El artículo explicaba acerca de todas
las memorias que guarda el cerebro humano, diciendo que existen sistemas de
memoria específicos, distintos y relativamente independientes entre sí. La
memoria semántica que nos permite recordar detalles de geografía es diferente a
la memoria episódica, que almacena vivencias. Luego citaba a un personaje de una
célebre novela que ante la pérdida de memoria colectiva causada por una peste
escribió un recordatorio y lo puso sobre el cuero de una vaca: “Esta es la
vaca, hay que ordeñarla cada mañana para que produzca leche; la leche hay que
hervirla y mezclarla con el café para conseguir café con
leche...”
Perder la memoria resulta
catastrófico para cualquiera, por ello la Biblia nos recomienda y enseña acerca
de cómo almacenar indefinidamente en ella la Palabra de Dios:
-
“Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca...” (Éxodo 13:8-9)
-
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Deuteronomio 6:5-9)
-
“Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca” (1 Crónicas 16:12)
Hubo ocasiones en que el pueblo de
Dios perdió la memoria de su Palabra y de sus hechos:
-
“...para que se busque el libro de las memorias de tus padres. Hallarás en el libro de las memorias, y sabrás que esta ciudad es... Entonces el rey Darío dio la orden de buscar en la casa de los archivos, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia. Y fue hallado... en el palacio... un libro en el cual estaba escrito así: Memoria...” (Esdras 4:15; 6:1-2)
Ojalá cada día de nuestras vidas
podamos repetir y considerar estas palabras:
-
“Cantad a Jehová vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad... Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre” (Salmos 30:4; 45:17)
-
“Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo ¿dónde está la promesa...? Estos ignoran voluntariamente... Mas, oh amados, no ignoréis esto... El Señor no retarda su promesa... nosotros esperamos según su promesa... Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha, e irreprensibles, en paz...” (2 Pedro 3)
Recordemos: Es
necesario que guardemos en la memoria los hechos maravillosos de nuestro Dios,
para caminar cada día en su Voluntad...
TBS
No hay comentarios:
Publicar un comentario