martes, 20 de noviembre de 2012

Elegir carreras...


El estudio sobre desarrollo profesional habla de una generación de jóvenes y como influye el trabajo en la elección definitiva de la carrera. "Muchos jóvenes graduados eligen trabajar en carreras de la empresa que no tienen relación con lo que estudiaron... Ya no causa sorpresa encontrar un filósofo en Recursos Humanos... o un psicólogo como CEO de un emprendimiento web... Es una generación nacida y criada en la era del trabajo flexible... además la multiplicidad de la oferta de carreras y la falta de información sobre la realidad laboral, colaboran en la incertidumbre vocacional...”

Se plantea el dilema de estudiar una cosa invirtiendo muchos años en ello y trabajar en otra... Falta de orientación definitiva... pruebas de acierto y error... Diferentes realidades que deben enfrentar los profesionales calificados de hoy en día.

Como cristianos podremos tener o sufrir esta incertidumbre laboral pero nunca, jamás deberemos enfrentarla en el plano espiritual. La Biblia nos dice:
  • “Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre...” (1 Tesalonicenses 1:4-5)
  • “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección, porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás” (2 Pedro 1:10)
La carrera espiritual está marcada por los parámetros divinos:
  • “Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera” (Salmos 25:9)
  • “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24)
Dios nos prepara de una manera que no es posible encontrar en ninguna universidad:
  • “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17)
Esta preparación jamás viene acompañada de incertidumbre, sino de certeza absoluta:
  • “Porque la sabiduría que es de lo alto, es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbres ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz, para aquellos que hacen la paz” (Santiago 3:17-18)
  • “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1)
Estar preparados delante del Señor no es simplemente un acto de buena voluntad, sino de esfuerzo y dedicación en el exacto Conocimiento de la Palabra de Dios:
  • “En cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba; pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío ente los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la mayoría. Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para que como lo he dicho, estéis preparados; no sea que vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza...” (2 Corintios 9:1-4)
Recordemos: En cualquier actividad laboral podríamos improvisar, en la vida espiritual solamente hay seguridad... Porque es Dios quien nos la da...
TBS

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