérdida de libertad” Luego enfatizaba el hecho de que: “la perfección es algo que nunca lograremos alcanzar”

Me llevó a pensar en que la Biblia nos asegura que hemos sido llamados a ser libres, y que debemos cuidar celosamente que dicha libertad no nos sea restringida o quitada:
  • “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres... De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:31-32,36)
  • “¿Pero qué fruto tenías de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna... la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Romanos 6:22; 8:21)
  • “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud... porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” (Gálatas 5:1,13)
Y también nos enseña que mientras tengamos vida, deberemos trabajar para estar completos y perfeccionarnos día a día:
  • “Sabiendo que vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:3-4)
  • “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6)
  • “...Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre, para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí” (Colosenses 1:27-29)
Aunque la perfección total se alcanzará en la Presencia misma del Señor:
  • “...mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará...” (1 Corintios 13:10)
  • “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:12-13)
El Salmo 119:44-45 dice:
  • “Guardaré tu ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”
Recordemos: Debemos crecer y madurar día a día, hasta que lleguemos a Aquel Día Glorioso en la Presencia del Todopoderoso Señor.
TBS

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