lunes, 26 de noviembre de 2012

Las palabras...


En la contratapa del diario se leía: “Uno habla, expresa sus ideas, construye frases ¿Cómo se arma el relato? ¿Qué mecanismos permiten que uno emita palabras surgidas del pensamiento, sin previamente haberlas elegido? Es seguro que algún científico tendrá la justa explicación...”

Bueno, no soy algún científico. Pero sé por qué ocurre. La Biblia nos lo enseña, y solo debemos aceptarlo. En ella encontramos algunas revelaciones maravillosas:

Los días hablan:
  • “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día...” (Salmos 19:1-2)
Las estrellas cantan:
  • “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?... Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” (Job 38:4,7)
El mar, las montañas y el viento escuchan:
  • “y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?” (Lucas 8:25)
¿Cómo entonces, no sabríamos nosotros coordinar, pensar, elaborar ideas y emitir frases siendo la mayor creación de Dios?
  • “Reconoced que Jehová es Dios, el nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmo 100:3)
  • “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (Eclesiastés 3:11)
  • “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso. Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás? Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar... el hombre vano se hará entendido, cuando un pollino de asno montés nazca hombre” (Job 11:7-12)
Debemos reconocer a Dios y la obra creadora, maravillosamente perfecta, que El hizo. Solo así podremos desarrollar más nuestra inteligencia y entender mejor todo lo que tiene para darnos y luego traducirlo en buenas palabras para que otros también lo sepan:
  • “Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia... Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos... En los labios del prudente se halla sabiduría... los sabios guardan la sabiduría; mas la boca del necio es calamidad cercana... En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente. Plata escogida es la lengua del justo... los labios del justo apacientan a muchos... la boca del justo producirá sabiduría... los labios del justo saben hablar lo que agrada...” (Proverbios 2:10-11; 8:12; 10:13-14, 19-32)
Recordemos: El sabio adquiere mayor inteligencia buscándola en la Palabra de Dios...
TBS

No hay comentarios:

Publicar un comentario